Capitulo 22: Un nuevo comienzo

141 23 2
                                    

Cuatro meses habían pasado.

Había logrado alquilar una pequeña habitación. Consiguió trabajo en una cafetería. Se había cortado el pelo ¿Por qué se lo había cortado si amaba su cabello?  A el castaño también le encantaba, ese era el problema. Empezó a usar lentes de contacto. Empezó a usar bases de maquillaje para hacer su tonalidad de piel un poco más oscura y no verse tan pálido.

Era irreconocible lo cual era perfecto.

Al pueblo que había llegado a era un pueblo pequeño, donde todos se conocían las caras y muchos vivían de cosechas. Estaba bastante alejado de la ciudad.

Su casera era bastante amable

Estaba esperando que pasarán unas semanas más para poder llamar a Gogol y a sus padres. Decirle que estaba bien y que no había nada de que preocuparse.

Pero ahora estaba reuniendo para un teléfono nuevo. No quería darle uso al anterior así que lo boto cuando venia en camino, era lo más seguro.

En estos momentos le estaba haciendo un favor a Elena, su casera. Estaba comprando unas cosas para la cena.

—Gracias, Fyodor-kun ¿Sabías que eras un ángel?—Agradecia la mayor con una sonrisa—Espero que no hayas tenido inconvenientes por el favor que te he pedido.

Ángel.

“Eres un angel caído del cielo para juzgar mi alma”

Tuvo un sabor amargo en su boca al recordar eso.

—No hay de que preocuparse, Elena–san—Dijo con una sonrisa. También había tratado de cambiar su actitud, trataba de sonreír más.


                                 ...


Ya habían pasado cinco meses y no había señales del castaño. Suponía que ya se había rendido.

Extrañaba la universidad. Pero no volvería. Era mejor terminar de formar su vida en este pueblo.

Muchos habitantes de este pueblo les parecía raro que un joven como el estuviera aquí en un pueblo y no en una ciudad. Así que los rumores empezaron a circular rápidamente, pero no le importaba, en realidad no le importaba nada.

Se quería mantener a raya de todo.


                                ...

Se despertó a mitad de noche, otra vez. Otra pesadilla, otro sueño con el.

Se abrazo a si mismo.

Se sentía sucio apesar de que se baño antes de acostarse. Sentía que no valía nada. Y sentía como las manos del castaño recorrían su cuerpo.

Aún tenía miedo de que Dazai lo encontrará...

Pero eso no iba a pasar, ¿Verdad?

Había echo mucho para no dejar rastros como para que el castaño lo encontrará.

Quería volver a conciliar el sueño, pero lo único que hacía era dar vueltas en la cama. Una y otra vez.

Sentía que si cerraba los ojos todo esto sería mentira y aún seguía en esa habitación atrapado. Que su escape había sido fallido.

Pero no era así, estaba aquí, con Elena. No con Dazai en esa habitación, claro que no.

Estaba en su propia habitación. Podía salir cuando quisiera y trabajaba. No dependía de Dazai, para nada. Ahora solo dependía de sí mismo.

El castaño solo había sido una muy mala etapa de su vida la cual quería dejar atrás y olvidar.

                                  ...



El pueblo hoy estaba lleno de neblina, era lindo.

Estaba de camino a la cafetería en la bicicleta que Elena le prestó.

Hoy podría ser un hermoso día. Quería que fuera un hermoso día.


Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora