Magnus camino con fastidio hacia la puerta de su loft. Los insistentes golpes en su puerta eran exasperantes. Estaba dispuesto a gritarle al quien fuera y correrlo por su falta de educación. Podría recibir una queja de los demás inquilinos en el edificio. Y no quería dar explicación de cuando fue puesto su contrato (el cual no tenía) claro podía hacerlo con magia, un pequeño e insignificante papel o simplemente confundir al dueño, pero eso solo era un desperdicio de su preciado y maravilloso tiempo. Encontrar al otro lado a Clary cargando con dificultad a un licántropo y al mundano que parecía había cautivado la atención de su querido y hermoso hijo único, quien parecía sudar por el peso del licántropo, no fue la imagen que esperaba encontrar. Ni tampoco era como quería conocer al interés de su hijo.
—¿Qué paso? —pregunto Magnus, sin ninguna alteración e interés.
—Fue atacado. —contesto Simon, llamando la atención de Magnus quien lo miraba intensamente. En sus ojos se podía percibir la intriga y un poco de recelo en su lenguaje corporal.
—Perdón por venir aquí —dijo Clary mirando a Magnus suplicante—, pero necesito un brujo y como se, eres el mejor.
Magnus le regalo a Clary una arrogante sonrisa, removiendo su cuerpo en un casi imperceptible baile de satisfacción por sus palabras. Con un poco de renuencia les permitió el acceso a su loft.
—Colóquelo en el sofá. —ordeno apareciendo una gruesa sábana blanca sobre el sofá. Puede que ayude al licántropo, pero se negaba rotundamente que en el proceso su amado sofá (regalo de su querido Raphael) fuera ensuciado.
—¿Dónde estás? —susurro Luke. Sus ojos se encontraban entrecerrados, sumamente débil y tambaleante. Al recostarlo notaron que su cuerpo temblaba y sus dientes comenzaban a castañear.
—Luke —llamo Clary angustiada.
—No puedo encontrarte —volvió a susurrar, mirando alrededor del loft con mirada perdida e insistente—¿Dónde estás, donde estas? ¡Jocelyn!
—Está delirando. —comentó Magnus cuando se acercó a revisar sus signos vitales.
—¡Jocelyn! —pronunció Luke con cariño acariciando la mejilla de Clary.
—No Luke, soy Clary. ¿Me oyes?
Luke parpadeo repetidas veces, desorientado. Su mente pudo aclarase por unos segundos, devolviéndolo a la realidad y el dolor, reconociendo a la persona que tenía enfrente, arrodillada para poder estar a su altura. Luke tomo la mano de Clary con miedo y desesperación.
—Clary escúchame. Debes escucharme, por si...
—No lo digas —detuvo Clary, sabiendo las palabras que saldrían de la boca de Luke. Las conocía perfectamente. Era la misma frase que le daba cuando debía irse a una misión de campo peligrosa. Como odiaba esas interminables y dolorosas platicas. No estaba dispuesta a escuchar una más, no ahora que temía su muerte más que nunca.
—¡Escúchame!
—Luke —pidió Clary con voz suplicante, negando la cabeza con renuencia.
—Debes saber. Escucha...
—¿Fue mordido por un alfa? — pregunto Magnus. Temiendo la respuesta.
—Sí, ¿por qué? —Simon estaba preocupado. La mirada de Magnus no era alentadora.
Magnus se alejó de Luke, pidiendo que los demás hicieran lo mismo. Clary no quería soltar a Luke, pero Simon la arrastro hacia el con fuerza.
—Tres, dos, uno...
Luke se levantó, aullando de dolor, sus ojos adquirieron su tonalidad amarilla, brillando intermitente un color rojizo, característicos de los alfas. Sus garras aparecieron, siendo más largas que antes, brotando de sus dedos sangre, pero la repentina transformación, y sus colmillos brotaron tan rápido que boto sus colmillos humanos, cayendo al piso ensangrentados. Magnus arrugo los labios y ojos en disgusto. Lamentando no haber puesto una sábana en su amada alfombra. La transformación de Luke estaba fuera de control. Si Magnus no lo tranquilizaba, Luke moriría.
ESTÁS LEYENDO
MERCY (Libro 3)
FanfictionClary entra en un mundo en el que jamás en sus locos sueños creyó que existiera, aventuras sorprendentes y aterradoras le esperan pero no todo será perfecto en su viaje a ser una Shadowhunter... un amor traicionero ...