| " The pain is present every day, but it is better to continue and pretend to myself". |
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El sonido de los motores resonando se escuchaba en toda la cuadra que rodeaba el complejo, varios habían dejado su reporte de la búsqueda pero todos coincidían con lo mismo, en cambio su comandante ignoro tal respuesta y nuevamente lanzó a todos a la búsqueda del capitán de la tercera división.
El joven rubio viendo que la noche estaba apunto de caer se preocupó aún más, su novia estaba hecha un caos, estaba desaparecida y... Realmente había ido a todos los lugares que ella podría estar, pero eso no lo detendría.
- Emma por favor quédate con Hina hasta que su madre regrese, Kenchin y yo iremos a buscar de nuevo a Hanae.- Tomo su saco y sin más está accedió ya que se trataba de su amiga quien hablan.
- Si, descuida. También le avisaré al abuelo de la situación y también por si llega a ir a la casa..- Sin más se alejo un poco para empezar a llamar al número de su abuelo.
- Por favor, encuéntrala Mikey. Esta apunto de llover y sabes que pasa si se enferma.- Respondió Hina desde atrás, ella quiere salir ayudar pero si lo hace ¿Quién cuidara a Naoto?.
- Descuida, te prometo que no regresaré hasta que la encuentre Hina...- Su mano apoyó su cabeza mientras aquella sonrisa aparecía en su rostro, sin más solo se dedicó a dirigirse hacia las únicas dos motos estacionadas en el lugar.
- Oye Mikey... De verdad no tienes idea de dónde puede estar.- Este se detuvo de golpe en una de las escaleras, su mirada permanencia perdida ya que de todos los lugares ambos iban en ningún estaba, incluso en los que ella le había enseñado su presencia no estaba. Pero no importaba ya que conducirá hasta el amanecer hasta hallarla.
| HANAE |
Los truenos se escuchan a lo lejos, los rayos se cruzaban al mismo tiempo que el olor de la humedad se empezaba a oler por todas partes, la lluvia caerá en la madrugada lo mas seguro. Pero incluso aunque la noche apenas este cayendo se podía ver toda la soledad en toda shibuya.
Ahora que el dolor regresaba podía sentir ese ardor horrible en mi piel, pero aun así antes de que este regresará sentía una gran molestia al tragar la saliva. No poder sentir dolor, no te hace invencible por lo visto. Aquellas punzadas regresaban a mi cabeza como hace rato, pero está vez al menos estoy sola... Mientras esté tranquila y no me exalte con todo este enojó que tengo nadie estará en peligro.
Ya había logrado tranquilizarme un poco, pero esa maldita volvió alborotar estos malditos impulsos. Juro que luego nos veremos las caras y esa vez la mataré y acabaré con esto. Primero la destruiré a ella antes de que ella lo haga conmigo.
Mis pasos resonaron en el pavimento, mis tenis escurrían el alcohol que había caído al momento que tiré todos las bebidas de Izakaya, demonios apesto horrible. Entre mis manos se encontraban aquellos papeles que simplemente con sólo recordar lo que dijo Aiko ya no valían nada para mí... Al final esa tipa y yo somos " Familia" que asco.
