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《《《 ♡ 》》》

Choi Beomgyu pintaba sus uñas mientras oía música y tarareaba. Había comprado un nuevo esmalte negro y quería probarlo para luego hacer una reseña en sus historias de Instagram.

No era una figura pública ni alguien famoso, solo lo suficientemente popular como para que toda la escuela lo siguiera y él libremente usaba sus redes sociales para hablar de cosas que le gustaban o mostrar algunos momentos de su vida.

Se observó las uñas admirando el prolijo resultado gracias a años de práctica y sonrió orgulloso por su trabajo.

Esperó a que secaran pacientemente mientras Taylor Swift sonaba por toda la habitación.

Para el chico de diecisiete años su vida era algo así como un sueño. No era alguien rico, pero sí acomodado, y como hijo único todo lo de sus padres estaba destinado a él. Además, su madrastra lo adoraba y no dudaba en consentirlo con cualquier capricho que estuviera a su alcance. Vivía en una casa grande en un bonito y tranquilo vecindario e iba a una escuela en la que era el rey.

Beomgyu no tenía preocupaciones más que escoger accesorios para complementar su uniforme todos los días o que no se arruinaran sus uñas. Los estudios nunca fueron algo complicado para él así que no tenía problemas en ese sentido y era lo suficientemente listo como para salirse con la suya en deportes y artes.

Cuando sus uñas estaban listas tomó su celular y puso pausa a la música para entrar a la aplicación. Tomó una foto de su mano izquierda sosteniendo el pequeño frasco de esmalte de uñas negro donde se apreciara el resultado y escribió un texto encima prometiendo actualizar con respecto a la durabilidad. De inmediato recibió unos me gustas en la historia y en su dm mensajes de sus amigos.

Sonrió al abrir el chat con Sunoo y no pudo evitar la carcajada hacia su mensaje.

"Esconde bien eso, Choi, porque voy a robarlo en cuanto lo vea :P"

"No me sorprendería que termines usándolo más que yo >.<"

"No me quejo cuando te robas mis sombras >.<"

"No es mi culpa que compres paletas tan bonitas :3"

Así se entretuvo como por media hora, conversando cosas triviales con su mejor amigo mientras estaba acostado en la cama.

Con Kim Sunoo se conocía desde que eran unos niños, pero no pasaban de ser compañeros que se llevaban bien. Jugaban en los recesos e hicieron proyectos juntos. Sin embargo, en esa época Beomgyu tenía a alguien más y no fue hasta que esa persona se fue que logró conectar con Kim. Al conversar se dieron cuenta de que sentían curiosidad por las mismas cosas y tenían gustos bastante similares. Se proclamaron los mejores amigos y hasta el momento lo eran.

— Hijo, baja a cenar— se oyó tras la puerta.

Obedeciendo el llamado de su padre bajó hasta el comedor donde lo esperaban. Agradeció por la comida y comenzó a comerla con calma porque disfrutaba mucho todo lo que preparaba su madrastra, o mamá. Ya se había acostumbrado a llamarle así. Ella era una excelente cocinera y a la hora de la cena, que era cuando estaba en casa, le permitía a su familia disfrutar de sus platos.

— Beomgyu, hijo, tengo algo que contarte.

Elevó la mirada hacia ella cuando escuchó lo que decía esperando que continuara.

— Es una noticia muy feliz— continuó hablando la señora.— Taehyunie volverá a vivir con nosotros— exclamó emocionada y Beomgyu quedó estático.

— Está tan feliz que quedó estupefacto— oyó decir a su padre y también como ambos reían felices.

Siendo totalmente sinceros, Beomgyu no sabía cómo sentirse. La noticia, claramente, lo había tomado por sorpresa y él no tenía un plan de cómo actuar si vuelves a ver a alguien siete años después. Porque si bien existían las redes sociales y otras formas de comunicación, él había perdido todas con Taehyun.

Incluso, no coincidían en vacaciones ya que ambos visitaban a sus respectivas madres: Taehyun a la suya en Seúl y Beomgyu a la de él, en Australia.

Eran siete años sin saber del otro más que pequeñas actualizaciones de mamá contándole que a su Taehyunie le fue bien en matemáticas o que había comenzado a practicar cierto deporte. Se enteraba si estaba enfermo porque la mamá lucía preocupada hasta que recibía una llamada de su ex esposo avisándole de la mejoría de su hijo. También escuchó brevemente su voz cuando la señora ponía el teléfono en alta voz, pero él era discreto y se alejaba para darle privacidad a la conversación.

El que una vez fue el amigo más cercano ahora era un completo desconocido y Beomgyu temía que el reencuentro no fuese tan grato volviéndose incómodo para los adolescentes.

Obviamente no iba decirle todo eso a la ilusionada madre, así que se limitó a fingir una sonrisa y a decir: — Lo estaremos esperando.

Necesitaba hablar con su mejor amigo cuanto antes.

🧸

¡Hi Moa!

No sé si ya le van cachando la forma a Beomgyu... Advertiré que soy muy fan del cliché y de esos personajes que enmarcan completamente una personalidad. Beomgyu no será la excepción en esta historia.

A diferencia de Lumbra y Ese Alguien, que son más maduras, en esta historia me tomaré la libertad de jugar mucho con las actitudes de los personajes tomando como ventaja que aún son adolescentes.

Espero que si alguien lee esto le este gustando tanto como a mí <3

¡Moatori se despide!

(Aquí les dejo una foto de mi todo)

(Aquí les dejo una foto de mi todo)

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Bittersweet | TaegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora