Capitulo 12: Solo quiero más

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Ya había logrado llegar a el auto.

Su auto estaba solo en el estacionamiento. Lo único que podía escuchar era el sonido de los grillos y las hojas moviéndose con el viento.

Y pensar que esto en la mañana siempre estaba abarrotado de gente... Pero de noche era perfecto para muchas cosas. Un lugar desolado y alejado, era perfecto.

Saco una cuerda del maneletero. Había dejado a el peli-negro en el asiento de atrás acostado. Iba a amordazarlo solo por si las dudas. Era una hora hacia su departamento y sabía que el efecto del sedante se podría acabar pronto.

Se acomodo para poder amarrar las manos del contrario.

Guió su mirada por todo el cuerpo de Fyodor, solo por curiosidad dirigió su mano por la clavícula de este, estaban tan marcadas. El peli-negro tenía una palidez y delgadez que aveces se preocupaba por su salud. Pero coño, eso era lo que lo hacía tan bello.

Ahora llevo su mano a los labios del ojos lila que estaban entre abiertos. Presionó ligeramente esos labios finos.

—Espero que no te moleste...—Acerco su rostro a el del contrario—Pero te voy a besar—Dijo y termino de cortar la distancia que tenían.

No sabía describir lo que estaba sintiendo. Era tan increíble, por fin estaba besando a la persona que el amaba con locura.

Movía sus labios a su antojo y como la boca del pelí-negro estaba un poco abierta aprovecho de explorar esa boca que ahora era suya.

El beso se sentía maravilloso, sentía que quería más y más. No quería parar, pero tenia que hacerlo.

Un hilo de saliva conectaba sus labios. Ahora los labios del pelí-negro estaban ligeramente rosados a el igual que los suyos.

—Quiero que tu también sientas lo que yo acabo de sentir—Su rostro estaba ocultado en el cuello del ruso— Si esto se siente así aún si estás inconsciente... Ya quiero saber cómo se debe sentir cuando tu también muevas tus labios sobre los míos.

Se alejo un poco y amarro las manos del ruso a la espalda de este acomodando lo mejor en el asiento y lo cubrió con una manta hasta el cuello.

Cuando ya dio su tarea por terminará cerro la puerta y fue a la puerta del conductor.

El solo suspiro. No mentiría, estaba un poco cansado pero eso no quitaría que estaba alegre y complacido.

Mañana no habría universidad y luego seguía sábado y domingo. Era tiempo suficiente para pasarlo con su amado, aunque nada sería suficiente.

Encendio el carro y arranco directo a su departamento. Este ya estaba arreglando para recibir a su nuevo invitado.

—Es la primera vez que vas a mi departamento, pero lo acomode para que tuvieras más cómodo, aunque cuando sean las vacaciones iremos a otro lugar que se que te encantara—Hablaba como  el ruso aunque este  estuviera inconciente.

Estaba feliz, el amor de su vida ya era suyo por completo y no iba a dejar que nada ni nadie se lo arrebatará.

Acomodo el espejo para poder ver a el peli-negro mejor y solo solto una sonrisa cálida.

—Eres simplemente perfecto.

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