Capitulo 1: Obsesión

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¿Era mala intentar ser perfecto aunque sabía que no lo lograría? No lo sabía.

Muchas cosas pasaban por su cabeza, siempre encerrado en su mundo donde todo es perfecto. Donde el fuera feliz, es lo único que busca.

Estaba en la cafetería con su amigo. Estaba en tiempo libre y habían decidido ir por un café y relajarse un rato.

El muy poco recurría a este lugar, no le gustaba los lugares en donde había muchas personas.

—¿Me vas a ayudar con mi proyecto?—Esa pregunta fue lo que le saco de su mente.

—Me sorprende que aún necesites mi ayuda para casi todo—Respondió el peli-negro tomando otro sorbo de café.

—Deja lo malo y ayudame, Dos-kun.

—Haz tus trabajos, vago—Se río por la cara de su amigo, tenía un puchero y eso le causo gracia.

Dejo de mirar a Gogol y se enfoco en la vista del fondo. Era lo normal, gente tomando café, comiendo algo, hablando con sus compañeros o amigos, o simplemente viendo sus celulares. Nada fuera de lo común.

El era un estudiante de literatura, no era algo fascinante  pero era lo que le gustaba. Tenía un trabajo de medio tiempo que servía para pagar sus caprichos mientras que sus padres pagaban sus estudios. Su padre era un reconocido médico, aunque todo el mundo espero que el eligiera la misma carrera que su padre no fue así.

Era su primer año en la universidad.

Sintió una mirada sobre el, al principio la ignoro, pero después de unos minutos se le empezó hacer incómodo. Miro para el fondo y vio a un chico castaño que resaltaba entra la multitud, no porque fuera diferente, si no por su mirada que no se despegaba de el.

—Creo que es hora de irnos—Se levanto de si asiento y recogió sus cosas.

—Espera-—Empezo a recoger sus cosas rápidamente—¡No me dejes!— El ojos lila ya iba a unos metros de distancia.

                                  ...

Era extraño, era diferente, adictivo.

—Neh, babosa—Llamo a su amigo que estaba concentrado en su móvil.

—¿Ahora que?

—¿El amor a primera vista existe?—Pregunto como todo niño inocente, y el, era de todo menos eso.

Pensó por un momento y abrió la boca para formular una repuesta—En mí opinión no, pero depende de cada quien—Contesto de manera sencilla.

—Yo creo que si existe.

No era la primera vez que veía a el ruso, claro que no. Lo venía viendo desde el inicio de las clases, estaba seguro que se había enamorado de ese semblante serio y sus bromas sarcásticas. También había logrado leer uno de los escritos de ese muchacho que lo traía loco.

Una cosa puede ser amor  y otra Obsesión, la obsesión se puede forma fácilmente aunque no lo crean y claro, todo el mundo lo confunde con amor y cosas bonitas, es algo cómico ¿No creen?

Pero claro, la obsesión nace del odio y amor que tenemos hacía esa persona.

Y ese día, en la cafetería al ver a el peli-negro sonreír decidió que tal vez debería acercarse.
         

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