dieciocho ~

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《《《 ♡ 》》》

Fue una verdadera hazaña volver al aula y tener que volver a sentarse con aquellos chicos cuando claramente aún se sentía la tensión del enfrentamiento de más temprano.

Sintiéndose un poco mal por haber incluido a todos en un problema que era de tres decidió dedicarle una sonrisa tranquila a Jake que ese le devolvió y con eso supo que al menos de ese lado todo estaba bien.

Estaba seguro de que sería uno de los primeros en su clase y seguía prestando atención como ese día y un sentimiento gratificante se instaló en su pecho. Por lo que de prometió que, aún si volvía con el grupo, iba a concentrarse de esa forma en las clases.

Como aún no se sentía listo para enfrentar la situación, en el segundo receso para el almuerzo, caminó tímidamente con su bandeja en la mano hacia la mesa en la que había sido recibido en la mañana. Y cuando unas cálidas sonrisas y una pequeña broma le fueron dirigidas pudo respirar con normalidad nuevamente al verse acogido.

《《《 ♡ 》》》

Sunoo miraba preocupado a su mejor amigo quien había estado con los ánimos decaídos desde temprano. E incluso en ese momento parecía perdido dedicando miradas furtivas hacia una mesa alejada donde se encontraba Taehyun riendo con otros chicos. Le tomó la mano y dejó un pequeño aprentón para confortarlo.

— Gyu, ¿por qué no vas y hablas con él? —sugirió en tono bajo asegurándose de que fuesen los únicos que escucharan la conversación.

— Fui yo el que metió la pata, pero ahora se ve feliz allí.

— Hasta a mí me da un poco de celos, pero si está cómodo allá solo vamos a alegrarnos por el —aconsejó siguiendo en la búsqueda de una sonrisa de Beomgyu aunque lo único que consiguió fue una mueca con la que tuvo que conformarse.

— ¿Qué le digo? —cuestionó Beomgyu con voz apagada.

— La verdad, que solo estabas molesto porque deja que se aprovechen de él.

— Suena tonto.

— Pero es la verdad y dejaste que esa tontería se convirtiera en esto.

Beomgyu respiró profundo antes de ponerse de pie. Se disculpó con el resto de los chicos y con pasos indecisos caminó hacia el otro extremo del comedor. Por primera vez se sentía pequeño en aquel lugar y sus manos no paraban de temblar. De pronto ya no era La Reina de Huimang, sino un tonto rogando que Taehyun lo perdonase y no terminara abandonándolo. Porque sería la segunda vez que lo perdía, y ahora por su culpa.

— Yo digo que todas las canciones de C after S suenan igual, no tiene sentido —oyó decir a uno de los chicos mientras se acercaba. Especifica a Yang Jungwon a quien conocía por el taller de oratoria de segundo año.

— Tienes que fijarte en las letras —replicó Taehyun con tono divertido y a Beomgyu se le revolvió el interior al ver esa sonrisa llegarle a los ojos como solo había visto que lo hacía con él.

Sus ganas de devolverse ganaron, pero cuando se dio la vuelta allí estaba Sunoo, con una ceja enarcada y los brazos cruzados, como si fuese consciente de lo cobarde que era su amigo.

— Es Tae, ¿a qué le tienes miedo?

Claro, no debía tener miedo de hablar con la persona que mejor lo conocía en el mundo.

Bittersweet | TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora