Camino a casa

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Nayeon: ¿de verdad sucedió todo eso en cuanto me fui?

Jennie: así es.

Rosé: Lisa y yo tuvimos que sujetar con fuerza a Jennie, para que no se le fuera encima a esa chica.

Nayeon: jajaja, para ser pequeña eres muy ruda.

Jennie: tú también eres pequeña, y no me gusta que nadie le hable mal a Rosie.

Rosé: gracias, Jen.

Nayeon: de cualquier forma, lo mejor es que se cuiden de Minjeong, esa chica está loca, además, es la líder de las porristas, así que es mejor tenerla lejos.

Rosé: ahora creo que me siento más nerviosa.

Jennie: tranquila, no va a suceder nada, no tienes por qué preocuparte.

Nayeon: de cualquier forma, trataré de presentarles a mi mejor amiga, ella será una excelente aliada, bueno, yo aquí me despido, - dijo mientras se acercaban a la parada del transporte público, - vendrán por mí, nos saludamos mañana.

Jennie: de acuerdo, cuídate.

Rosé: hasta mañana, Nayeon.

Se despidieron, y las dos se acercaron a la parada, de pronto, Rosé comenzó a sentirse nerviosa, sentía que pronto tendría un ataque, y de eso se dio cuenta Jennie.

Jennie: Rosé ¿recordaste tomar tu medicamento?

Rosé: no... yo, lo olvidé.

Jennie: Rosie, - y en ese momento para su mala suerte, Jisoo se estaba acercando. –

Jisoo: hola ¿van a algún lado?

Jennie: hola, sí, vamos a casa.

Jisoo: ¿las puedo acompañar?

Rosé: no, no quiero... lo siento, - habló mientras se colocaba detrás de Jennie.-

Jisoo: ¿te encuentras bien? Te ves un poco pálida.

Jennie: está bien, no te preocupes, - rogaba para que el transporte llegará rápido, estaba segura de que Rosé no soportaría por mucho. –

Y parece que sus ruegos fueron escuchados, ya que el autobús estaba llegando.

Jennie: ese es nuestro bus, nos vemos mañana, cuídate Jisoo, - sin darle tiempo a la chica de responder, tomó de la mano a Rosé y se subieron al transporte, tomaron asiento, busco en su mochila una gorra y unos lentes de sol, siempre los llevaba por alguna emergencia, y esa era una de ellas, en cuanto se las colocó a su amiga, ella comenzó a llorar, parecía que algo terrible le hubiera sucedido, - tranquila, Rosie, tranquila, ya vamos para tu casa, - le repetía, mientras su brazo rodeaba el hombro de su amiga, y la acariciaba de arriba hacia abajo, tratando de aliviarla un poco. -

Rosé: lamento mucho arruinar tu vida, soy una carga para todos.

Jennie: claro que no lo eres.

Rosé: lo soy, mírame, estoy llorando como una tonta sin motivo alguno.

Jennie: pero no es tu culpa, tú no tienes la culpa de nada.

Rosé: ya no quiero regresar a la escuela.

Jennie: no lo dices en serio, lo dices por cómo te encuentras en estos momentos.

Rosé: lo digo en serio, no quiero regresar, esa chica Minjeong me da miedo.

Jennie: no debes de tenerle miedo, no dejaré que te haga daño, lo prometo.

Rosé: quiero encerrarme en mi cuarto y no volver a salir.

Jennie: entonces nos vamos a encerrar juntas, porque no pienso dejarte sola.

Rosé: lo siento mucho.

Jennie: no te preocupes, cuando estemos en tu casa todo se va a solucionar, ya lo verás, y vamos a comer helado, mucho helado.

Rosé: odio mi vida.

Jennie: no digas eso, eres una persona extraordinaria y hay muchas personas que te queremos mucho.

Rosé: ¿muchas? Tú eres mi única amiga.

Jennie: pero te quiero más que mil amigos juntos.

Durante todo el camino, Jennie trató de hacerle platica a Rosé, cambiar el tema cada vez que ella le decía que era un desastre, cada vez que se disculpaba por "arruinarle la vida", Jennie sabía que Rosé se ponía así cada vez que no tomaba su medicamento, a veces lloraba por días, se deprimía y no quería salir de su habitación, en otras ocasiones, sus episodios eran completamente diferentes, estaba de muy buen humor y era muy parlanchina, a veces tenía tanta energía que nadie podía superarla en cualquier actividad que estuviera realizando, o la más extrema de todas, era cuando se ponía agresiva, no quería que nadie se le acercará, incluso llegaba a agredir a las personas, pero, esos episodios eran muy raros que llegarán a presentarse.

Esto era parte de sufrir de bipolaridad, era por este motivo que en la secundaria nadie se le quería acercar, porque más de una ocasión había tenido algunos episodios, y había ocasiones en las que faltaba a la escuela por semanas, los profesores sabían de su problema, y también estaban al tanto de que se encontraba en tratamiento, así que cada vez que faltaba se lo justificaban, pero, le solicitaban sus tareas, proyectos y los exámenes los hacía de forma diferente a los demás.

Cuando al fin llegaron a su casa, la mamá de Rosé salió rápido a su encuentro, Jennie le había mandado un mensaje explicándole lo que estaba sucediendo, e informándole que ya estaban muy cerca, así que salió rápido en cuanto las vio llegar, ayudo a Rosé a entrar a la casa, la llevaron a su recamara y le dieron su medicamento, ella no lo había tomado porque se le había olvidado con todo lo que había sucedido con esa chica en la cafetería.

Al ya estar un poco más tranquila, se acostó, pero no tenía intenciones de dormir, quería estar despierta por más tiempo.

Jennie: vamos, tienes que dormir un poco Rosie.

Rosé: lo siento...

Jennie: ya deja de disculparte, ya te dije que no sucede nada, ahora tienes que dormir para que te sientas mucho mejor.

Rosé: no tengo sueño, creo que, si duermo, no volveré a despertar, aunque supongo que eso sería lo mejor para todos.

Jennie: no digas eso, no quiero que vuelvas a decir eso.

Rosé: es la verdad...

Jennie: no lo es, dices eso porque el medicamento aun no hace efecto, no es que lo pienses realmente, así que olvida esa tonta idea.

Rosé: el problema es que no lo puedo olvidar, aunque lo desee, supongo que siempre estará esa idea en mi cabeza.

Jennie: entonces, yo estaré aquí para recordarte lo equivocada que estás, nunca me voy a ir.

Rosé: gracias...

Jennie: ¿por qué?

Rosé: por ser ese pilar en mi vida, mis padres no hubieran podido solos, supongo que tu mamá debe odiarme porque estás siempre conmigo.

Jennie: ¿bromeas? Mi mamá te ama, de hecho, escuche una vez que le dijo a tu mamá que cambiaran de hijas, eso dolió.

Ese comentario hizo que Rosé sonriera, agradecía inmensamente que Jennie estuviera a su lado, ella había aprendido como sobrellevar las cosas cada vez que tenía uno de sus episodios, ahora, rogaba para no tener uno dentro de la escuela, para no tener un episodio, frente a Jisoo.

Rosé: mañana estaré mejor.

Jennie: lo sé, ahora descansa y no te preocupes por nada.

El lado bueno de las cosas (Chaesoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora