Bittersweet | Taegyu

veintidós ~

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Tras las pesadas semanas de estudio intensivo y exámenes, la fiesta de Navidad comenzó a hacerse una realidad más palpable. Así que Beomgyu pasaba mucho tiempo fuera de casa, yendo a hacer preparativos con sus amigos. Pero en su cabeza todo valía la pena, por mucho.

Se había ensimismado tanto en la idea de una fiesta perfecta que entró en la faceta de reina déspota a la que todos temían. Incluso Sunoo llegó a arrepentirse de haberle incitado preparar el evento, ya que para Beomgyu dejó de ser una simple fiesta de adolescentes para convertirse en su meta principal de fin de año.

— Ese foco no es suficiente —bufó y se colocó las manos sobre las caderas.

— Es el único que tengo. En casa funciona bien, pero creo que el salón es muy grande para él.

Beomgyu miró a Jay con un rostro fulminante y este se encogió de hombros restándole importancia al drama de su amigo. De todos, Jay era el más estable a la hora de lidiar con Beomgyu, lo cual lo convertía siempre en el segundo a cargo, para cuando el rubio perdiera la cabeza.

— ¿Alguien más tiene un foco? —preguntó resignado ante la actitud de Park.

Al final, Sunghoon terminó llamando a un tío suyo para que prestara el dichoso foco y con esto Beomgyu logró calmarse.

En su mente, todo debía salir bien. Nada podía estar fuera de lugar, porque ese día tenía que estar lo suficientemente despreocupado para lograr su cometido. Situación a la que no le había encontrado pies ni cabeza y tampoco se había preocupado por ponerle nombre, simplemente se trataba de pasar tiempo con Taehyun antes de volar a Australia. Aunque sabía que se trataba de algo más, quizá dejar una huella que fuese imposible de borrar hasta que reiniciaran las clases luego de las vacaciones de invierno.

Además, la idea de tener al castaño cerca toda la noche, lo emocionaba más de lo que imaginó, sin embargo no le causaba ningún conflicto las ganas de que lo viera solo a él.

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La noche esperada llegó. Así que los estudiantes de Huimang que tuvieron la dicha de ser invitados estaban un poco más que eufóricos. Y aquellos que no habían contado con la suerte, se mantenían pendientes a las historias que subían los que sí.

Beomgyu se había encargado de documentar todo su día en sus historias tal cuál una celebridad en día de alfombra roja. Y claro, nadie le iba a negar que era una.

Incluso había hecho una cita en la estética para retocarse el color de pelo y arreglarse las uñas. Con Sunoo de acompañante estuvieron allí desde la mañana. Luego se dirigieron al pequeño local para supervisar por última vez que todo estuviese bien y después volvieron a sus casas para iniciar el proceso de arreglo.

Cuando Beomgyu abrió la puerta se encontró con Taehyun de salida a quien miró extrañado. Con la voz más inocente que pudo poner le preguntó—: ¿A dónde vas, Taehyunie?

El aludido le sonrió y Beomgyu se descolocó. Es que adoraba esa sonrisa tranquila, la única que lograba que se perdiera. Por muchos años fue así, aunque otros crean que fuese diferente. Taehyun era el que lograba que Beomgyu se rindiera. Su sonrisa era lo suficientemente encantadora para que el pequeño Beomgyu se rindiera ante cualquier cosa. No había nada que su Taehyunie no consiguiese.

Pero claro, Kang había olvidado, al parecer, que tenía ese efecto y no lo aprovechaba. Al menos no adrede, porque no advertía la mirada boba de Beomgyu en él cuando le sonreía así. Entonces lo hacía sin control y estaba afectando gravemente a la estabilidad emocional del rubio.

— Saldré con Wonie, —respondió con tono ¿animado?

— Pero, la fiesta... Debes prepararte —balbuceó.

— Tranquilo, no necesito tanto tiempo —dijo con voz calmada—. Me voy, Wonie me está esperando y se enoja si tardo.

Dicho esto se fue y Beomgyu, después de quedar desconcertado por unos segundos, bufó molesto. ¿En serio? ¿Saldría con Yang en el día de su fiesta? Tanto esfuerzo extra para que saliera con ese... Un momento, ¿cuál era la razón por la qué estar tan enojado? Beomgyu se obligó a respirar profundo antes de dirigirse a su habitación y cerrar de un portazo, para desahogar un poco de la molestia que se había acumulado en sus dedos.

Transformó su molestia en motivación para prepararse para aquella noche y cuando faltaba una hora para la fiesta ya estaba listo y en espera del taxi en el que Sunoo lo iba a buscar. Se dio una mirada en el espejo por última vez, apreciando el short de cuero, las medias y las botas las cuales le daban un aspecto más oscuro del que solía tener.

En lo personal, siempre optaba por colores luminosos y primaverales y usaba los más oscuros y neutrales como complemento. Pero ese día, y gracias a las indicaciones de su mejor amigo, decidió por transformarse un poco. Bueno, mucho, transformarse mucho. Incluso se había hecho un gran delineado del que Sunoo estaría orgulloso en cuanto lo viera.

Sería toda una sorpresa. No grabó nada ni tomó fotos mientras se estuvo preparando. Además, se aseguró de que la puerta tuviese seguro para evitar que Taehyun lo viese.

Aunque de este no había escuchado nada desde que salió temprano y decidió no mirar sus historias con tal de no enterarse. Lo último que quería ver era una linda selfie con filtro de gatos mientras comían helado o veían una tonta película.

Se quiso concentrar en lucir Perfecto e impresionar. Así que la única señal subió fue una foto a sus uñas a las que puso un efecto b&w y escribió "te juro que me mirarás toda la noche".

🧸

Je :)

Aquí estamos. Comienza lo chido. XD

¡Nos volvemos a leer pronto!

pdt: para echar chisme, amigas o ver historias de Moa colapsada @ moatori_ en ig

¡Moatori se despide! ♡︎