Capítulo 33.

3.4K 305 37
                                    

Dicen que las pupilas se dilatan cuando el ojo ve a la persona que le gusta. Cuando cualquier persona realmente se centra en lograr un objetivo es cuando tiene en la mira lo que desea alcanzar. Incluso los expertos aseguran que cuando las personas tienen las pupilas dilatadas se tornan más atractivas.

JENNIE.

Cuando abrí mis ojos, sentí un dolor muscular realizarse por todo mi cuerpo. Era un peso en él que jamás había tenido. Y mi cabeza parecía un trompo, daba vueltas y vueltas, estaba confundida, no sabía en que habitación estaba, pero no era ninguna conocida; los colores eran neutros y el olor a... ¿Hospital?

Miré a los lados, buscando algo o a alguien, no sabía qué exactamente. Pestañeé varias veces, agotada, mi cuerpo exigía un descanso de más de un mes. Cuando me medio senté en la camilla, pude visualizar como en un mueble algo grande, Lisa descansaba pacíficamente. Miré por la ventana abierta y era de noche.

Tenía recuerdos vagos de lo que había pasado con anterioridad, no recordaba mucho, incluso, cuando lo hice, volví a sentir las asquerosas manos de aquel hombre y como me gritó que volvería por mí. Eso me daba escalofríos y hasta ganas de llorar.

No podía creer que las cosas terminaran así, llegar al punto de poder o más bien, de querer abusar de una mujer. Cerré mis ojos unos segundos y solté el aire contenido. A pesar de que no hacía calor, mis manos sudaban.

No era un lindo recuerdo, era algo que jamás esperé vivir. Y que si pudiera borrar de mi mente, sin dudarlo lo hiciera. Se repetía cual película, una reproducción automáticamente terrorífica. Volví la mirada al frente, medio sonreí, no sé porqué. Pero ver a Lisa en ese plan de guardiana, me daba un toque de felicidad.

Ella estaba cuidándome. ¿Cuánto tiempo tendra durmiendo así? su cuello ha de doler, lo tiene muy doblado, el mueble no es tan grande. Así que puede sentirse incómoda. Pero tampoco la quería despertar. Una de las pocas cosas que recuerdo fueron su cara y como entró a defenderme de Sehun.

Para mí es la chica más valiente que haya visto jamás. Y no puedo creer que estoy tan enamorada de ella.

Esta se movió con ligereza en el mueble, y medio abrió los ojos, miró hacia mí y cuando me vio despierta, se paró casi corriendo y tambaleándose.

—Estás despierta —dijo con una voz ronca y frotándose los ojos. Sonreí—. ¿Te sientes bien? déjame y llamo al doctor...

—Espera, Lisa —la detuve—. ¿Desde cuándo estoy aquí?

Se frotó el cuello, —Unas cuatro o cinco horas, pensé que dormirías más. Los medicos te pusieron un sedante, era lo mejor, lo necesitabas.

Se acercó a la camilla, tomó un vaso y me sirvio algo de agua. Y lo necesitaba, mi garganta estaba reseca y apenas podía pasar saliva. Así que me lo tomé.

—Lo siento —murmuré.

—¿Por qué? —cuando me mira con esos ojos de corderos es tan difícil concentrarse.

—Por no hacerte caso, o bueno, hacerles caso. Jin también me lo dijo —Lisa tomó aire y me quitó el vaso de las manos para dejarlo donde estaba antes—. Yo soy una tonta.

—No digas eso —se remojó sus labios y por más mal que me encontraba, la sola idea de besar a Lisa me tentaba, pero no podía—. Pensaste que era lo correcto pero no eres una tonta —colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja—. Eres... inteligente, hermosa y muy capaz. Y por supuesto, valiente —se fue acercando y dejó un casto beso en mi frente—. No fuiste tonta por ayudarnos y ayudarte a ti misma.

—No puedo...

—¿Que no puedes?

—Esto, Lisa —nos señalé—. No puedo ser tu hermana.

Corazón De Robot. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora