𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲

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Desesperación.

Esa es la palabra perfecta para describir lo que Harry siente ahora.

—¡A un lado!—Grita alterado mientras se abre paso entre la multitud de gente.

—Gritarle a las personas no te hará llegar más rápido. —Liam dice a través del teléfono.

—¡Oh cállate!—Responde de mala gana ahora a la persona al otro lado de la línea.

Pronto serán las ocho de la mañana, exactamente la hora en la que el rizado tiene una entrevista con uno de los sellos discográficos más importantes que conoce.

Desea ser contratado por "Burgess & Hazelwood Records" como compositor y si las cosas salen bien tal vez incluso llegue a cantar sus propias obras.

Hace meses que ha estado buscando la manera de hablar con alguno de los miembros del departamento pero nada ha dado resultados.

Al menos hasta hace unos días.

Liam, su mejor amigo, lo llamó a eso de las tres de la mañana para decirle que había logrado hablar con alguien cercano a uno de los miembros, quien le aseguró darle una entrevista.

—¿Ya perdiste el autobús cierto?—Harry no contesta ya que está muy concentrado tratando de arrojar a la mujer frente a él hacía el otro extremo de la estación.

—No, no lo he perdido. Gracias por los ánimos. —Dice con sarcasmo. —¡Vamos señora, ya le dijeron tres veces que su boleto era para ayer!

Bien, resulta que Harry tuvo una ligera noche de fiesta por parte del chico con el que está saliendo, para celebrar que obtuvo su entrevista.

Celebración que probablemente se salió de control, logrando que Harry terminará pasado de tragos en su cama hasta las siete con veinte de ésta mañana.

Todo esto provocando que Harry se vistiera en aproximadamente diez minutos y saliera de su casa corriendo hacía el bus que lo llevaría.

El cual sale en dos minutos.

—¿Aun no has entrado a la estación? —Dice Liam con sorpresa en su voz.

—¿Qué?... No, claro que ya estoy dentro, solo espero a que me dejen subir. —Harry ahora se encuentra con los ojos bien abiertos apuntando directamente a la señora que ahora lo está retando. —Te llamo después, Liam.

—No, pero-...—Fue lo único que alcanzó a decir el castaño, Harry ya había guardado su celular, listo para pelear.

—Jovencito, si tiene tanta urgencia ¿Por qué no se levantó más temprano? —El rizado entrecierra sus ojos, cree que podría cometer homicidio en estos momentos.

—Porque... ¡¿Y usted porqué vino hoy cuando su autobús salió ayer?!—Antes de que ambos comenzarán un mayor alboroto se escuchó la última llamada para el transporte del más alto.

Harry se sintió palidecer, con toda su voluntad pasó de largo a la señora y después de suplicas al guardia éste lo dejó pasar.

Sin embargo después de correr tanto como pudo apreciar como el gran vehículo salía de la estación.

Sin él.

Harry cierra sus ojos suspirando con frustración. Liam va a matarlo. ¿Quién sabe qué fue lo que tuvo que hacer para conseguirle esa entrevista? Y ahora llegará tremendamente tarde.

No va a llamarle, claro que no. Tampoco llorará. Al menos no hasta estar en su casa.

Se sentará y aguardará pacientemente a que el autobús de las ocho salga. Así que solo se acerca a la pequeña tienda, compra un paquetito de galletas y una cajita de leche sabor chocolate.

𝗧𝗵𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗹𝗶𝗻𝘀𝗼𝗻𝘀 [𝗟.𝗦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora