𝗱𝗲𝗰𝗶𝗺𝗼 𝘀𝗲𝗽𝘁𝗶𝗺𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲

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Casi cae, dos veces, en la ducha.

Es lo que va pensando mientras termina de secar su cabello con su toalla color azul.

Sacude su cabeza suavemente con escalofríos recorriendo su espalda una vez que recuerda la llamada que recibió un día antes.

Recién salido de la ducha toma su ropa y es cuando finalmente coloca su par de tenis blancos que el timbre de su casa suena. Termina de atar los cordones y se encamina para abrir la puerta.

No pasa mucho tiempo para que comience a arrepentirse de haberlo hecho.

—Hola... Aún vives aquí—. Es lo único que logra escuchar ya que le ha cerrado la puerta a su hermana en la cara mientras sus ojos se abren más de lo que deberían.

—¿Qué mierda—Suelta para sí mismo. Otro golpeteo se escucha en la puerta.

—Sebastián, ya madura y abre la puerta—. Se le escucha decir del otro lado.

—No—. Grita desde dentro—. Nada que digas me hará abrir.

—Quiero ver a mi hija... Y quizás, así Louis querría...—Antes de terminar la puerta se abre de golpe mostrándole el rostro de su hermano con un ceño completamente fruncido.

—¿Acaso estás loca? —Exclama un alarmado ojimarron—. De ninguna manera, hablar con Ali bueno yo no puedo realmente impedírtelo aunque quiero, creeme, pero lo que sea que planees con Louis cancélalo.

—Ya somos mayores Sebs, no puedes prohibirme nada—. Responde Haley cruzándose de brazos—. Además siempre tuve un lazo muy especial con Louis.

—No sabes si él sea capaz de perdonar aquella situación de mierda que le hiciste pasar cuando te fuiste—. Él lo recuerda, Louis con ojos cristalinos tocando a su puerta y preguntando por el paradero de Haley, una bebé de apenas un año llorando sobre su hombro.

Fue el momento en el que su corazón sintió un apretón, prácticamente obligándolo a dejarlos pasar; lo cual fue una gran decisión ya que han sido inseparables desde entonces.

—N-No, él nunca fue rencoroso, ya lo habrá superado. Además lo conozco y querrá lo mejor para Alison. Lo mejor es que ella tenga a sus dos padres juntos—. Declara copiando el gesto del mayor.

—Discúlpame hermanita pero en realidad no creo que seas la más adecuada para decir lo que es mejor para esa niña—.Sebastian levanta ambas cejas cuestionando a su hermana con su mirada.

Haley entrecierra sus ojos mientras lo observa con notable irritación creciendo. Estira su cuello para ver por sobre los hombros del rubio, sus ojos caen en unas cuantas fotos de la pequeña, algunas con él, otras con tres personas en ellas, recuerda al chico junto de él; Niall Horan, mejor amigo de Louis.

Intuye que la relación de su hermano y el castaño sigue igual ya que no hay ninguna con ambos solos.

Las imágenes aún siguen claras en su mente. Louis y Sebastian peleando, nunca se agradaron, siempre le dijo que el ojiazul no era apropiado para ella, ponerlos a ellos juntos en una misma habitación significaba que un duelo verbal y de miradas comenzaría, para terminar con ella arrastrando a su novio fuera de allí.

—Hey, no puedes mirar. No te invito—. Exclama cruzándose de brazos el más alto.

—Deja de ser infantil Sebs, quiero arreglar las cosas. Además Louis aún es soltero. Te lo repito, ¿qué me lo impide? —Pregunta retóricamente, sin esperar exactamente una respuesta. Ella lo había investigado antes y después de que Barbara planteara la situación.

—Pues porque él ya... Bueno...—El mayor titubea al hablar, un pensamiento deteniéndolo antes de seguir hablando, no es su lugar el decirlo. Esa información debe ser contada por nadie más que Louis.

𝗧𝗵𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗹𝗶𝗻𝘀𝗼𝗻𝘀 [𝗟.𝗦]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora