| " The devil never forgot the angel died in his arms but especially since he was the one who condemned him to hell." |
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| Narrador |
Los dedos del Haitani mayor cerró los ojos de cada caído en esta guerra, pero a pesar de controlar sus emociones y mostrarse sin signos de dolor, su hermano menor sabía que ahora mismo estaba hecho pedazos.
- Al menos espero y tu tormento en el infierno no sea igual a lo que viviste aquí.- Pero aun así no podía ocultar que realmente Ran a pesar de haberla querido soltar, en el fondo le dolía esto al igual que esa muchacha que se encontraba en el suelo. Hinata sacudía con cuidado los hombros de su hermana mayor pero está no respondía.
La gemela menor de las hermanas Tachibana cada vez se desesperaba más al no tener respuesta de ella. Es como si su ser y alma habían abandonado su cuerpo por completo. Draken le daba leves golpesitos en su rostro pero está aún no reaccionaba.
- ¡Hanae! ¿¡Puedes oírme?!. - Takemichi al igual trataba de hacerla reaccionar pero el resultado era el mismo. -Se ve muy mal Draken, deberíamos llevarla al hospi...?!- Murmullos comenzaron a salir de su boca, de algún modo eso los alivió un poco, pensaron por unos segundos que estaba en estado de shock por el asombro de ver morir a dos personas al frente suyo.
- Hermana, tenemos que irnos de aquí...¿Si?.- Otro segundo en silencio paso pero sin embargo está vez, los brazos de ella se soltaron del los dos chicos que la sujetaban para que está no se volviera a caer. - Hanae...- Dejo con la palabra a su Hinata para sin más solo comenzar a dirigirse dónde tanto ellos la habían apartado.
La sangre seguía brotando de la boca de Kisaki pero eso no era el problema, a unos cuantos pasos se encontraba Manjiro Sano. Su mirada lo decía todo estaba más que claro que Kisaki tenía muchos problemas y más por aquellas palabras que había dicho. Había firmado su sentencia sin darse cuenta.
- Nunca te perdonaré es...- Mikey ni siquiera escuchó los pasos de ella aproximarse, antes que pudiera frenarla Hanae ya se encontraba frente a Kisaki mirándolo fijamente a los ojos.
Este se iba a alejar pero algo no cuadraba, su presencia no se asemejaba para nada a la que tenía acostumbrado. Su respiración se escuchaba tan agitada pero sobretodo tenía un toque más profundo que de lo acordado.
- De pié.- La cara de Kisaki fue de confusión, no paso ni un segundo ya que de la nada sus cabellos fueron jalados haciéndolo levantarse enseguida del suelo. Incluso sabiendo que tenía un arma a su merced sabía que la tipa enfrente suyo era incluso capaz de dispararle con esa misma.
Sus cabellos fueron soltados y se percató de algo que lo dejo atónito, podía ver resto de sus mechones rubios haber sido arrancados al momento que ella lo tomó, incluso sentía arder su cuero cabelludo como si le hubieran cortado la cabeza con una navaja.
