| "I still believe in our time, but you are a loner. I still believe in your heart and what you can do." |
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Recordaba como ellos se quedaron atónitos ante mi última petición, entre mis manos entregaba aquellas copias en las manos de Ichiro pidiendo que se hiciera lo correcto. Aquel hombre no merecía pagar por ese crimen que no cometió, pero es entendible que no quisiera que Yui pagará muchos años dentro de la cárcel. Sabía que en algún punto de su encierro ella se quitaría la vida por no soportar tanta presión pero sobretodo la culpa, Cerbero se equivocó al escoger esa opción.
Aunque aún así, después de todo lo que ocurrió él sabía de dónde habían salido esas niñas y el sufrimiento que vivieron en ese lugar. Pero aún así no puedo ni imaginarme como sentirá al enterarse que ya no están más en este mundo o creó que si lo siento, ya que aún no me puedo recuperar de perder a las personas que le daban sentido a mi vida, pero al final no tengo que sentirme deprimida, debo de luchar contra estás emociones a más no poder... Debo de relajarme y dejar fluir mis pensamientos... Tengo que seguir adelante ya que como dije una vez. Llorar no hará regresar a nadie.
Aunque, hay algo que no me sale de la cabeza desde ese día. Yo... Prácticamente fui la causante de todo esto, si me lo pongo a pensar y ver cada acto que convoco esta cadena de dolor y muerte... Todo termina en el día que salve a Kisaki. Yo simplemente me metí en esa pelea por qué eso hacia con todos, detestaba como los fuertes humillaban a los débiles, que incluso desearan que estos existieran. ¡Que los odiarán!.
Ese siempre fue uno de mis puntos débiles de pequeña para hacerme lanzarme a los golpes, desde que le hice pasar ese sufrimiento a Senju. No dejé que nadie más pisoteara a nadie más, incluso si me ganaba golpizas horribles jamás me detuve o me eche para atrás. ¿¡Nunca se me pasó por la maldita cabeza que uno de esos niños terminaría siendo mi maldito karma?!. ¿¡Que terminaría siendo el causante de todo...?!. Calma, los nervios y el dolor de cabeza están haciéndose presenté. Solo deja de pensar en ello Hanae.
El ascensor fue parado, me dirigí al cuarto donde ella se encontraba. Han pasado algunos días desde que fui a ver a los originales celestiales y hoy por fin después de mucho tiempo lograron quitarme ese maldito yeso, que cubría mi mano. Ahora no solo podía mover mi mano con normalidad sin también caminar sin molestia, ¡Por fin era libre!.
Sin más abrí la puerta de la habitación 23-B, al frente mío se encontraba ella ahí, se veía tan linda a decir verdad. Su herida en la cabeza físicamente ya se había sanado pero sin embargo la herida interna seguía lastimada. Mi cuerpo se dirigió a su lado enseguida para sin más sentarme, me daba tristeza verla conectada pero eso era para que se den cuenta de sus ritmos cardíacos y así vean que todo vaya con normalidad.
- Hola Emma, perdón por no haber venido antes.- Después de todo lo que sucedió ese 22 de Febrero apenas hoy 7 de marzo logré venir a verte. - Perdóname, pero... Sin darme cuenta lastimé a Draken, a Mikey... A todos en general y realmente no sé cómo mirarlos a la cara Emma. Pero sobretodo creó que no podré aguantar sus miradas después de que se enterarán que estoy enferma... Me siento un bicho raro a decir verdad.- Mordí mi labio por inercia, con sólo pensar lo que pasó simplemente no puedo perdonármelo, acaso al momento que escuchará decir eso de mi boca...¿Sería capaz de golpearme?. - Sabes, realmente quería mucho a Izana... Pero no comprendo por qué de lo mucho que llegue a quererlo terminé poniendo un muro en mis recuerdos haciéndome creer que no existía nadie que valía la pena en seguir estando en Tokio. Posiblemente haya sido por la vida tan dura que tuve desde pequeña, que termine creyendo mi propia mentira.- Mis dientes se enterraban cada vez más en mi carne, en este momento el dolor de nuevo dejo de estar en mí hace mucho. Al final supongo es por qué realmente soy una maldita perra egoísta que solo se preocupa por si misma, e incluso hasta ahora solo le importa ella misma.
