Días antes de hablar con Sunno siempre hablaba contigo del mismo tema.
—¿Por qué sigues conmigo? HueningKai. ¿Por qué estar con una persona que es así de mierda contigo?.— Dije enojado.
No entendía, no comprendía porque tú seguías luchando por los dos. ¿Por qué lo hacías?.
—Bin, yo lo amo tanto y no me importa que usted me engañe, yo seguiré con usted.— Dijiste con una sonrisa cálida, pero sabía que estabas roto, tan roto como yo.
—¿Por qué sigues conmigo? Ya termíname por favor, porque yo no tengo el corazón para hacerlo.— Me agarre los cabellos con frustración y jale de ellos.
—Me gusta estar con usted, me siento bien teniéndolo, me hace muy muy feliz. En serio usted me gusta demaciado y no quiero perderlo, no se como explicar todo y porque quiero seguir así pero me encanta estarlo, no quiero perder eso gomita.— Ahí me di cuenta de que tú me amabas más que yo a ti.
—Mierda no lo entiendo. Me besé con Sunno, t-te engañe.— Me rompí y te mire con ojos llorosos. Eras un ángel, eras irreal para este mundo.
—Eso no importa, yo lo perdonó, yo perdonaré todo.— Vi en tus ojos lagrimas y me sentí tan miserable por hacerte esto, no lo merecías, no merecías a alguien como yo. Tú merecías el triple de lo que yo valía.
—¿Por qué no terminas conmigo, Kai?.—
—Por que lo amo gomita, en serio, estoy muy enamorado de usted, de como es conmigo, de todas las cosas que hace, su personalidad. Todo me encanta de usted, y no quiero perder la oportunidad de estar a su lado de esa manera.— Me acariciaste las mejillas y me besaste.
Era un beso para nada lindo, era agrio y salado. Podía sentir tus sentimientos con ese beso. Te abrace mientras me besabas y vi como tú cuerpo tembló y empezaste a llorar.
—Estar conmigo es...Horrible, tengo tantas cosas malas que no se por cual empezar.— Dije en un susurro cerca de tu oído.
—Pero vea que también hay demaciadas cosas buenas en usted y no solo es malo gomita.— Me abrazaste tan fuerte que pensé que me iba a romper, no querías que me fuera y no iba a hacerlo. No me iría.
—En serio te amo mucho para dejarte, pero quiero hacerlo porque cada día me siento peor con el presentimiento de hacerte daño.—
—No me hace daño, Bin.— Y me rompiste.
Me rompiste de la forma más bonita y pura qué hay. Me alegro de que tú fueras la persona que me rompiera y no otra.
—No puedo estar contigo Kai.— Me dolía tanto tenerte que dejar, pero tenía que hacerlo.
—¿Quiere terminar con esto ya?— Escuche como tu voz se rompía y limpiabas las lágrimas que caían de tus bonitos ojos.
Esos ojos que alguna vez me miraron con alegría, ahora me estaban mirando con tristesa, pero el amor no se fue en ningún momento.
—Si, pero en serio yo te ame tanto, que es difícil de explicar. Y no me arrepiento de nada, solamente de no haber sido suficientemente bueno para ti.— Pude ver como en tus ojos la esperanza desaparecía.
—Esta bien Bin, podemos terminar. Pero lo amo mucho gomita, en serio, nunca me sentí tan bien con alguien como usted.— Sonreíste mientras te alejabas de mis brazos. —Gracias por amarme, nunca me sentí tan amado como usted lo hace conmigo.— Y te fuiste, dándome un último beso en los labios.
De repente sentí frío y un peso en el corazón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde ese día nada fue igual. Tú presencia era tan necesaria para mi, que ahora ya no tenía control sobre mi. Cada cosa que veía me recordaba a ti.
No me dejaste hablar por nada del mundo, siempre seguiste siendo el mismo conmigo a pesar de cómo te trate. Eras tan lindo y hermoso para este mundo que sigo sin pensar en cómo te fuiste a encontrar conmigo.
Siempre quise que alguien como tú viniera y fuera mi rayo de luz en la oscuridad. Fuiste tú el que me alumbró el camino. Pude caer en la oscuridad, pero tú llegaste y me salvaste.
Creo que siempre te ame por cada cosa que te complementaba. Amaba cada una de tus células. ¿Cómo no amarte? ¿Era posible si quiera?.
—Bin. ¿Cómo ah estado?.— Caminabas a un lado mío. Siempre después de la escuela yo iba y te dejaba en tu casa, nunca lo deje de hacer.
Pensé que después de cortar conmigo ibas a dejarme de hablar y a ignorarme. Pero no paso, al siguiente día viniste como sin nada a hablarme. Y eso me alegro, porque en serio no quería alejarme de ti.
—Ni bien, ni mal, solamente viviendo. ¿Y tú?.— Dije con una sonrisa mientras tú te colgabas de mi brazo.
Empezaste a decir todo tu día y porque habías llegado tarde a clases. Me gustaba oír tu voz, me gustaba tu carita y me gustabas tu.
Se oirá tonto, pero a pesar de todo yo te seguía amando. Nunca me dejaste de gustar y yo te lo hacía saber cada vez que podía. Tú también me amabas y también te gustaba, lo sabía porque nunca parabas de decirlo.
Pero supongo que nadie quería regresar como tal. Yo no quería regresar por miedo a hacerte lo mismo.
Esa noche, cuando me dijiste todo y te fuiste lloré como no tienes una idea. Pero vales cada una de las lagrimas que derrame. Me querías tanto que yo sabía que si yo me iba te quedarías ahí, esperándome.
Me asustaba tanto la forma en la que me querías, porque nadie lo había echo de esa forma. Nadie nunca expresó sus sentimientos hacia mi de esa manera.
Nunca podré explicar qué fue lo que sentí cuando me dijiste que no querías que me fuera de tu lado porque me amabas, nadie podría sentir un dolor igual al mío en ese momento. Pero tú sufriste más, porque la persona a la que amabas tenía miedo de lastimarte por amarte, cuando ya lo había echo, cuando yo te había engañado.
—Quiero escuchar música.— Dijiste mientras caminábamos.
Asentí. Saque mis audífonos y los conecte a mi teléfono. Busque una canción para poner y empezó a escucharse a todo volumen «Born To Die de Lana Del Rey»