La Dimensión Perdida (LIBRO 1)

Escape engañoso

En Dryadalis, los nervios del consejo estaban a flor de piel. Elin se reacomodaba en su trono cada medio minuto, Tolhet y Elliot cuchicheaban en una esquina trazando un mapa en el suelo, los demás simplemente estaba allí, observando, escuchando, pensando en la infinidad de cosas que podrían pasar cuando Logan cruzara la entrada.

Aaron estaba impaciente, caminaba de un lado para otro balbuceando un montón de cosas, tal vez imaginando lo que pasaría cuando se reencuentre con su hermano, o quizás, cómo defenderían el reino si Logan los traicionaba.

Aproximadamente media hora después de que el hombre lobo se había marchado de Dryadalis, Aaron se acercó a hablarle a la reina Elin.

—Mi señora —, dijo acercándose al trono de ella— necesito hablar con usted —añadió.

—Sígueme —, respondió ella y se levantó del trono. Condujo a Aaron al jardín secreto donde alguna vez había llevado a James—. ¿Qué deseas?

Aaron fue franco.

—No confío en Logan —respondió mientras observaba el hermoso lugar.

—Tampoco yo —, dijo ella.

—No podemos arriesgar a los elfos, si Bella ataca... sería el fin de todos —comentó el príncipe.

—Lo sé, por eso tengo un plan.

—¿Y cuál es? —preguntó intrigado.

—Lo lamento, joven príncipe —contestó ella—, pero no puedo exponer la seguridad de mi reino confiándote esa información.

—¿Estás desconfiando de mí? —preguntó él, totalmente indignado— ¡Yo fui quien salvó tus entradas varias veces! ¡Casi muero por si no lo recuerdas!

—¡James escúchame! —suplicó ella sin darse cuenta que se había equivocado.

—¡NO SOY JAMES! —reaccionó exaltado Aaron.

—Sí —dijo Elin— de eso ya me doy cuenta. Discúlpame Aaron —guardó silencio unos segundos y luego dijo— no desconfío de ti, pero Bella es muy poderosa, tiene la capacidad de ingresar a tu mente, ella domina las mentes humanas a su voluntad para que hagan, piensen, vean o le muestren lo que ella quiere. Si Bella se mete a tu mente es el fin.

Aaron no replicó, lo entendía. Sabía cuánto poder tenía la diosa, pero aun así no le gustaba quedarse sin información.

—¿Qué pasará de mi hermana Eleanor si Bella nos invade? —preguntó él después.

—De momento, la princesa Eleanor es la única que está a salvo, y roguemos a los dioses que se mantenga así —La forma en la que lo dijo, perturbó un poco al príncipe—. Nuestra prioridad en estos momentos es el príncipe James, si Logan cumple con su promesa... tendré que sacarlos de aquí, tú y tu hermano se marcharán de mi reino — sentenció.

Aaron trató de preguntar a dónde los enviaría, pero entonces Elliot entró junto a ellos, acompañado de Tolhet, Az, Camil y Sophía.

—El plan está listo —anunció.

Todos estaban vestidos con sus ropas de batalla, llevaban puestas sus armas y cada uno tenía una bolsa mediana colgándole del hombro.

—Aaron —lo llamó Az—, ve detrás de esos arbustos y cámbiate —le lanzó ropa—. Tus armas y suministros están aquí.

—¿Qué? ¿Qué sucede? —preguntó el sin entender nada, pero nadie le explicó, solamente se quedaron en silencio para observar como se marchaba a esconderse y vestirse.