LUCCA ANDREOTTI
Pasaron un par de días y las cosas entre Alexa y yo continuaban tensas; el asunto del compromiso seguía latente, pero ya tenía un plan perfecto para solucionarlo y estaba a punto de ponerlo en marcha.
Pietro se puso en contacto con una periodista muy importante en Londres cuya reputación era impecable y que estaba seguro que no se dejaría sobornar para ocultar la verdad, pero tampoco podíamos arriesgarnos mucho, así que cada paso debía darse con sumo cuidado.
Mi padre haría todo lo posible por frenarnos de revelar la verdad, pero lo conocía muy bien y sabía cuales serían sus próximas jugadas; él era experto en comprar a los medios de comunicación para esconder o sacar a la luz diferentes noticias, por eso debíamos adelantarnos y encontrar a alguien que no vendiera su moral fácilmente; además, debíamos asegurarnos de dar la noticia cuanto antes y que saliera al aire lo más rápido posible para que mi padre no pudiera frenarla.
Me preocupaba mucho que la noticia de que el compromiso no era cierto saliera a la luz, pero no por mí, porque al final de cuentas, por más que el asunto enfadara a mi padre, yo ya estaba al frente del imperio Andreotti y nada cambiaría eso, mucho menos ahora que tenía el respeto de todos los funcionarios y trabajadores, además de las distintas personas que me habían conocido durante estos años, pero en el caso de Chiara, las cosas eran diferentes; sus padres enfurecerían una vez que ella respaldara mi historia y le retirarían todo su apoyo, tal vez inclusive podrían desheredarla, la apartarían y no dudarían en mostrar toda la decepción que sentían por sus acciones con el único fin de hacerla sentir mal para que los obedeciera.
Así es como funcionaban las familias como las nuestras, todas las acciones tenían una razón oculta y siempre había un motivo detrás de cada palabra; nuestros padres buscaban obtener algo de nosotros porque para eso éramos sus herederos; controlaban nuestras vidas como si fueran los dueños y planeaban nuestro futuro sin considerar nuestra opinión; así fue en el pasado y así sería siempre a menos que tomáramos la decisión de cambiar las cosas.
Durante estos cinco años dejé que mi padre tomara las decisiones y le permití manipular mi vida a su antojo, porque estaba enfermo y necesitaba un ambiente pacifico para recuperarse, así que procuraba no darle problemas, pero las cosas habían llegado muy lejos y ya no estaba dispuesto a seguir sacrificando mi futuro y mi felicidad para complacerlo.
No iba a casarme con Chiara y esa era la decisión final, no había nada en este mundo que me hiciera cambiar de opinión, podía ceder en muchas cosas menos en esto, pero a pesar de que mi decisión estaba clara, aun así, sentía preocupación.
- ¿Estás segura? – pregunté y Chiara suspiró
- Es la quinta vez que me preguntas eso y la respuesta sigue siendo la misma, ¿Esperas que me arrepienta?
- Estás arriesgando mucho
- Estoy haciendo lo que creo correcto y por primera vez... siento que estoy decidiendo algo por mí – dijo con una sonrisa – Hago esto no solo porque realmente no quiero casarme contigo, si no también porque siento que me han subestimado toda la vida, por más que me he esforzado, ellos continúan viéndome como una niña tonta que es incapaz de decidir algo por si misma y quiero demostrarme que eso no es cierto
- Pero tu familia...
- Estoy consciente de la postura que tomarán, sé que estarán furiosos y no querrán saber sobre mí en un tiempo, pero si no los paro ahora, controlarán mi vida para siempre y no puedo permitir eso
- Aunque ellos decidan quitarte su apoyo, tendrás el mío de manera incondicional – dije y su sonrisa se hizo más amplia
- ¡También tendrás mi apoyo! – exclamó Pietro haciendo su aparición
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IMPERIO
Teen FictionHan pasado cinco años desde que Alexandra Pemberton y Lucca Andreotti se vieron por última vez; pero el tan temido reencuentro por fin ha llegado y ambos tendrán que enfrentar lo que hicieron en el pasado. Tantos secretos, tantas mentiras y una nuev...