➵ Revisión || 𝟏𝟔「3」

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—¡Woah! ¿Tantas cosas? —Samantha estaba sorprendida.

—¡Sí! Los dos lo escuchamos, hay un ladrón en Hogwarts y puede crear armas con pociones.

Estaban reunidos en la sala común, discutiendo sobre lo que los dos chicos habían oído.

—Ah, también dijeron que harían una revisión a las habitaciones, mañana durante la primera hora de clases.

—Así que escondan bien cualquier cosa ilegal que tengan —Les dijo Tomás en forma de burla.

—No somos tú men —Osvaldo se quejó —, pero lo mejor es que si escondan la mínima cosa sospechosa a menos que quieran tener una visita a Azkaban.

—¡No nos llevarán a Azkaban! —Abril le tiró una almohada en en el rostro.

El ruido de la madera en las escaleras rechinando los interrumpió, Giselle bajó, lucía somnolienta.

—¿Qué hacen despiertos?

—¡Tenemos noticias Gigi! —Se levantó Tomás para acercarse a su amiga.

—Dale, me las cuentas mañana —Le dio palmadas sobre su hombro —. Ahora es tiempo de ir a dormir, vamos chicas.

—Pero mañana no habrá tiempo para...

—Giselle tiene razón, podemos ponerla al corriente mañana temprano, por ahora vayan a dormir y no le cuenten esto a nadie más, no debemos interferir con encontrar al culpable —Abril opinó, luego de eso se levantó para estirar su cuerpo, se iba a preparar para dormir.

Tomás accedió y se despidió de las tres chicas, ellas subieron a sus dormitorios dejándolos solos.

—¿Quién crees que sea el ladrón? —Le preguntó Osvaldo.

—La verdad no lo sé, todo esto está muy raro... quizá nos pueda ayudar con el tema de Giselle.

—¡Es verdad! Ahora la escuela tendrá un nuevo enemigo y se olvidarán de lo que hizo Giselle —Respondió con una sonrisa enorme.

—Sos un estúpido —Tomás rodó los ojos con hartazgo y subió las escaleras para llegar a su habitación.

—¿Qué dije mal?

—¿Qué dije mal?

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POV Iván

No dejaba de rodar sobre aquella pequeña e incómoda cama. Suspiré frustrado y me senté. Me sentía inquieto, además que no podía sacar de mi cabeza lo que había pasado los últimos días.

Miré el reloj en la pared, eran las 4:52 de la mañana, en menos de dos horas debíamos estar todos arriba para asistir a clases.
Volteé a un lado, observando a Rodrigo quien dormía pacíficamente, en este momento de insomnio le tenía bastante envidia.

Me acerqué a mi escritorio, miré todas mis cosas ahí. Tomé uno de mis cuadernos designados a mis garabatos, supuse que si dibujaba un rato lograría relajarme, al abrirla un pergamino perfectamente doblado cayó sobre mi.

Lo analicé un momento antes de abrirlo, al leerlo lo reconocí de inmediato. Era la carta que Giselle me había dado cuando creyó que mi padre había enfermado. Inconscientemente sonreí al recordar ese malentendido pero sobretodo el lindo rostro tímido y avergonzado de Giselle.

Giselle... Quizá me excedí un poco por como la traté, realmente nunca escuché su versión de los hechos. En serio se veía confundida y que decía la verdad... o quizá solo era una buena actriz.

Dejé la carta a un lado y comencé a trazar algo sobre el pergamino de mi cuaderno.

Estaba en un dilema interno, yo mismo había escuchado al profesor decir que fue ella quien había hablado... aunque dijo que sonaba distinta.

Dejé la pluma a un lado para sostenerme la cabeza, me estaba matando un dolor agudo en esta. Me recargué sobre mi escritorio tratando de no hacer tanto ruido debido al dolor. Duró minutos que se sintieron eternos, cuando sentí que se había calmado volví en sí. Una voz me aturdió.

—¿Qué hacés ya despierto? Siempre eres el último en levantarse —Era Néstor, tenía el cabello desarreglado y su pijama mal puesta.

—Ah... disculpá, ¿Te desperté?

—No, no... solo que iba al baño y te vi ahí sentado, ¿estás bien?

—Sí, no pasá nada —Sonreí —. Solo no tengo sueño.

—Bueno... aún así deberías dormir tan siquiera un rato... tenés media hora disponible, aprovechá.

Asentí y vi como salió del dormitorio para dirigirse al baño. Regresé la mirada a mi escritorio, especialmente a mi dibujo.

Era ella, Giselle.

Sonreí al ver su rostro ahí, no tenía idea que tenía tan presente como luce y todas sus facciones. Decidí que le daría el beneficio de la duda, así que en cuanto la vea le daría el dibujo, para volver a ser amigos como antes.

Regresé a la cama, me sentía más tranquilo y pude dormir tan siquiera un poco, nada de inquietudes ni incomodidad.

Regresé a la cama, me sentía más tranquilo y pude dormir tan siquiera un poco, nada de inquietudes ni incomodidad

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— cake ♡

𝖆𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖓𝖙𝖎𝖆 | 𝘀𝗽𝗿𝗲𝗲𝗻𝗱𝗺𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora