《《《 ♡ 》》》Beomgyu no era denominado "La Reina de Huimang" solo por su bonito físico y su estilo, era más. Su nombre figuraba entre los mejores estudiantes de su año y además, era un alma social. Era totalmente seguro de que si lo saludaban terminarían teniendo una conversación y las personas adoran eso, adoran a Beomgyu.
Taehyun observó al rubio reír con unas chicas de su clase, algunas de las que habían murmurado especulaciones anteriormente. Él era un poco rencoroso así que su mente no dejaba de insultarlas por ser tan hipócritas. Además, se suponía que Beomgyu había ido al salón por él, no por aquellas tontas.
Sunoo también era un estudiante estrella y el mejor en matemáticas. El chico, a pesar de dedicar un extenso tiempo a su delineado diario y a escoger los siete pendientes que pondría pondría sus orejas, también era un genio en cálculo y lógica. Al contrario de Beomgyu, era menos social y aunque intentaba ser cordial y amigable, en serio le resultaba pesado tener que mantener conversación con todos.
Por eso el castaño y el pelinegro se encontraban parados esperando que Beomgyu terminara su amena charla que parecía no querer soltar.
- Me estoy hartando- se quejó Kim- iré afuera, tú intenta separarlo- y lo dejó solo frente a sus compañeras y el rubio.
- Beomgyu- intentó llamar pero fue en un tono muy bajo y no logró ser escuchado.
Decidió acercarse un poco y volver a decir su nombre, pero de nuevo no recibió respuesta. Resignado se acercó y sin pensarlo tomó su mano, lo que si llamó la atención de Beomgyu que lo miró sonriente esperando a que dijera algo.
Claro que no solo él lo notó, sino las chismosas de sus compañeras que quedaron estupefactas ante ese acto. Ese chico tomaba la mano de Beomgyu sin ningún descaro.
- Vámonos, tenemos algo qué hacer.
- ¡Oh sí! Lo había olvidado, lo siento chicas, pero debo ir con Taehyunie- Se despidió y caminaron juntos hasta la salida donde los esperaba Sunoo quien estaba usando su celular para distraerse.
El pelinegro se dio cuenta de que Taehyun sostenía la mano se su mejor amigo y que ninguno parecía darse cuenta de ello. Sonrió discretamente y esperó que ambos se adelantaran para tomar una foto ya que la escena le parecía tierna.
Sunoo recuerda muchas cosas de la niñez, como que esos dos siempre iban a todos lados tomados de la mano, incluso en clases. Además, se robaban tiernos besos en las mejillas. Eran como un par de noviecitos muy adorables y él como fan del romance desde esos tiempos los admiraba con brillo en los ojos.
Las cosas parecían tomar rumbo nuevamente, de manera natural.
《《《 ♡ 》》》
— ¿Mezclilla o cuero? —preguntó Beomgyu sosteniendo dos chaquetas en ambas manos.
— Cuero —respondió rápidamente Sunoo levantando su vista del celular— ¿Tú qué opinas, Taehyun?
— Una siesta de dos horas me quedaría perfecta —bromeó un poco ganándose la mirada aguda de Beomgyu fija en él— o la que digan ustedes —terminó añadiendo.
El rubio lanzó la chaqueta de cuero a la cama y volvió al closet en busca de alguna otra pieza. Todo iba a salir de su ropa, porque al parecer el castaño solo tenía camisetas, pantalones anchos y buzos. Y aunque era un estilo normal para un adolescente, no servía de mucho en la situación en la que se encontraban.
— Debes colaborar, Taehyunnie —reprochó Beomgyu acercándose al mencionado. Colocó varias prendas frente a él apreciando al ojo como se verían.
Sunoo se acercó a ellos y colocó en las orejas del castaño un par de pendientes magnéticos que iban perfectos con las vibras que querían que diese.
Minutos después habían terminado con Taehyun y apreciaron sin reparos su obra. Sonrieron orgullosos ante la imagen que proyectaba el chico en ese momento y no tardaron en sacar sus celulares para llenarlos de fotos en las que obligaron al castaño a posar. Después, sentados en la cama de Beomgyu se dispusieron a chillar cada que pasaban una que otra foto de Taehyun que había saludo divina.
— Ahora te toca esperarnos, Taehyunnie, Sunie y yo nos cambiaremos para salir.
Kang los miró incrédulo ante este nuevo plan del que no tenía idea. Una cosa era dejarse usar de maniquí para sus dos amigos y otra muy diferente era salir vestido así. De seguro llamaría la atención y era lo que menos necesitaba. Sin embargo, no tuvo tiempo de objetar porque ya había sido echado del cuarto de Beomgyu y amenazado para que no tocara nada de lo que le habían puesto.
Resoplando se dirigió a su habitación y tomó su celular para distraerse. En la parte superior de sus chats estaba el de Sunoo, agendado como Kim, quien le había enviado todas las fotos que le había tomado antes. Pudo ver desde otra perspectiva aquel atuendo en él, que aunque era extraño no dejaba de verse bien. Lo admitía, aunque también las ganas de volver a enfundarse su buzo y deshacerse de los pendientes.
Deslizando en la pantalla se encontró con una foto desprevenida. Allí estaba él, quieto mientras Beomgyu frente a él acomodaba su cabello. La sensación de calidez se asentó en su pecho. Todo por culpa de la sonrisa del rubio, porque evocó los recuerdos de ese momento, en que lo tuvo de frente, sonriéndole mientras le susurraba que no se atreviera a moverse.
Entró a su Instagram colocó la foto en su historia, coloreando la parte de sus rostros y agregando una frase que empequeñeció tanto hasta que fue ilegible.
Una frase que solo él sería capaz de notar y recordar. Algo como: "sonríeme así, siempre".
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¡Hola! Si alguien aún lee esto, ¿cómo están?
Tenía mucho sin pasar por aquí porque mi vida ahora mismo es un caos </3 Creo que había contado que estoy haciendo mi tesis para recibirme en la universidad y a parte tengo un nuevo trabajo como secretaria que me consume todo el tiempo. Cuando llego a casa ya es de noche y estoy tan agotada que solo quiero dormir.
Agradezco al Huracán Fiona porque no hubo trabajo ni clases hoy así que solo estudié en la tarde desde mi habitación y pude leer y escribir como hace tiempo no hacía.
Las actualizaciones aquí serán lentas, pero realmente quiero continuarla porque amo Bittersweet.¡Moatori se despide! <3

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Bittersweet | Taegyu
Fanfiction《 Taehyun y Beomgyu se hicieron infantiles promesas que fueron imposibles de sostener gracias a la distancia. Volverse a ver fue un choque abrupto a sus vidas cuando ambos adolescentes habían construido nuevas rutinas sin la compañía del otro. Podí...