Capitulo 38

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ESPECIAL CALENDARIO DE ADVIENTO. DIA 2

No paso mucho cuando Lydia volvió a entrar en la habitación. Alec miro con frialdad al Shadowhunter que había pateado su puerta destrozando la chapa. Sabiendo que vendrían primero por ella había quitado el seguro y guardado de nuevo la pantalla. El cazador se hizo el desentendido encontrando sumamente fascinante la alfombra.

—Donde esta Clary Fairchild —demandó Lydia.

Alec e Isabelle la miraron sin una emoción en el rostro.

—Ella esta —Jace se cubrió la boca con asombro, agrandando los ojos al ver que la cama se encontraba vacía—. ¡Ya no está!

Lydia apretó los labios, sintiendo un tic en ojo.

—Serás. —siseó por lo bajo. —Busquen la coma en su habitación —comandó en voz alta a los Shadowhunter detrás de ella. Miro a los tres hermanos con ira—. Incluyendo la de los herederos Lightwood.

El mismo Shadowhunter que pateo la puerta de Alec, derribo la de Clary. Los residentes del instituto le dieron una mirada de disculpa a Alec antes de ingresar a las habitaciones y registrarlas. Isabelle salió disparada hacia su habitación, antes de que el nuevo fanático en patear puertas la derribara, cuando claramente se encontraban abiertas.

Los gritos de Jace se escucharon por todo el pasillo. Alec sintió un tic en el ojo al comprender por qué tanto escándalo. Tal parece que encontraron todos sus cajones secretos con bocadillos, la cocinera incluso subió para reprenderlo en persona.

Mientras hacía que acomodaran de nuevo sus cosas en su lugar después de la rigurosa inspección de parte de Lydia. Ya que según ella debía registrar en persona la habitación del líder interino del instituto, contemplo, para su espanto, como su parabatai se arrastraba por el suelo tomando con fuerza la pierna de la cocinera implorando dejarle sus amados bocadillos.

Jace camino furioso hacia la habitación de Clary después de recibir una sonora cachetada por parte de la cocinera cuando ingreso al ascensor para que la soltara. Era la segunda cachetada que recibía desde que residía en el instituto. Tal parece que tomaron confianza después de ver que Clary aún sigue con vida —murmuro por lo bajo.

—Estoy seguro que no es la copa que estas buscando. —gritó Jace tan solo entrar a la habitación de Clary.

—¡No me molestes Wayland!, intento hacer mi trabajo.

—No encontraras la copa en la ropa interior de Clarissa. —siseó Alec con brusquedad, arrebatándole el sostén que el cazador tenía en sus manos—. Lárgate de aquí. —ordenó Alec.

El cazador se alejó, saliendo de la habitación despavorido. Alec miro a Lydia con brusquedad, cerrando el cajón de Clary con delicadeza. Se aproximo a Lydia a grandes zancadas.

—Esto se tiene que cancelar ahora.

—No podemos hacer eso. Debemos encontrar la copa mortal. —renegó Lydia.

—Aquí no hay nada —dijo uno de los cazadores que residían en el instituto, Mark Blackwell, con mirada cansada. Ya habían registrado la habitación tres veces.

—Por supuesto que no —coincidió Jace.

—Aquí no la encontraran —aseguró Alec.

—Alec debes entender que...

Alec la interrumpió al escuchar su falsa voz lastimera.

—Sal de la habitación de mi novia. —demandó con brusquedad, taladrándola con la mirada—Ahora.

Los cazadores se tensaron, saliendo de la habitación con rapidez. Rose Blackburn cerro el cajón que revisaba con brusquedad, tirando en el proceso el perfume de Clary al suelo. Salió de la habitación como un torbellino, Jace la miro marcharse con una ceja alzada.

MERCY (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora