Lilian y Eliza no estaban en casa, las tres chicas se habían quedado solas, pero como sabían que los Zor-el no tardarían en llegar por Alex o Kara, así que Lilian decidió hablar con su padre, para que enviara guardias de seguridad a la casa y cuidara de sus hijas. Era la primera vez en muchos años que Lilian hacía uso del poder de su apellido y el de su padre, ya que años atrás había decidido tener una vida normal, sencilla y tranquila, pero esta ocasión, merecía hacer uso de la influencia de su apellido
En menos de media hora, habían al rededor de 15 personas custodiando la casa y 2 enfermeras cuidando de Kara. Las tres chicas se sentían raras, ya que no tenían privacidad y no podían hablar a solas.
K: me siento como en una prisión
A: yo también
L: ya sé, es horrible lo que está pasando.
A: oigan...
L: dime
K: qué pasa?
A: ustedes se aman mucho, verdad?
L: ella es mi vida entera
K: la amo más que a mí misma, Alex.
A: no es raro?
K: qué cosa?
A: que legalmente sean hermanas, pero biologicamente no, pero que a pesar de tantos años no desarrollaron ese amor de hermanas, sino uno romántico. Es raro.
L: creo que... Creo que las cosas pasan por algo, y aunque será demasiado difícil que las personas que se enteren entiendan, nosotras sabemos como está la situación, y sabemos cuanto nos amamos. Solo eso importa.
K: únicamente eso.
A: sus abuelos saben?
L: no, y no tienen que enterase
K: por ese motivo estamos susurrando, Alex.
A: creen que sus madres logren ganar esto?
K: ya lo tienen ganado.
L: mamá Lilian nunca pierde
K: nunca
A: qué pasará con ellos?
L: posiblemente lleguen a un acuerdo, o les den dinero.
K: no tenemos idea, al menos yo no
A: creo que mis padres deberían dejarlas en paz, pero se han obsesionado con ustedes.
L: pero no lo hacen.
K: me da miedo
A: me da miedo de que esto se ponga peor.
Las chicas seguian charlando, cuando de pronto, los gritos de una mujer se escuchaban desde afuera, acto siguiente, mas gritos, y la voz de un hombre que les impedía el paso.
