| " The memories are so nice and so cruel. That we are unaware of the dream in which we cannot escape." |
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El paso de los meses no se hicieron esperar, las flores de cerezo llegaron con la primavera mostrando consigo su máximo esplendor en todas las calles de Japón, tanto parques e incluso distritos pequeños habían sudot teñidos de su agradable tono tenue y fragancia exótica. Todos estas semanas me la pasé ocupada ya que al tener mucho encima decidí poner en marcha todo lo que había dejado de lado, un ejemplos claro fue la firma de autógrafos que al ver tanta gente idolatrandome diciendo tantas cosas positivas y maravillosas que le hacían sentir mis libros hicieron alegrar un poco mi corazón.
Aún me cuesta creer que está es mi nueva vida y más que estoy a nada de que se estrene el tráiler de una vez por todas. Después de mucho tiempo por fin pude adaptarme a mi vida nueva, ya incluso puedo salir de casa sin que los paparazzis se vuelvan locos al verme, ya que he tenido una imagen intacta y limpia desde el asesinato del señor Allen, puedo decir que cada vez mi vida se está volviendo más tranquila como siempre quise desde un inicio.
La señora Annie es quien se encarga de la comida solamente ya que por tanto ajetreo se me olvida cocinar, mientras que yo soy hago todo lo demás ya que con sólo pensar que me la paso escribiendo y leyendo me estresa. Ahora que mi memoria me llegan de piensa en pieza logré saber quién es Haji en mi vida y como lo conocí.
Fue semanas después de terminar con él, pude notar que Haji al principio no era así de amable como lo es ahora, que se asemeja a un perro faldero. Me trataba muy diferente, posiblemente solo me consideraba una mocosa más pero sin embargo en el fondo sabía que estaba dolido por lo que Aiko le había contado pero sobretodo sucedido con Yui, eso lo derrumbó por dentro a pesar que se mostró firme a lo que le dijo, perder a su familia y después a la gente con la que siento un lazo especial es demasiado duro a decir verdad.
Pero al final logró de poco a poco acoplarse a mí, aunque dudo mucho en aceptar que yo me allá convertido en la siguiente en guiar el reino, Aunque al final no me puse a discutir eso, de todos modos nadie sabe sobre mí. Absolutamente nadie sabe que yo... soy una deidad cómo lo eran ellas y que ahora era mi turno de crear mi era, pero decidí alejarme y apartarme de las peleas por mi bien metal, ya que el miedo de perder el control otra vez me hacía temer por mi fuerza bruta. Ese seguía siendo era el miedo más grande de Hanae Tachibana, volver a lastimar a alguien.
Mi taza de café era servida como cualquier rutina de mis días aquí, lleve a mi boca el pan caliente recién salido de la tostadora. Prendí la televisión para distraerme con el sonido mientras leía algunos correos en mi laptop. Uno de ellos era de Hina quien no solo me obliga a ser una de sus damas de honor en su boda, si no también ir a ver a Mitsuya a su prueba de vestido que se dará en unos días, solo espero que no me obligue a usar algo muy pálido y todo estará bien.
- Ay Hina...- ¿Quién diría que se casaría con Takemichi realmente?. No pude evitar sonreír ante tal acontecimiento, de verdad les deseo lo mejor a ambos. Takemichi realmente merece ser feliz con Hina, merecen tener una vida llena de alegría ya que después de todo lo que hizo ese idiota, no cabe duda que está muy enamorado de ella.
