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_  Park Jung-gil logró salvarse de ir al infierno._ la llamó la directora y le avisó el hecho luego de varias horas que se hicieron interminables y lentas, carcomidas por la ansiedad y el terror.
Ha-neul sintió como si pudiera volver a respirar, como si su corazón volviera a latir, casi como si pudiera sentirse viva.

_ Gracias…_ sonrió tomándose el pecho que le ardía de tantas emociones encontradas.

_ No me agradezcas, esto no lo libera de la culpa con la que deberá cargar. Él ha desobedecido y roto varías reglas de Jumadeung y por eso recibió su castigo._ declaro seria.

_ Lo entiendo…_ asintió la pelinegra aún con un gran alivio.

_ Estará encerrado durante un mes y será degradado a empleado durante seis meses, perdiendo su puesto de líder en ese lapso._ explicó y Ha-neul no dijo nada al respecto aunque se le hacía un poco duro _ Y en ese mes en el cual estará aislado no podrás verlo._ 

_ Pero…_ 

_ Aceptalo como tu castigo, no creas que hice la vista gorda a todos los problemas que has causado. Solo no dije nada porque deje que Jung-gil se ocupara de eso._ soltó estricta _ ¿Lo entiendes?_ 
Ha-neul tragó duro. Por supuesto que se merecía un castigo por todo lo que hizo, no estuvo bien, no fue la manera correcta de actuar, lo acepta. ¿Pero el castigo tenía que ser justo no poder ver a Jung-gil?, estaba feliz por saber que no le había pasado nada pero aún así se moría por verlo, por abrazarlo, por besarlo y agradecerle por seguir aquí. 
Supongo que tendría que resignarse y esperar, no le quedaba otra. Al menos todo va a valer la pena una vez que estén juntos, eso era lo más importante ahora.

_ Si…_ dijo al final, haciendo una reverencia.

_ Bien, ahora ve._ 
Y se retiró a su larga espera.

***

Un mes después.

Koo Ryeon se abrió paso en el enorme salón, sus pisadas resonaban en el silencio de sepulcro hasta cesar llegando enfrente de Jung-gil, quién abrió los ojos y levantó la cabeza para verla arrodillado desde el suelo. Ambos intercambiaron miradas cristalizadas apreciando al otro ya con las memorias intactas, con el mismo dolor, tristeza, felicidad y amor pasado.

_ ¿Cómo te sientes?_ preguntó ella con la voz gruesa ante las lágrimas contenidas.

_ Esto no es nada comparado con lo que sufriste tú._ respondió él. 
Ryeon solo respiró dificultosa.

_ ¿Por qué lo hiciste?_ quiso saber.

_ ¿Por qué no me lo dijiste?Sobre tú y yo._  reformó dolorido.
La pelirrosa se tomó unos segundos para contestar. Sus sentimientos dentro eran complicados, no sabia que hacer o que decir, que limite demarcar, era tan complicado.

_ Aunque hayamos estado casados, el hilo del destino entre nosotros se cortó._ expresó _ Aunque aún sintieras algo,¿qué podría haberte dicho…cuando han pasado cientos de años?_
Jung-gil bajó la cabeza y asintió.

_ Si. Tienes razón._ confesó _ No fue por mis sentimientos…que fui a rescatarte. Fue por mi orgullo…Mi orgullo me llevó a malinterpretarte…Y a hacer esas tonterías._ la miró, apenado.

_ Gracias…por decir eso._ dijo la pelirrosa y luego de unos segundos agregó _ Puedo…¿Hacerte una última pregunta?_ 

_ Si..._ aceptó él.

_ ¿La amas?¿De verdad amas a Ha-neul?_ 
Jung-gil sonrió levemente entre lágrimas y asintió sin dudas.

_ Si…La amo. No lo puedo evitar, la amo con todo mi corazón._ 
Era la verdad, él la amaba, estaba más que enamorado, y sabía que ella igual, lo vio en cómo luchó junto a él y como no quiso dejarlo ir, en como desde el principio la miró distinta a todos los demás.

