Capítulo 10

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Alec entro en el instituto por la puerta de enfrente sin que nadie se diera cuenta y camino como si siempre hubiera estado en su habitación, fue a la sala de armas con tranquilidad incluso saludando con la cabeza a las personas que estaban abandonando la sala en ese preciso momento.

—Señor alec ¿Quiere que reservemos la sala de entrenamiento para que practique? —pregunto una chica con una sonrisa.

—No, practicaré fuera en el instituto, me servirá mucho entrenar a oscuras —dijo con hosquedad.

La chica sonrió con nerviosismo y con un intenso sonrojo en las mejillas.

—Comprendo, si quiere compañía tal vez...

—Entreno solo —Alec contesto con brusquedad e ingreso a la cámara de armas para tomar un arco y flechas con rapidez, estaba a punto de salir cuando se detuvo por un momento pensando si las flechas que tenía serían suficientes, dudoso, regreso a tomar más hasta que el carcaj estaba totalmente lleno, no era como si se fuera a la guerra y sabia pelear con espada, pero para Alec era preferible el arco y no sabía con cuantos vampiros se enfrentarían antes de recuperar al mundano.

Alec presiono el botón de guardado de flechas para salir, pero una voz lo sobresalto un poco.

—¡Alec! No sabía que estabas aquí.

—Hodge, me aburrí en mi habitación, entrenaré un poco a fuera —dijo con su normal tono antipático.

—¿En verdad?

—¿Por qué te mentiría?

Hodge se le quedo viendo con detenimiento.

—No encuentro a Jace ¿Lo has visto?

—¿Lo necesitas para algo? —pregunto con una ceja alzada esperando una respuesta.

—Quería hablar con el de algunas cosas.

Alec se acomodó el carcaj en el hombro dispuesto a irse.

—No lo he visto, tal vez este en su habitación o este con Clary...

—Esa chica es hija de Vale.... —Hodge gimió de dolor agarrándose el cuello. Alec lo vio sin ninguna emoción en el rostro, aunque por dentro estaba preocupado, para él el castigo de Hodge ya debía haberse quitado desde hace mucho tiempo—. Es la hija de ese monstro, debe haber una razón por la cual las cucarachas salieron de la nada otra vez ¿Verdad?

Alec no contesto nada, pensaba ¿Si es que Hodge tenía este tipo de conocimiento o incluso tenía la más mínima sospecha no era mejor habérselos dicho hace unas horas atrás? No entendía porque lo decía ahora.

—Bueno, te dejo tranquilo.

—Hodge —llamo Alec deteniendo a su mentor en la puerta— ¿Por qué piensas que es hija de Valentine?

—Su madre era su esposa —contesto con simpleza Hodge.

—Entiendo —Alec fingió una expresión pensativa— gracias.

—Me recuerdas tanto a mi Alec —dijo con una sonrisa acercándose un poco a Alec—, el amigo leal de pie en la sombra del elegido.

Alec frunció el ceño con un poco de enojo, jamás aceptaría que siempre lo compararán o lo hicieran menos de Jace.

—No cometas los mismos errores que yo —advirtió Hodge— mira en donde estoy.

—Agradezco tu preocupación Hodge —Alec le regalo una pequeña sonrisa— pero estaré bien, aun así, lo tendré en cuenta —Alec avanzo hacia la puerta pasando a Hodge. 

Hodge asintió con la cabeza despidiéndose

—¿Te puedo hacer una pregunta?

Hodge agrando los ojos, curioso por el repentino tono apenado y bajo de Alec.

MERCY (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora