Vacío, era una palabra interesante.
De acuerdo con un diccionario viejo que había encontrado, vacío se usaba para describir la ausencia de algo, ya fuera algún material u otra cosa dentro de un recipiente.
Yo no era un recipiente, pero me sentía vacío, como si en algún momento de mi vida hubiera estado pleno, complementado por algo y de repente se hubiera escapado fuera de mi alcance.
Mi nombre seguía siendo Bozydar Zielinski, pero yo no era la misma persona.
Miro hacia el espeso bosque fuera de mi ventana. Los grillos serenan el ambiente y el sol se está escondiendo para permitir a la luna brillar. Irme de Los Ángeles había sido difícil, después de todo había crecido en esa ruidosa ciudad, la comida rápida y el montón de gente eran una parte de mí. El clima de octubre era frío en Washington comparado con el calor en Los Ángeles, el aire sopla con intensidad contra las copas de los árboles provocando un silbido escalofriante y la taza en mis manos no hace nada para calentarme, aunque supongo que eso es culpa mía porque en vez de tener chocolate caliente, tiene whiskey.
- Te he traído un poco de comida y efectivo.
La voz de una mujer me saca de mis pensamientos y me vuelvo hacia la entrada.
- Tara Pierce. - La saludo. - Es bueno saber que aún estás viva.
Ella camina hacia la cocina y coloca bolsas de plástico sobre la barra. Me adentro hacia la cabaña y me recargo sobre la chimenea cerca de la chimenea.
- Joder, hace un frío horrible aquí.
- ¿Si?
La miro frotar sus hombros y soplar aire en sus palmas, en realidad no me había molestado en encender el calentador o la chimenea, no tenía frío, aunque la amyor parte del tiempo me la pasaba en un viaje patrocinado por píldoras y un fino polvo blanco.
- Si, ¿estás bien? ¿no te has resfriado?
Niego y enarco una ceja.
- ¿Puedo saber qué haces aquí?
- En primera, tuve que pedirle a tu madre la dirección de este lugar y una maldita copia de la llave. - Frunce la nariz. - En segunda, te largaste sin decir una sola palabra, me tenías jodidamente preocupada.
- Descuida Tara, si muero estoy seguro de que todos querrán entrevistar a la representante de la más famosa estrella de rock de la época.
Me alejo y regreso a las puertas de la pequeña terraza. Escucho a mi representante moverse detrás de mí, pero no me toca.
- Es momento de regresar Bozydar. - La voz de Tara llama a mis espaldas. - No puedes seguir ocultándote en esta vieja cabaña.
Miro el paisaje pensativo, la cabaña si era vieja, pero se mantenía en perfecto estado, desde niño no había regresado aquí, mi madre me trajo una sola vez cuando tuvo una pelea con mi padre, por supuesto solo duró unos días y regresaron. Una parte de mí quería regresar a mi antiguo estilo de vida y enfocarme en crear música, pero otra parte de mi no quería hacerlo, porque eso solo significaba que era hora de continuar mi vida sin ella.
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NO LO ARRUINES
RomanceCuando la vida te da una segunda oportunidad, no huyes o te escondes, la tomas y solamente tienes algo en mente... no lo arruines. [Libro 2: Trilogía Reflectores]. Obra protegida por derechos de autor, se prohíbe su copia, adaptación o distribución...