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_ ¡Ha-neul!_ despertó de golpe, sudada y llorosa, al oír la voz lejana de Jung-gil llamarla.
Al abrir los ojos lo encontró agachado mirándola con suma preocupación mientras la sostenía de los brazos. Cuando hizo el intento de moverse recayó en ella una fuerte pesadez que se extendió por todo su cuerpo. El dolor era insoportable.

_ Ha-neul,¿estás bien?_ posó su mano sobre su mejilla _ ¿Qué sucede?¿Qué te duele?_ 
La pelinegra tardaba en acostumbrarse a la luz de su oficina sumado al ardor de su vista por lo que le costaba mantener los ojos abiertos. Además de la inmovilidad que le dolía como tener miles de cadáveres sobre ella.

_ ¿Qué es lo que tanto te persigue y te lastima de esa manera?_ inquirió _ ¿Qué es eso que te atormenta hasta en sueños?Porque estabas teniendo una pesadilla, no dejabas de llorar desde que te desmayaste…_ 
Tragó duro con la mandíbula temblorosa y no pudo emitir palabra alguna.

_ ¿Estabas teniendo pesadillas sobre recuerdos de tu vida?_ siguió y al ver su rostro terminó de entenderlo _ Ya veo…No deberías temer, aunque es difícil hacerlo, es algo que a todas las almas les pasa…Las pesadillas se vuelven aún peores una vez muertos, el rencor y dolor de tu vida quedan atrapados y se manifiestan en ellas…_ 
Ha-neul solo lo miraba recordando su sueño y le asustaba como tantos sentimientos le chocaban entre sí.

_ No será para siempre, para dejarlas atrás debes sanar todas tus heridas pero es lo más complicado de hacer…Solo mírame, sigo teniendo pesadillas aun cuando creo haber tapado esos agujeros…Es un proceso largo que llevará consigo de muchos desvíos. Requiere mucho esfuerzo…_

_ Pero…¿Porque…?¿Porque no puedes sanar?¿Cuánto llevas aquí?¿Cuándo vas a reencarnar?_ logró articular con voz enterrada.

_ No lo sé…_ suspiró _ Pero aún si sano, no deseo reencarnar y tampoco podría, tengo un trabajo importante aquí pero sobretodo no deseo volver a ser un humano débil ante el gran mundo de los vivos…Ya no…_ 
Se le quedó viendo sin decir nada unos segundos y chocaron con ventaja los sentimientos hechizados por él. Era un hombre que tenía fantasmas detrás pero una gran objetividad y poder sobre eso la mayoría del tiempo, jamás lo vería explotar. 
Y esa era la gran diferencia entre los dos, Ha-neul era una bomba que estaba rodeada de fuego a punto de estallar en cualquier momento. Tal vez esto que ella quería ya no funcionaria, no se sentía a la altura, tampoco con la estabilidad correcta.
Sabía que iba a arruinarlo todo tarde o temprano, no si antes la arruinaban todos sus propios fantasmas.

_ Pero sanaremos Ha-neul, cada uno a su tiempo, pero lo haremos…_ tomó sus manos entre las suyas con una leve sonrisa _ Solo hazlo con calma, se dará cuando menos lo esperes…_ sonrió.

_ Si…_ trato de corresponder el gesto. 
Pero la pelinegra sabía que jamás iba a curarse, a ella la mataron, ¿un alma asesinada puede sanar? No, esté donde esté el infierno será ella misma, siempre.
Y la verdad no quería arrastrar a Jung-gil a eso, él ya tenía lo suyo, él ya tenía que resolver sus cosas con Koo-ryeon.
¿Y si mejor corta esto antes de que se haga más profundo?

_ Yo…Ya me voy…_ se levantó del sofá con una extraña presión tirante en su interior como exterior.

_ ¿A dónde vas?Deberías descansar._ dijo ayudándole a mantenerse de pie.

_ Eso haré, solo iré a mi habitación…_ se soltó lentamente y comenzó a avanzar hacia la salida cuando él la detuvo por detrás abrazándola por los hombros.

_ Quedate aqui, descansa donde pueda verte, así te despertaré cuando tengas una pesadilla…_ habló con un tono aterciopelado que le hizo cosquillas el corazón.
¿Por qué se le dificulta tanto imponerse contra él ahora?¿Por qué no puede alejarlo?

Tomorrow: El alma vengativa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora