LOS TRES FREAKS CONTRA EL MUNDO

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Se dirigían a la casa de sus padres, después que llamaran Eddie y le explicaran la situación y lo dejaran decidir sobre la misma, él había aceptado sin vacilar, en el interior Steve hubiera preferido que dijera que no.

Se había sacrificado por su amigo e igualmente termino condenando a dos de ellos, Steve quería gritarles por lo jodidamente estúpidos que eran, el no valía la pena y aquí estaban conduciendo por las vacías carreteras de Hawkins hacia su hogar para que pudiera buscar algunas de sus cosas y pensar en un plan mejor.

Eddie lo miraba por el espejo retrovisor de su camioneta cada cierto tiempo, le daba una sonrisa tranquilizadora y le garantizaba que todo saldría bien, tenía su cabello en un desordenado rodete y se le escapan algunos mechones de cabello negro a los lados de su rostro los cueles se balanceaban junto con la brisa que dejaba pasar la ventanilla semiabierta, Steve encontró esto vagamente hipnotizante.

El toque firme de Robin apretando su mano todavía seguía, ella no lo había soltado en todo este tiempo y Steve se sentía seguro a pesar de la culpa.

Habían llegado sin incidentes suponiendo que Jasón se había tomado su tiempo destrozando su auto, suponían que todavía contaban con un par de horas para que el rumor de que Steve Harrington era homosexual se esparciera.

Apenas entraron a la casa, Eddie tomo nuevamente el mando de la situación.

-. Stevie porque no subes y preparas una mochila con lo más esencial y descansas un poco estaré todavía aquí cuando bajes y Robin también – Trato de hablar con su voz más suave, se estaba esforzando mucho en que no haya más que ternura y compresión en ella, notaba el hecho que Steve aún no había parado de temblar en todo el viaje a pesar de que estaba visiblemente más relajado por lo menos había superado su ataque de pánico al ver su BMW destrozado.

Robin y Eddie se quedaron en la sala estar, estaban constantemente en tensión mirando por los ventanales de la casa por si venia alguien hostil.

Cuando Steve bajo con un pequeño bolso de ropa y sus medicamentos, sus amigos seguían el mismo lugar donde los dejo, parados cerca de la entrada cada uno tomo una sus manos y lo llevaron al sofá mas cercano.

A estas alturas había quedado bastante claro quien tomaba las decisiones, Robin estaba demasiado sumida en su culpa y Steve seguramente los encerraría y se sacrificaría a el mismo con tal que a ellos los dejen en paz.

Eddie realmente tenía que pensar bien las cosas, Steve estaba en riesgo no podía permitirse ningún error lo primero que necesitaban es dinero y algo de ropa para él y para Robin.

-bien Steve necesito que me escuches, ¿por favor cariño mírame? – Steve que hasta ese momento se volvió encerrar en su mente se enfocó en Eddie -bien echo Stevie, necesito salir.

Steve empezó a negar con cabeza desesperadamente – ¡no! Es demasiado peligroso Eds por favor quédate – Steve volvió a estar al borde del llanto, se sentía una carga e inútil, esto era distintos a los monstruos Steve podía luchar con ellos por lo menos.

Con esto en mente trato de convencer a Eddie.

-No te arriesgues más de lo necesario ya es bastante estúpido que estés conmigo.

Eddie lo quedo mirando con incredulidad de verdad pensaba que se iba quedar con los brazos cruzados viendo el caos comenzar, de verdad Steve no tenía idea alguna sobre el impacto que tiene sobre los demás.

Steve era la roca de su grupo, Steve era una manta acogedora en un día frío, Steve era noches de calabozos y dragones al final de los días mas estresantes, el sabría con cierta tristeza que a todos les haría falta de ahora en adelante, se sentía un poco egoísta el sentirse aliviado poder quedarse a su lado en este momento.

Disaster (steddie) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora