|"The start of this storm and the desire for the truth" |
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Todo comenzaba a ser más claro con el paso de los segundos, las vibraciones me hacían abrir lentamente los ojos para toparme con varias personas sentadas a mi alrededor, estaba viajando dentro de un tren... ¿Cuál era el curso de este?.
- ¡Tokyo!..¡Todos abajo!..¡TOKYO! ¡TODOS ABAJO!.- Mire a mis muslos y lo único que sostenía era una maleta pequeña para posiblemente unos días. ¿Acaso trabajaba fuera y venía de visita?.
- Señorita..- Una mano tocó mi hombro haciendo que diera un brincó y me girará a ver. - Lo.. Lo siento, pero usted me dijo que dormiría un poco antes de llegar a Tokyo...- La mujer mayor solo me había despertado para evitar perder mi parada, que amable.
- Muchas gracias... Y fue un gusto conocerla.- Me levanté de mi asiento tomando mi maleta rápido, baje de las escaleras metálicas topandome con varías personas a mi alrededor que me robaban el oxígeno, el reloj de la estación señalaba las 5 de la tarde, incluso ya está apunto de anochecer. -Demonios.... ¿Que hago ahora...?- Tome mi teléfono de mi bolso para buscar a Naoto, mordí mi labio sin querer al ver lo que pasaba frente a mi pantalla. -Pero qué...?!.- Su contacto no estaba, sinceramente estaba apunto de buscar ayuda en Facebook pero unos brazos atrás mío me hicieron casi caer de frente.
- ¡Hanea!...- Reconocía esa voz tan infantil pero al vez dulce de cualquier maldito lado, mi cuerpo se quedó en shock al sentir sus manos tocando mi pecho, pero sobretodo en como al momento de darme vuelta nuestros ojos conectaron. - Me costo demasiado diferenciarte entre todos y más por tu cabello...- Ella estaba enfrenté mío, aquella foto que tenía Naoto en su escritorio... Era exactamente como era Hina actualmente, ambas manteníamos la misma estatura 1.53 o 1.54 aproximadamente, aunque como dijo ella nuestro tono de cabello y sobretodo masa muscular se diferencia un poco. - Te dije que no te siguieras pintando el cabello de negro, ahora tu cabello natural es café oscuro...¡ESTAS HACIENDO QUE YA NO NOS PAREZCAMOS!...Y tú sabes que entre más nos parezcamos me?!...- Mis brazos no la dejaron terminar ya que enserio no podía creerlo. - Oye... Hanae...¿Estás bien?...- No me había dado cuenta pero seguía en shock, quería llorar pero no iba a dejarla preocuparse por mi. - Hanae, Vámonos a casa, Naoto nos está esperando en casa...Papa y mamá ya están esperándonos...¡APÚRATE!.- Tomo mi mano y me llevo rápido entre la multitud, aún no podía ni siquiera pensar en lo que estaba pasando a mi alrededor, Hina estaba viva... Mi corazón se llenó de alegría.. Funcióno, ¡La misión funcionó!.
Hina hablaba de tantas cosas que sinceramente no ponía atención y contestaba por inercia, su rostro, ojos, piel.. Todo era como yo lo imaginaba, aún tenía ese toque dulce que nos diferenciaba de las dos.
- ¿Ya decidiste por fin regresar a casa?..- Abrí mis ojos de par en par, ¿Cómo que regresar?.
- Ah...¿Regresar?.- Su rostro lleno de felicidad se fue desvaneciendo haciendome sentir un poco mal, pero... Es que no sabía que pasaba, ¿Yo no había arreglado todo en el pasado?.
