Rainy days and Mondays always get me down

311 55 19
                                    


Intente algo con otra persona llamada Taehyung. No funciono mucho, él era dos años menor que yo.

Trataba de no quererte, porque sabía que no volvería a funcionar lo nuestro, aunque también en mi corazón había esperanza de que no fuera así. Mi corazón te quería y yo no era nadie para negárselo, pero yo sabía que me había comportado mal contigo, así que simplemente lo ignoré.

Sabia que tú también me querías, pero no, no podía hacer de nuevo nuestra relación florecer. Me daba tanto miedo.

—Tienes que superarlo, Soobin. Si no lo superas, nunca vas a dejar que alguien más entre a tu corazón.— Dijo Beomgyu mientras me intentaba consolar.

Era tan fácil hablar con él de cualquier cosa, simplemente decía lo correcto en el momento indicado.

—Pero yo no quiero a alguien más, yo quiero a mi Gomita.— Me soné los mocos y limpie mis lagrimas.

—Si no lo superas nunca le podrás dar la oportunidad a mas gente de que quiera algo contigo y quedaras estancado en un túnel sin fin y harás que la demás gente se sienta mal, porque ya no vas a ser la misma persona y eso seria algo terrible.— Sabía que él estaba triste, pues la persona a la que él quería también quería a su ex. Que irónico.

No dije nada, tenía un nudo tan grande en la garganta que era difícil hasta pasar saliva. Conecte mis audífonos a mi teléfono y puse el volumen al cien. Comenzó a sonar «Astronomy de Conan Gray»

 Comenzó a sonar «Astronomy de Conan Gray»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iba a verte a tu casa. Necesitaba hablar contigo, ya que últimamente no habías ido a la escuela, ni habías contestado mis mensajes. Desapareciste como un fantasma.

Habían pasado cuatro días desde que no sabía nada de ti y empecé a preocuparme.

Toque la puerta y espere. Nada, ni un solo ruido. Toque de nuevo y de nuevo, simplemente nadie salió.

—Joven. ¿Está buscando a los Huening?.— Me dijo una señora mientras me veía.

—Si. ¿Sabe si salieron o...—

—Se mudaron hace cuatro días.— Me interrumpió la señora mientras sonreía.

¿Te habías mudado? En ese momento mi corazón dejó de latir y estoy seguro de que mis ojos empezaron a lagrimear.

—¿Qué?.— Pregunté con un nudo en la garganta.

—Se mudaron hace cuatro días. La señora Huening me dijo que su hijo estaba confundido y necesitaba irse lo más antes posible de aquí.—

Salí corriendo de ahí y me fui a casa. No me dijiste nada, te habías mudado y no me habías dicho nada. Ni un mensaje, simplemente nada.

𝘙𝘢𝘪𝘯𝘺 𝘋𝘢𝘺𝘴 𝘈𝘯𝘥 𝘔𝘰𝘯𝘥𝘢𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora