Era viernes y estaba decidido a decirle a tu madre que quería estar contigo o que por lo menos te dejara estar conmigo no de forma romántica.
Caminaba nervioso hacia la entrada de tu escuela y te vi. Estabas con Taehyun hablado animadamente y me viste. Pude ver como tu expresión cambiaba a nerviosismo y miedo. Te separaste de él y fuiste hacía mi.
—Hola.— Dije cuando llegaste hacia mi y te abrasé.
—Hola, Binnie.— Susurraste contra mi oído y suspiraste.
—¿Si van a venir por ti?.— Te separe de mi y asentiste.
—Si pero. ¿En serio tiene que hacer esto? Digo, nos pueden separar de una vez por todas y yo en verdad no quiero eso. No de nuevo.— En serio no querías que lo hiciera.
—Lo se, pero si se enteran de otra manera va a ser peor. ¿No crees?.— Sonreí y acaricie tu rostro.
—No quiero que lo haga.— Te aferrabas a mi como si fuera lo más Preciado que tenías.
—Tengo que.— Dirigí mi mirada hacia un carro recién estacionado y supe que era tu mamá. —¿Quieres ir conmigo o te quedarás aquí?.— Estire mi mano para que la tomaras y así fue.
—Siempre iré con usted.— Sonreíste y empezamos a caminar.
No miento, las pisadas cada vez se hacían mas pesadas y lentas. No quería ir ahí, pero tenía que afrontar a tu madre, quería estar contigo y lo iba a demostrar.
Tú madre nos vio y se quedó atónita. Vi como sus ojos casi se salen de su cuerpo y como las cejas las levantaba.
—Hola señora Huening, venía a decirle una cosa.— Mi voz sonaba segura pero por dentro me estaba deshaciendo.
—¿Qué es?.— Miraba nuestras manos unidas y pude ver cómo fruncía el ceño.
—Bueno, quería decirle que...— Tomé aire y diste un apretón a mi mano. —Me gusta mucho HueningKai y si me da la oportunidad de estar con él en serio se lo agradecería. Yo se que usted cree que está confundido, pero créame, si fuera una confusión. ¿No cree que ya se le hubiera quitado?.— Quería correr y lanzarme de un puente en ese momento.
—Lo siento, no puedo. Solo está encaprichado contigo. Porque cree que le gustas o te ama, no lo se. Pero lo que si se, es que él no es así.— Vi como estaba dispuesta a irse pero me adelanté.
—Por favor, aunque sea solo un capricho déjelo estar conmigo. Si es solo un capricho cuando ya se harte de mi, lo dejare en paz. En serio quiero estar con él, puede conocerme mejor y ver que no soy mala persona, yo cuidaré bien de él.— Estaba dispuesto a arrodillarme y pedir de rodillas.
—Por favor mamá, él me gusta mucho y es bueno conmigo.— Soltaste mi mano para juntar tus manos.
—Te invitaré a cenar, Soobin. Hoy a las diez treinta en mi casa, seguro ya sabes donde es. ¿O me equivoco?.— Entro a su coche y me miro desde el vidrio. Asentí y sonrió de una forma tan falsa, te hizo una seña para que subieras y antes de hacerlo me diste un beso en la mejilla.
Cumplí mi cometido y ahora solo era hacer feliz a mi suegra, si se le podría llamar así.
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—Acabas de hacer una estupidez.— Me dijo Sunghoon desde el teléfono.
—¿Qué? ¿Por qué?.— No sabía que ponerme así que llame a Sunghoon. Le conté todo lo que había pasado y pude escuchar como casi se atragantaba con su propia saliva.
—Acabas de decirme que le rogaste a tu suegra y te invito a cenar. ¿Para que te invitaría a cenar? Soobin, te va a hacer papilla y te va a decir que eres un idiota o no mereces a su hijo.— Estaba preocupado, muy preocupado.
—No va a pasar nada de eso. No todo es como en las películas. ¿Sabes?. Además Kai no va a permitir que me diga nada malo.—
—No sabes lo que pasará Soobin.—
—Ya cálmate, mejor dime "Suerte" o una mierda así.— Puse el alta voz para cambiarme de ropa, eran las ocho y ya me estaba muriendo.
Decidí no vestirme como siempre lo hacía. Por lo general siempre me vestía de color negro. Así que si no quería que la mamá de Kai pensara que era un emo o rockero, me vestiría mejor.
—Prende tú puta cámara para videollamada, quiero que me veas.— Puse el teléfono en un soporte echo mierda y modele hacia el.
—Te ves bien. ¿No es mucho color para ti?.— Vestía un pantalón de mezclilla claro, junto a un suéter color morado.
—¿Ya soy tu tipo?. Decidí vestirme así para no parecer un emo o rockero.—
—Dije que me gustaban los Twinks, ni de broma pareces uno. Lo tuyo es más parecer un drogadicto o algo así. ¿No deberías de ser tú? Se supone que para eso vas— Suspire rendido.
—A mi también me gustan los Twinks. Pero decidí vestirme así para dar una mejor impresión.— Negó con un suspiro desde la otra línea.
—No Soobin, haremos una cosa. Vístete como TÚ quieras, no como la señora piense que estará bien.— Asentí y empecé a quitarme el suéter morado mientras le daba un trago a mi Volt. —Pero tapa la cámara y deja de tomar esa mierda, te vas a morir.— Gruño enojado.
—Morirme es el punto idiota, ahorita vuelvo a llamarte.— Colgué y me puse otra cosa que fuera de mi agrado.
Llame de nuevo a Sunghoon y prendí la cámara.
—Ahora si te ves cómo Soobin DILF. Te ves genial hermano.— Vi su gran sonrisa en la cámara.
Me puse una playera negra con un estampado de pacman, unos pantalones negros un poco ajustados y unos converse negros.
—Es tan simple, no lo sé.— Vi la hora y eran las ocho y treinta.
—Prueba con esa chamarra que siempre llevas a la escuela.— Alentó Sunghoon.
—Es de mi hermano, no se si el quiera...—
—Que se vaya a la mierda, tómala y lárgate.— Suspire y tomé la chamarra. Era negra simple con un cierre en el centro. —Me hago pasivo por solo verte.— Reí y negué divertido.
—Espero que me vea bien, porque si no te mato Park.— Hablamos un poco más en lo que se iba el tiempo y luego colgué.
Baje las escaleras y me encontré con mi madre.
—Voy a ir a la casa de Kai, esta cerca.— Ella asintió mientras veía el teléfono y me fui caminando.
Solo esperaba que diera una buena impresión y no cagarla.
