Epílogo

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Pero para su desgracia la cuerda era corta y la muerte no era instantánea. Claro que no.

Cómo puedo olvidar ese tan importante detalle.

Si la cuerda era larga y era un lugar alto morías porque tu cuello se fracturaba.

Pero si era un cuerda corta morías por asfixia.

Trata de patear a el castaño para que no se acercara. Mientras sentía que el aire se le iba.

Se estaba quedando sin fuerzas pero igual trataba de alejar a Dazai.

—Joder, quédate quieto , no ves que estoy tratando de salvarte—Al fin pudo agarrar las piernas del contrario y disminuyó la presión en su cuello.

—¡Suelta me!—Lo golpeaba con sus manos—¡Déjame morir! ¡Déjame morir! 

—No me puedes dejar solo, eres en el único que puedo confiar—Dijo con un tono melancólico mientras cortaba la cuerda con el cuchillo.

Dazai lo dejo caer a el suelo mientras el golpeaba el piso con todas sus fuerzas en señal de frustración.

—¡Carajo!

Sentía como el más alto lo veía.

No tenía a dónde huir. Vio con odio a el castaño. En serio lo odiaba.

—¿Sabes algo? El suicidio doble siempre me pareció maravilloso.

—Vete a la mierda.

—¿No sería maravilloso que ambos lo hiciéramos?—Pregunto el menor acercándose a el peli-negro.

—¿Si tanto me querría muerto por qué me salvaste?—Pregunto confundido.

—Porque... Porque si vas a morir quiero que sea por mis propias manos—Dijo con una sonrisa mientras agarraba el mentón del contrario—Yo quiero ver cómo mis propias manos te quitan la vida, no una estúpida cuerda—Explico mientras sus mano se deslizaba por el cuello del ruso.

El castaño lo tumbó de espaldas a el suelo mientras sus manos estaban alrededor de su cuello.

Solo cerro sus ojos esperando su final. Era igual en realidad, si eran las manos de Dazai o la cuerda no importa, con tal, ambas cumplían con su función.

—Entonces mátame—Dijo Fyodor mientras agarraba las manos del contrario—Si tanto me amas mátame, mátame, pero no hagas que viva el infierno que quieres que viva—Una de sus manos estaban en la espalda del castaño acariciando con ternura y cariño—Hazlo.

Si morirá arrastraría a Dazai consigo.

Bajo su mano con delicadeza y agarró el cuchillo que había quedado también en el suelo.

Sabía que el castaño tenía una herida grave, no importaría si hacía otra para que muriera desangrando lentamente, en agonía.

—No te detengas, no lo hagas hasta que yo ya no esté en este mundo—Dijo con ternura en su voz—Hasta que tú mismo me mates, me quites la vida y no sea de nadie más, tal y como tu quieras—Sintió  como Dazai apretó ligeramente su agarre y el solo sonrió—Hazlo.

El castaño empezó a asfixiarlo.

Su vida se iba a acabar en unos minutos.

¿Se tenía que arrepentir de algo?

Según lo que el sabía no.

Cerro sus ojos y apretó el cuchillo.

Su vida se iba poco a poco.

Con sus últimas fuerza clavo como pudo el cuchillo en el abdomen del contrario.

Ambos sonrieron.

Ambos estaban perdidos.

—¿Esto se podría considerar Suicidio doble?—Pregunto con una sonrisa mientras un hilo de sangre caía con sus labios. Vio a el peli-negro abajo de el, también estaba sonriendo.

La mano del mayor cayo lentamente hasta el suelo.

Empezó a llorar.

Dolía más de lo que pensó.

Ambos murieron esa noche. Aunque por separado, por razones distintas.

Pero el cuerpo de ambos fue encontrado juntos en esa habitación.

Ambos cubiertos de sangre.

Agarrados de las manos.




             ...


—¿Usted es familiar de Fyodor Dostoyevski?—Preguntaron al otro lado de la línea.

—Si, se podría decir—Respondió inmediatamente—¿Lo han encontrado?—Pregunto, tenía miedo de lo que contestaran.

—Lamento informarle que se ha encontrado muerto junto a otras dos personas más. Muerte por asfixia.

El solo corto el teléfono y fue hacia la sala.

Vio una foto en donde estaban los dos.

—“¡Tómala rápido y que el sombrero se la va a llevar el viento!”

Ese día, tres meses antes de que desapareciera. Había convencido a Fyodor de que fueran a un campo a tomarse fotos juntos.

Se quedó mirando la foto con una mirada vacía.

Esto no podía estar pasando.

Esto no podía ser real, simplemente no podía.

Su teléfono volvió a sonar y el solo lo ignoro.

Un grito junto a un llanto se escuchó en el lugar.

















Ahora sí doy la historia por fin terminada. Casi lloraba cuando estaba escribiendo las últimas líneas.

Espero que le haya agradado y disfrutado de la historia.

Si tiene alguna pregunta me lo pueden dejar en los comentarios ya que estoy cociente que no explique muchas cosas.

Pero agradezco a las personas que leyeron esto.

Sin más, me despido y espero leernos en otra historia.

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