∓ ) 𝘿𝙊𝙍𝙈 ♡ Hyunho.

10. Hidden support.

Bangchan llegó bastante tarde aquél día. Caminando en puntas para evitar hacer mucho ruido entró al departamento, y entre un suspiro cansado a las cinco de la mañana avanzó hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones. Su corazón latía desenfrenado en cuanto hacía algún sonido innecesario, no quería despertar a nadie puesto que sabía lo cansados que estarían después de un día arduo de trabajo, pero su mente se sentía un poco embotada por la falta de sueño así que terminaba volviéndose más torpe de lo que generalmente era (según él mismo). Ya casi llegaba a la habitación que compartía con Changbin cuando divisó algo extraño que llamó su atención.

¿Por qué la puerta de la habitación que comparten Minho y Hyunjin está abierta?

"¿Aún no se van a dormir?"

Arrugó la nariz confundido, cayendo también en cuenta de que había una pequeña luz saliendo de la puerta semi abierta. Pensando que ambos se durmieron con alguna luz prendida mientras hablaban se dispuso a entrar a apagarla, pero cuando abrió con cuidado la puerta en su totalidad quedó con una expresión de sorpresa inigualable. Sus dos menores se encontraban abrazados, uno encima del otro, ambos dormidos profundamente con las mejillas rojas llenas de lágrimas secas, abrazados como si tuviesen miedo de que alguien fuera a separarlos; la manera en que Minho sostenía el cuerpo de Hyunjin le pareció muy llamativa, se veía como si intentase protegerle de lo que sea que fuese a acercarse a ellos. Sintió que estaba invadiendo la privacidad de esos chicos en el momento en que pisó esa habitación, así que se apresuró a cubrirlos con una manta para evitar que se enfermaran por el frío que comenzaba a hacer, y apagó la luz silenciosamente antes de salir.

Cerró la puerta, su mirada confusa clavada en la pared.

Evitó pensar y entró directamente a su habitación, pero debido a la distracción que se generó en él momentos antes terminó chocando de cara contra el borde de la puerta. Su quejido se escuchó alto en la habitación, así que se aseguró de cerrar la puerta y callarse de inmediato para evitar despertar al chico que dormía en la cama de un costado. Supo que no lo logró cuando vió el cuerpo removerse entre las sábanas.

—¿Chan hyung? —La voz adormilada de Changbin se escuchó suave en el cuarto, mientras el chico se removía intentando ver algo, pero la luz estaba apagada. Tanteó con su mano hasta dar con la luz de la mesita de noche, y al prender esta se dedicó a clavarle la mirada en la nuca al mayor del grupo.

—¿Mmmm? —Se hizo el desatendido, quitando las zapatillas que usaba para prácticar lentamente como si no le importase la mirada clavada en su nuca. Suspiró cansado, dándose vuelta hacia el chico. —¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?

Seo se incorporó en su cama, rascando un poco su brazo derecho. Pareció pensar en qué responder por unos momentos, pero finalmente le señaló con un dedo y el ceño fruncido, visiblemente confundido y alarmando un poco a Chan. ¿Ahora qué pasaba?

—Yo debería preguntarte eso. ¿Qué diablos pasó? Te escuché chocar con la puerta, y nunca te distraes tanto para eso, ahora te ves como si estuvieses en la luna. ¿Hay algo mal? —El chico era tan perceptivo que a veces lo consideraba increíble, como en esos momentos que se preguntaba cómo era posible ese grado de atención hacia los demás. Incluso él que solía observar a cada momento a sus miembros no podía ver "todo", pero de alguna forma Changbin terminaba enterándose de todo.

No respondió de inmediato, quitándose la ropa para poder dormir cómodamente primero e ignorando la mirada confundida y preocupada del rapero principal, quien parecía esperar con paciencia la respuesta a su pregunta. Se tomó su tiempo, pensando bien en qué podría contestar, porque no entendía aún exactamente qué es lo que le había parecido extraño o siquiera el contexto de esa situación que vio; las mejillas con visibles lágrimas secas en ellas, ambos abrazados como si tuviesen miedo... Ahora que lo pensaba se sentía preocupado, aún si sus ojos ardían gracias al sueño y cansancio no podía quitarse de la cabeza que quizás sus menores estaban pasando por algún problema o una sobrecarga emocional que no querían explicar. Su deber como líder es cuidarlos, pero incluso si no lo fuera estaría como ahora, deborando sus neuronas en preocupación a las cinco y tantas de la madrugada.