MATE [VegasPete] • Español

2. Plan

Capítulo 2: Plan

VEGAS POV

Sé que es solamente un sueño en cuanto veo a mi lobo corriendo sin rumbo entre las espinas. Sé que solo se trata de un sueño porque lo veo todo desde otra perspectiva. Sé que solo es un sueño, porque incluso puedo ver hacia donde se dirige.

Su enorme cuerpo corre incontrolablemente, puedo ver gran parte de su pelaje negro azabache que se encuentra húmedo por alguna razón. Los ojos de mi lobo son rojos, pero el rojo que logro ver está lleno de arrogancia y coraje, ahora esos ojos rojos me miran pero se vuelven de un rojo carente de todos aquellos sentimientos de superioridad.

Esos ojos rojos ahora parecen transmitir miedo. Y no lo entiendo, ¿miedo de qué?

El lobo corre erráticamente pero no veo a nadie persiguiéndolo. Sin aliento, entre todo ese miedo siento mi pecho apretado. Pero sé que yo no estoy corriendo con él, entonces, ¿por qué mi pecho duele tanto?

Además, siento que la falta de aliento no se debe al cansancio de correr, sino más bien como si algo estuviera apretando mis pulmones. Está muy apretado.

Sé que solo es un sueño, pero ¿por qué no puedo despertar? Intento gritar con todas mis fuerzas, tratando de despertar, pero ¿por qué no puedo? Aprieto mi pecho, con mis ojos aún viendo al lobo. Pero de repente se detiene.

Sus ojos encuentran los míos, y el último recuerdo que contemplo es su sonrisa socarrona antes de que todo se envuelva en oscuridad.

—...gas?... ¿Joven Vegas? ¡¡Joven Vegas!!

Estoy conmocionado. Ah, joder. Tengo una migraña al despertar y sentarme de inmediato.

Me he despertado, pero puedo recordar con claridad el sueño que acabo de tener. No lo sé, no tengo miedo. Alguien como yo jamás tendría miedo de nada. Es solo que después de haber experimentado un sueño como ese, siento una sensación difícil de explicar.

No logro comprenderlo, pero de alguna manera me siento... ¿vacío?

—Joven Vegas, son casi las 8.

Volteo hacia el lado derecho de mi cama. Ken, mi asistente personal y guardaespaldas me ofrece un vaso con agua. Lo acepto y la bebo toda, limitándome a asentir en respuesta. Al segundo siguiente me levanto de la cama, me despojo de la bata de terciopelo negro y me preparo para tomar una ducha.

—Solo alista el auto. Hoy voy solo —ordeno.

Observo a Ken, parece dudar de decir algo. Finalmente lo enfrento, levantando una ceja.

—Las órdenes del Rey Alfa Chan son escoltar a su Alteza en todo momento hasta el día de la inauguración. —responde.

Suspiro. Ese viejo, actúa como si fuera mi padre.

Aunque no está del todo equivocado. Él es el padre de mi Lobo. Más preciso, su Lobo es el padre de mi Lobo. Por lo tanto, soy quien heredará el trono. Pero biológicamente, ¡no soy su hijo!

—Mi estatus no ha sido anunciado. Si me siguen a todas partes, la gente pronto lo notará. ¡No está a discusión! Tú trabajas para mí, no para él. —asevero y luego me dirijo al baño.