El aire golpea mi rostro con fuerza mientras los carros pasan a altas velocidades frente a mi, hay música a mi alrededor y gente riendo en voz alta. Mi mente parece hacer lo mismo que los carros porque se dirige a lo mismo siempre, le da cientos de vueltas, pero no puedo huir de aquello que me agobia.
Me encantaba venir a carreras de autos deportivos, había algo en la adrenalina que soltaba mi cuerpo al ver correr a los carros y en lo prohibido de las apuestas que estimulaba mi cerebro aún más que las drogas.
Era como si pudiera respirar por encima de toda la bruma en mi cabeza.
Una presencia masculina se acomoda a mi lado y se mantiene quieta. Mis cejas se levantan y volteo a ver a Ian al notar que está extrañamente quieto. No era normal que estuviera tan callado, él no era así, normalmente reía y hablaba como si el mundo se fuera a terminar en la próxima hora, yo era el callado de nuestra amistad..
Me encuentro con su cabello rubio desordenado y una mirada tensa, tiene el ceño tan abajo que le da un rostro completamente distinto .
- ¿Estás bien? - Le pregunto al notar el malestar en sus facciones.
- Pensé que si lo estaba. - Me mira con los ojos verdes rojos.- Pensé que todo estaba bien, pero no es así.
Saco mi cajetilla de cigarros y le ofrezco uno. Ambos lo encendemos con facilidad y me mantengo en silencio esperando a que hable. Un ferrari amarillo pasa zumbando frente a nosotros y el olor a llantas quemadas me llega por encima al olor de la nicotina.
- Jossie está internada en un hospital. - Susurra viendo a los carros.
Me quedo estático sin saber cómo reaccionar a la noticia. No entendía por qué a Ian le importaba tanto que eso hubiera sucedido, Josette era la hermana pequeña de Agnes, en todo caso el preocupado debería ser yo, supongo que en algún punto fuimos ¿familia?.
Agnes, Agnes. Agnes... había evitado pensar en ella con todas mis fuerzas después de lo de anoche. No estaba seguro de qué había sucedido, pero sabía que lo había arruinado de nuevo, de alguna forma, porque siempre lo hacía.
- ¿Qué le pasó?
- Una sobredosis.
Mierda, eso era muy malo. Las drogas eran como ese buen amigo que te hacía sentir seguro y cómodo cuando estabas con él, pero a tus espaldas tenía un cuchillo listo para clavarlo en el momento que menos esperarás.
- ¿Cuáles son las probabilidades de que se salve?
- No lo sé, la perra de tu novia me corrió del hospital antes de que pudiera preguntar algo. - Escupe entre dientes con rabia.
El odio en su voz hacia Agnes me sorprende, sabía que no eran los mejores amigos. Ambos se habían tenido ciertas reservas cuando se conocieron, pero ¿este enojo en Ian? Nunca lo había sentido y eso era preocupante.
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NO LO ARRUINES
RomanceCuando la vida te da una segunda oportunidad, no huyes o te escondes, la tomas y solamente tienes algo en mente... no lo arruines. [Libro 2: Trilogía Reflectores]. Obra protegida por derechos de autor, se prohíbe su copia, adaptación o distribución...