Han pasado cinco años desde que Alexandra Pemberton y Lucca Andreotti se vieron por última vez; pero el tan temido reencuentro por fin ha llegado y ambos tendrán que enfrentar lo que hicieron en el pasado.
Tantos secretos, tantas mentiras y una nuev...
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LUCCA ANDREOTTI
Daphne nos escuchó y ahora no teníamos idea de dónde se encontraba, pero todos estábamos buscándola; en cuanto salió corriendo, nuestro primer impulso debió ser ir tras ella, pero tanto Alexa como yo, simplemente nos quedamos paralizados.
¡Así no era cómo debía enterarse de la verdad!
¡Se supone que se lo diríamos con calma controlando la situación!
Debimos tener más cuidado, pero ninguno de los dos esperaba que las cosas sucedieran así y ahora no sabíamos que hacer porque por más que la llamábamos, no había rastro de ella y eso empezaba a preocuparnos.
Era pequeña, pero entendía perfectamente el significado de la palabra "Padre" y justo ahora seguramente tendría mil preguntas en la mente; lo más seguro es que estuviera confundida o molesta porque no se lo dijimos, quizá estaría sorprendida de buena o mala manera, tal vez incluso ambas.
Cuando descubrí la verdad, me fue difícil procesar todas las emociones y pensamientos, por lo que podía imaginar lo que Daphne estaba sintiendo y si para mí fue complicado, para ella debía ser mucho peor.
- ¿La encontraste? – preguntó Alexa llegando hasta mí y negué
- ¿Alguna idea?
- Es buena escondiéndose y esta casa tiene muchos escondites
- ¿Entonces?
- No sé – dijo y noté que sus manos temblaban - ¿Y si se lastimó? ¿Y si no aparece? ¿Qué hacemos? – preguntó completamente nerviosa y la rodeé con mis brazos para tranquilizarla
- Ella estará bien, vamos a encontrarla
- No debió descubrirlo así... - murmuró apoyándose más contra mi pecho
- Lo sé... - susurré consolándola
Entendía su preocupación y francamente me encontraba igual o más angustiado que ella; pero no podíamos perder el control, no ahora al menos, primero debíamos encontrarla e intentar que entendiera la situación, por más difícil y enredada que fuera.
- Vamos a seguir buscando – declaré y ella asintió secando sus lágrimas – La encontraremos y todo estará bien, confía en mí
- Lo hago – respondió y acaricié su mejilla antes de que ambos volviéramos a la búsqueda
La casa era enorme y la propiedad alrededor lo era aun más, por lo que lugares para esconderse era lo que sobraba en especial para una niña pequeña; se escuchaban los gritos de mis amigos buscando a Daphne y Noah parecía un loco corriendo de aquí para allá mientras que el personal de servicio revisaba las alacenas y todos los espacios pequeños en los cuales una niña tan astuta como Daphne podría considerar esconderse, además de eso, teníamos personal buscando en los establos y en los jardines, pero el terreno era amplio, así que decidí dejar la casa y comenzar a buscar en los alrededores.
