MERCY (Libro 3)

Capitulo 27

Magnus abordo a Alec en la sala ofreciéndole una copa de su mejor Martini. Regalándole una seductora sonrisa.

—¿Ya estas disponible para esa ansiada copa?

Ale miro la bebida y al brujo con cautela.

—Lo lamento, pero Clary y yo necesitamos regresar al instituto a descansar —respondió con rapidez, tratando de alejarse del brujo lo antes posible. Este brujo me pone incómodo.

—Puedo darle una habitación a cada uno —sugirió Magnus con una sonrisa encantadora—. No le cobraré nada al instituto. —aseguro con seriedad y honestidad—. Se las daré sin problemas, como mis invitados de honor.

—Es muy generoso, pero debo declinar.

Alec le dio una señal a Clary para que partieran. No quería quedarse en un lugar cercano a ese brujo, tenía el presentimiento que debía estar alerta en todo momento. Deseaba descansar no sentirse como en un simulacro de guerra.

—Pasare por Simon en la mañana a primera hora, envíeme la cuenta por un mensaje de fuego directamente a mí.

—Si quieres puedo llevarlo hasta el instituto. Así podemos vernos de nuevo y tal vez tomar el desayuno mientras acordamos el pago ¿Qué te parece?

—Es mejor que no lo haga, los directores del instituto han regresado, no quiero meterme en problemas innecesarios señor Bane.

Magnus desapareció las copas de sus manos con tristeza, dándole un puchero resignado a Alec.

—Es una pena.

—No encuentro a Jace —Alec agradeció internamente la interrupción de Clary.

—Él ya ha regresado al instituto —revelo Alec con seriedad— es momento de irnos.

Clary le dio una mirada asombrada a Alec. Se encogió de hombros restándole importancia.

Caminaron por las oscuras y desoladas calles de Brooklyn. Magnus vivía casi a las afueras de la ciudad. Ellos debían regresar casi hasta Nueva York. Era miles de kilómetros. Y para desgracia de Clary, ya no pasaban taxis. Clary se preguntaba seriamente si los Shadowhunter no tenían transporte. Creyendo que probablemente no los tenían para no llamar la atención, una multa mundana debería ser un problema.

—No puedo creer que Jace se fuera sin nosotros —dijo Clary al cruzar la calle para pasar por el parque.

Alec recordó vagamente su conversación con Jace minutos antes de entrar a hablar con el licántropo junto a Clary:

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—Jace debes regresar al instituto

—Esperare que Clary termine de hablar con el licántropo —dijo Jace con decisión.

—Yo la esperaré, pero tu debes irte. —insistió Alec.

—Esperare.

—No puedes —dijo con seriedad y dureza.

—Alec...

—Padre ha regresado, pregunto por ti específicamente. —interrumpió con brusquedad— Le dije que iría a buscarte en tu misión. Dijo que tenía que hablar contigo de algo serio.

—¿Te dijo de qué?

Alec negó con la cabeza.

—Sabes que no le hago preguntas a padre.

Jace asintió, soltando el aire de sus pulmones casi en su totalidad, mirando a su parabatai en comprensión.

—Lo se.