Ahora me estaba rompiendo la cabeza por lo que me dijo Sunghoon. No quería que Kai fuera un secreto en mi familia, porque Kai no merecía ser escondido.
Suspire cansado y mire al techo. ¿Qué debería hacer?
A mi madre le daría medio igual. Solamente porque ella era así, no le importaba nada de lo que yo hacía.
Mi padre era el que me hacía pensar. Hacía chistes homofóbicos y esas mierdas, pero no sabía que pensaba más allá de ello.
No podía pensar en qué momento decirles o cosas así, porque era perdida de tiempo. Así que me paré dispuesto a decirles esa misma noche. Estaba asustado, ya que nunca me abría con ellos.
Ellos nunca sabían como me sentía ni lo que pasaba por mi cabeza. En un momento pensé que no quería que mis hijos pensarán así de mi. Que yo pudiera darles confianza, tiempo y amor.
Mis papás siempre me dieron tiempo y amor, no lo negaré. Pero cuando entre a la adolescencia todo eso se fue a la mierda, más aparte por los traumas que me habían ocasionado ellos. Las heridas que habían hecho ya no tenían cura.
¿Merecían saberlo? ¿En serio quería hacerlo o era presión? Esas eran las preguntas en mi cabeza.
Restregué mis manos en mi cara y volví a acostarme mirando al techo. Supongo que no lo haría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Kai necesito tu ayuda.—
Estábamos acostados en mi cama. Él estaba acostado viendo su teléfono, con las piernas abiertas. Mientras mi cabeza estaba entre ellas, básicamente mi cara estaba enterrada entre sus muslos. Él llevaba un short un poco pequeño y una playera mía completamente negra.
—¿Pasa algo, Binnie?.— Dejó de hacer masajes en mi cabello y su espalda se recostó sobre el respaldo de la cama.
—Bebé. ¿Recuerdas la vez que me preguntaste que pasaría si mi mamá se enteraba de nosotros?.— Seguí con mi cara entre sus muslos y los empecé a amasar. Amaba cada parte de Kai, pero simplemente amaba esos muslos. Quería que me ahorcara con ellos.
—Sipi, lo recuerdo muy bien, gomita. ¿Por qué lo pregunta?.— Llevo su mano hasta mis cabellos y empezó a peinarlos.
—Bueno, no se como explicar esto pero...Hablé con Sunghoon y me metió algo en la cabeza que ahora es muy difícil de sacar.— Seguí amasando la bonita piel mientras él acariciaba mi cabello y seguía viendo su teléfono.
—Dígame. ¿Qué es?.— Me levante quedando sentado dándote la espalda. Para después voltearme y recostar mi cabeza en tu pecho, mientras metía la mano debajo de la playera y acariciaba tu piel suavemente.
—Bueno, él dijo que tenía que decirle a mis papás sobre ti. Pero lo que quiero preguntarte realmente es si quieres hacerlo formal con mis papás, conocerlos y hablar sobre nosotros. Ya sabes.— Escuché como tú corazón se aceleraba y enrollabas tus piernas en mi cintura.