IMPERIO

CAPÍTULO 17

LUCCA ANDREOTTI

Mi padre llamó tantas veces que resultaba insoportable mientras que mi madre simplemente me había enviado un mensaje diciéndome lo furioso que se encontraba mi padre y lo orgullosa que estaba de mí por haberme puesto firme en mi decisión, pero cuando el celular volvió a sonar, perdí la poca paciencia que me quedaba y respondí.

- Papá, ya no...

- Soy Noah – dijo interrumpiéndome y me incorporé de inmediato

- Noah, hola, ¿Qué sucede? – cuestioné nervioso

- Necesitamos vernos, ¿En qué hotel te hospedas?

Le di la dirección del hotel y antes de que pudiera hacer cualquier otra pregunta, terminó la llamada dejándome sumamente confundido.

No era una sorpresa la razón por la cual quería verme, pero honestamente no estaba seguro de querer hablar del tema en este momento, porque mi cabeza seguía siendo todo un desastre, pero, aun así, esperé pacientemente a que llegara.

Unos leves golpes en la puerta me alertaron y me levanté de inmediato para abrir la puerta encontrándome con Noah que me miraba con seriedad; lo invité a pasar y nos serví dos tragos de whisky antes de tomar asiento frente a él.

El silencio era abrumador, pero antes de que pudiera decir algo, Noah colocó una caja sobre la mesa y me observó con detenimiento, como si de alguna forma estuviera evaluándome.

- ¿Para qué necesitabas verme? – pregunté

- Sé que ya sabes la verdad

- ¿Te preocupaba mi reacción? – cuestioné – No pienso irme si eso es lo que te preocupa

- Quería traerte algo, pensé que podría ayudarte – dijo mirando la caja frente a nosotros

- ¿Qué es?

- Recuerdos

- ¿Recuerdos? – pregunté confundido

- Sobre Alexa y Daphne – aclaró y con la mano temblorosa retiré la tapa de aquella caja – Cuando Alexa descubrió que estaba embarazada, comenzamos a guardarlo todo y me aseguré de grabar casi cada momento – explicó y comencé a sacar las cosas de la caja – Ella tiene varios álbumes, videos y recuerdos de cuando Daphne era bebé, pero yo también tengo bastantes cosas.

Había un par de memorias USB en la caja, así que tomé la laptop que se encontraba en el escritorio y la encendí mientras abría uno de los álbumes.

- ¿Ella tenía miedo? – pregunté en voz baja

- A veces – murmuró – En algunos momentos fue difícil, pero supo salir adelante

La primera fotografía en el álbum era de Alexa, con su vientre un poco más abultado y un vestido de flores; su cabello rubio caía por su espalda mucho más largo y una sonrisa iluminaba su rostro, se veía preciosa y tan feliz, que mi corazón se aceleraba.

- No te imaginas lo complicada que era – comentó Noah con una sonrisa – Creo que hizo pintar el cuarto de Daphne cinco veces antes de estar conforme y siempre que salíamos a algún lado terminábamos con varias bolsas de todo lo que le había gustado en el camino; era adorable, pero también un dolor de cabeza.

Continué observando las fotografías y una calidez apareció en mi pecho; había tantas fotos de Alexa durante su embarazo y cada una de ellas me parecía adorable...

- Solía tener tantos antojos que nos volvía locos y siempre pedía las combinaciones más extrañas a horas poco razonables

- ¿Cómo así? – pregunté apartando momentáneamente la mirada del álbum