_ Entonces…_ sonrió ella también _ Les deseo lo mejor. Ella es una buena persona, cuidala mucho._ 

_ Lo haré…Gracias…_ dijo más que agradecido.
Ambos sabían igualmente que en el fondo el amor que se tenían jamás iba a desaparecer, era algo que permanecerá por miles de décadas más, el hilo del destino no podía cambiar eso por más que ya no los una. Ese amor será el mejor recuerdo de sus vidas compartidas, para siempre.

La pelirrosa le dirigió un leve asentimiento y se giró dispuesta a irse.

_ Ryeon._ la detuvo, llamándola tal como en esos tiempos y ella se detuvo con el corazón a punto de explotar _ ¿Qué pasó con Ryu Choi-hui?_ 

_ Se recuperó._ respondió forzando su voz a no flaquear y él suspiró aliviado.

_ ¿Volverá a intentar suicidarse?_ 

_ No._ determinó dejando caer una lagrima _ La detendré cueste lo que cueste._ 

_ Claro._ sonrió _ Eso es lo que hace el equipo de Gestión de Riesgos. Ahora lo entiendo._ 

_ Gracias._ 
Y sin más que decir se dirigió a la salida donde se encontró a Ha-neul, que luego de un largo mes de espera y trabajo duro, había llegado.
Las dos se miraron en silencio, no había necesidad de palabras, ambas sabían que lo que había entre ellas no era algo bueno o algo malo. Pero ahora cada una estaba en paz en cuanto a lo que tanto las perseguía por igual. Ya estaba, ya había pasado, no quedaba más nada, había sido superado.
Pero si había un espacio para construir algo nuevo, Ha-neul admiraba a Koo Ryeon y esta también apreciaba el valor de la otra.
Así que nada era imposible. Ha-neul lo veía así, sabía que ella no era como Hyo-ri, nada de esto era como lo que vivió en vida. Ya lo había aceptado.
Y entonces la pelirrosa le dió un asentimiento que significaba mucho, pero en especial, pleno respeto y un camino que no le dejaba libre pero si le daba paso sin remordimientos y culpa.
La pelinegra le devolvió el gesto con una pequeña sonrisa y la vió irse. 

Luego de eso caminó hasta Jung-gil, quién se encontraba arrodillado y con las manos esposadas detrás de su espalda.
Él la observó llegar con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa melancólica como aliviada,más que feliz. Una gran mezcla de sensaciones.

_ Ha-neul…_ pronunció su nombre como una caricia y ella se arrodilló frente él con los labios temblorosos. Con temor acercó sus manos a su rostro demacrado, con moretones anaranjados y heridas abiertas con puntos de sangre seca en cada parte. Estaba pálido y helado, con el pelo desordenado y la ropa toda arrugada.

_ Estoy bien…_ dijo viendo su afligida expresión.

_ Lamento llegar tan tarde…_ sollozó.

_ Fuiste fuerte, gracias por esperarme..._ sonrió.

_ Te dije que estaría contigo hasta el final y eso no llegó ni llegará pronto, ahora lo sé._ acarició sus mejillas con delicadeza.

_ Te extrañé…_ dejó escapar una lágrima.

_ Y yo a ti…No sabes cuánto…_ peinó su cabello suavemente tratando de no quebrarse.

_ Abrázame,por favor._ le rogó y ella sonrió para envolver sus brazos a su alrededor. Así ya no pudo aguantar más el llanto y se rompió en su hombro.

_ Te amo Ha-neul…_ susurró conmocionado y ella se aferró a su cuerpo sin lastimarlo.

_ Y yo. Te amo mucho Jung-gil, gracias por aparecer en mi vida. Enserio gracias…Nunca me dejes..._  

_ No lo haré...Jamás..._ 

_ Gracias..._

_ Gracias a ti._

Tomorrow: El alma vengativa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora