| "When you are with me the world and everything else disappears, but at the cost of that I want to have you here."|
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La llave del grifo fue cerrada, tomé aquel trapo a mi lado para dirigirme hacía la sala con la cubeta que había llenado. La insensibilidad al dolor llegó exactamente hace unos minutos, así que me muevo con mucha facilidad sin sentir el ardor alrededor de mi cuerpo. Si no fuera por qué tiene esa cicatriz no lo hubiera reconocido, tenía suerte que no llamara a Naoto para que se lo llevará preso, al fin y al cabo es un criminal. Pero solo por ser amigo de Izana y ser miembro de Bonten lo dejaría libré, pero no sin antes que me hablará de su ingenuo líder que me subestima incluso hasta el día de hoy.
Su cuerpo estaba amarrado en una de las sillas del comedor, al ser de metal se le haría difícil romperla pero al mismo tiempo también le había hecho demasiados nudos para que no se liberará fácilmente de estos, a este paso solamente con un cuchillo se podría liberar. Aún seguía inconciente, pero si estaba fingiendo tenía una manera para hacerlo despertar fácilmente.
- Te voy a dar a la de tres...Si no dejas de fingir vas a sentir la peor sensación que ha sentido un humano en la vida.- No estaba jugando, así que simplemente verti el trapo en el agua mojandolo por completo. Hay diversas maneras para hacer alguien hablar a bases de torturas, he sufrido diversas en el pasado pero ninguna era basada en el ahogamiento. Amarré alrededor el trapo en su cabeza cubriéndola por completo para sin más sujetarlo y hacerlo ver para arriba. - En tres...- Tomé con mi mano libre el vaso con agua, no era mala. Solo que ya no estaba dispuesta a qué tiempo corra más...está era mi oportunidad. - Dos...- Posicione el vaso arriba de su cabeza para que fuera de un solo tiró, no sé si esto me vuelve igual de mala como lo fue ella, pero sin embargo a éste punto de mi vida ya no me importa nada.... Ya no hay marcha atrás. - Uno.- Dejé caer el vaso a su cara, pasaron los segundos y pude notar como atrávez del trapo como sus gestos cambiaron, en los libros de historias nos contaba que está técnica era usada por los nazis, si querías saber cómo se siente ahogarte en el mar está era la manera más fácil y efectiva. Sus pies patalean así que está lo suficiente despierto para dejar de seguir fingiendo.
Solté sus cabellos de golpe y este simplemente se puso recto, sus manos permanencian atadas así que el trapo seguía ocultando su rostro pero sobretodo su visión. Me insultaba, me gritaba... Pero sin embargo nadie lo iba a escuchar, al ser el departamento más caro de mi maldito edificio era totalmente difícil que alguien nos escuchará las paredes eran gruesas, pero sobretodo no tenía vecinos el más cercano estaba en la planta baja, pero al ser un anciano mayor y por la cual tengo una estrecha amistad no me dirá nada si llega a escuchar algo. Hacer eso no te ayudará Kakucho.
- Maldita perra... ¡Sueltame!.- Gritó, pero sin embargo solo me dediqué a mirar con seriedad aquel tatuaje que había partido en dos hace rato, aún no entiendo cómo terminó en Bonten este tipo junto a Mikey.
