Reparar los errores del pasado (The Avengers)

Capítulo 21: Reparando Recuerdos Rotos.

Steve Rogers despertó como usualmente lo hacía.

A juzgar por la hora, aún quedaba algo de tiempo antes de que los niños despertarán.

Se quedó un rato más en cama, pensativo.

Luego del relato dado por su hijo no pudo evitar pensar todas las imágenes tan crueles por las que pasaron.

Pues a pesar de no haberlo expresado, aún se podía notar que habían ciertas cosas que James no le dijo del todo.

Estaba claro que ya no podría conciliar el sueño luego de esa mañana.

—Necesito hacer algo por ellos —se dijo —Por ella.

Steve abrió el cajón de su cómoda, el cual era compartido con su mesa de noche.

En este se encontraba aquella brujula que le había pertenecido en la segunda Guerra mundial, y de la cual no se había podido desprender hasta la muerte de Natasha.

Cuando la pelirroja se fue de su vida para ya no volver, entendió que debía buscar esa vida que tanto había anhelado.

Pero con la llegada de sus hijos, estaba más que claro que aquello ya sólo era pasado, pues ahora tenía un objetivo más claro en la vida.

Por lo cual, desistió de vivir estancado en el pasado, y que mejor que hacerlo dejando el pasado enterrado donde pertenece.

Fue así como dejó esa brújula estancada en ese cajón, pues ya no le encontraron un uso.

Hasta ahora.

—Lo siento Pegg —dijo mirando la foto de la que alguna vez fue el amor de su vida. —Lo mío contigo, ya ha quedado en el pasado.

Fue así que ahora sin ningún tipo de impedimento, arrancó la fotografía de aquella brújula, dando a entender que sólo así sería capaz de cerrar página y dislumbrar un nuevo capítulo.

—Necesita una imagen nueva —contestó.

Fue cuando entonces se percató de que durante los meses que ha estado conviviendo y formando su propia familia.

Nunca habían tenido los tres un recuerdo juntos, como una fotografía.

Aunque dudaba que lo necesitarán, pues estaba muy seguro que sus hijos apreciaban más los momentos de convivencia que un objeto personal.

Aún así, él quería hacer ese detalle por ellos, después de todo, mañana era el cumpleaños de su hijita menor.

Que mejor momento para hacer de ese un muy buen regalo.

—Deberé hablarlo con James —dijo.

Como era de esperar, sus dos hijos ya se encontraban despiertos, ayudando a poner la mesa.

—¡Oh, hola!—dijo él en cuanto vio a su papá —Ya no faltaba mucho para que te fuéramos a despertar.

—Ustedes siempre con un paso adelante de mi —contestó Steve.

—Bueno, los tiempos de guerra siempre hacen que te adelantes al enemigo.

—Muy buena observación, hijo —contestó el rubio.

—Gracias —dijo alagado —Sacare el pan tostado de la tostadora. ¿Por qué no vas sacando la harina para los panqueques?

—De acuerdo —dijo él sacando los sartenes.

Desde hace meses que esa se había vuelto su rutina, preparaban el desayuno juntos, lavaban juntos, ya sea ropa, o trastes. Hacían todo juntos, como familia.