➵ Pastel || 𝟒

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—¿Cómo conseguiste el permiso para usar la cocina? —Preguntó Samantha.
—Porque necesitaba hornear un pastel para "el cumpleaños de mamá" —Respondió mientras ponía un tono de voz "inocente".
—Muchas gracias de nuevo Osvaldo, estaba pensando en que tendríamos que hacerlo a escondidas de todos los elfos —Giselle rió.

—Okey, no es por arruinar el ambiente... ¿Pero nosotros que ganamos con esto? —Tomás estaba recargado en el marco de la puerta, su labor era vigilar que ningún maestro o prefecto los viera, esa era la condición puesta por los elfos.
Giselle hizo una expresión simulando estar ofendida
—¡Verme feliz! Al lado del amor de mi vida por supuesto.

—Eso dijiste con el Profesor Doblas ¿Nadie se acuerda de eso? —Tomás cuestionó. 
—¡¿Te gustaba el Profesor Doblas?! —Samantha jadeó.
—Claro que no... —Giselle estaba a la defensiva —¡Dijiste que guardarías el secreto! Ahora sí estoy ofendida.
—¿Quieren dejar de pelearse un minuto? —Abril los regañó —Menos habla y más mezcla.

—Bien... Osvaldo, ¿Puedes batir mantequilla junto a un poco de azúcar?
A todos se les asignó su tarea después de eso, comenzaron a revolver, acomodar y jugar con los ingredientes. El tiempo se pasó volando y cuando se dieron cuenta, habían terminado. Tomás se había quedado dormido, malas noticias.
No se dieron cuenta que alguien había entrado ahí sin avisar.

—¿Se puede saber qué están haciendo? —La voz era firme, retumbó en los oídos de todos y en toda la habitación en general.
—Un pastel... para el cumpleaños de la madre de mi amigo —Abril señaló a Osvaldo.
—¿Con el permiso de quién? —El chico se cruzó de brazos.
—Para empezar, ¿Qué te importa a ti?
—¡Osvaldo! —Samantha lo calló.

—Me importa porque fácilmente puedo hablar con su profesor titular o alguno de sus prefectos para que ellos mismos pasen el reporte —Sonrió de forma altanera.
—¿Pero quién te crees? ¿En qué te molesta?
El desconocido soltó un risotada.
—Mucho gusto, Franco Ormaechea, Prefecto de Slytherin —Hizo una pausa y miró a su costado —¿Por qué hay un alumno dormido acá?

—Nosotros ya nos íbamos, lamentamos las molestias —Giselle tomó el pastel y les hizo señas a los demás de que salieran. Estando ya afuera, nuevamente les habló.
—Ni crean que van a dejar a su compañero acá.
—Adelantense, yo voy a despertar a Tomás —Osvaldo regresó a la cocina.

—¡¿Una semana?! —Samantha se quejó —Yo quería ir a hacer la prueba para entrar al equipo de Quidditch y es este Jueves la misma hora del castigo

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—¡¿Una semana?! —Samantha se quejó —Yo quería ir a hacer la prueba para entrar al equipo de Quidditch y es este Jueves la misma hora del castigo.
—Yo tenía una cita el sábado, ahora no podré ir a Hogsmade —Abril estaba el doble de enojada.
—Eso no es nada, yo tenía práctica el viernes —Tomás puso sus manos sobre su cara.
—Pues yo no tenía nada que hacer —Osvaldo le restó importancia.

—¡Todo es tu culpa Arbillaga!
El de lentes hizo una mueca de hartazgo —¿Mi culpa? ¡No! Tengo una mejor ¿Por qué siempre es mi culpa?
Abril se puso de pie y se acercó amenazante —No lo sería si no te hubieras quedado dormido.
—¡La culpa es de Giselle! —Gritó Osvaldo —Por ella nos metimos en problemas, ¿Dónde está ella ahora por cierto?

—¡La culpa es de Giselle! —Gritó Osvaldo —Por ella nos metimos en problemas, ¿Dónde está ella ahora por cierto?

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—En serio Franco, amigo, necesito hablar con él —Giselle intentaba convencerlo.
—En primera, no soy tu amigo así que llámame Ormaechea. En segunda, ya te dije un trillón de veces que no puedes entrar, regresa por donde viniste.
—¡No me puedes prohibir la entrada!

—No puedo si alguien te invito, nadie te ha invitado, así que vete —Cada vez estaba más fastidiado.
—¿Tan siquiera puedes decirle que salga? —Preguntó
Franco había llegado a su límite, suspiró tratando de calmarse —No está aquí, tiene práctica de Quidditch. ¿Contenta?

—¡Por ahí hubieses empezado! —Gritó. Antes de irse abrió la canasta donde llevaba las cosas, sacó un pequeño pastelito decorado de forma linda —Ten, un regalo dulce para que ya no tengas un mal carácter —Se lo dió y se dirigió a donde los jugadores practicaban.
Mientras se iba, Franco observó el pastelito, sonrió un poco y comió, no iba a negarlo, estaba delicioso.

Mientras iba caminando, observó el cielo, estaba totalmente nublado, posiblemente en una hora o dos, comenzaría a llover

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Mientras iba caminando, observó el cielo, estaba totalmente nublado, posiblemente en una hora o dos, comenzaría a llover.
En el cielo, vió a los jugadores de Slytherin. Ya no tenía miedo, estaba segura de sí misma.
Intentaba acercarse a los bancos cuando sintió un gran golpe en el estómago, soltó la canasta y perdió el aire totalmente. Una Bludger perdida la había golpeado.

—¡Le dió a una chica! —Gritó uno de los golpeadores.
—No puede ser... ¡Lo siento! No puedo ver con la niebla, además está muy nublado hoy.
Rápidamente bajaron en sus escobas o corrieron los que ya estaban en el piso para acercarse y ayudarla.

—Hay que llevarla a la enfermería —Dijo el guardián.
—¿Giselle? —Preguntó Buhajeruk.
—¿La conoces? —Voltearon a él. Él alzó los hombros.
—Sí, algo así. Yo puedo llevarla a la enfermería —Todos asintieron —Sigan sin mí, me quedaré por cualquier cosa —Iván se alejó con la chica en brazos.

—¿No es la chica con la que hablaba ese día después del partido? —Gabriel le preguntó a Néstor.
—Es cierto, no me acordaba —Se quedó pensando —Se va a quedar con ella en la enfermería —Codeó a su amigo pelirrojo —¿Entiendes? —Ambos rieron.
—Eu, ¿Qué es eso? Ella lo traía en la mano —Rodrigo se acercó a la canasta —¡Es comida!

—¿No está mal tomar cosas que no son de nosotros?
Todo el equipo se unió para contestar un sonoro "No" y se acercaron, lo bueno del asunto es que la comida estaba intacta, una lástima que Iván no iba a poder probarla.

—¿No está mal tomar cosas que no son de nosotros? Todo el equipo se unió para contestar un sonoro "No" y se acercaron, lo bueno del asunto es que la comida estaba intacta, una lástima que Iván no iba a poder probarla

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➵ Franco Ormaechea es Farfadox.

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𝖆𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖓𝖙𝖎𝖆 | 𝘀𝗽𝗿𝗲𝗲𝗻𝗱𝗺𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora