23. El plan (parte 1)

217 16 1
                                    

Me vestí con ropa seca y me junté con mis compañeros en el salón, murmuraban de distintas ideas de lo que podríamos hacer pero ninguna se acercaban a la mía. Me senté en el sofá junto a Steve y Erica, cogí aire y hablé.
-Tenemos que volver al otro lado. -Eddie me miró y negó a mi propuesta, siguiéndole Steve parándose de mi lado. -Pensadlo, ¿que otro modo hay?
-Hemos salido de milagro, _____, y tú has salido la peor parada, recuérdalo. -comentó Edd preocupado. -No vamos a volver.
-No fuimos preparados, pero esta vez llevaremos armas y protección, además estoy mejor y podríamos vencerlo, tenemos la ayuda de Once y la mía. ¿No es suficiente? -Steve pasó sus manos por su cara, peinando su pelo y suspirando nerviosamente. -Cruzamos el portal, lo encontramos y lo matamos.
-O él a nosotros. Estás viva porque él lo quiso así, no nos tiene miedo. -me contestó Steve.
-Y con razón. -habló Robin mientras se levantaba de la silla. -Nos equivocamos con Vecna, Henry, Uno, lo siento, ¿cómo lo llamamos?
Cada uno dijo un nombre distinto causando un poco de gracia esa situación tan seria, Robin cerró los ojos y zarandeó la cabeza como si le atosigasen todas nuestras palabras.
-Vale, ehh, sabemos algo más sobre Vecna/Henry/Uno. Es como Once y como ______, pero en versión villano e infanticida con la piel fatal. El caso es que es poderosísimo. Nos reventará de un plumazo, no estamos a la altura. -Robin hablaba tan rápido que a veces me costaba entenderla o seguirle el hilo.
-Tienes razón. -añadió Dustin. -Es como Once y _____, y eso nos da ventaja. Conocemos sus puntos fuertes y débiles.
-¿Qué tipo de desventajas? -dijo Erica mientras entrecerraba los ojos y lo miraba mientras alzaba una ceja. Dustin se puso firme y siguió gesticulando con sus manos.
-Cuando Ce viaja remotamente, entra en una especie de trance, al igual que _____ cuando usa sus poderes de curación o cuando fue a buscar a Ce, Vecna hará lo mismo.
-Será lo que hace en el ático. -añadió Lucas.
-Exactamente, y cuando vaya a por otra víctima seguro que estará en el ático, físicamente indefenso.
-¿Y qué podríamos hacer con los murciélagos? -dije mientras señalaba las pequeñas marcas de mis brazos.
-Cierto, habrá que abrirse paso o distraerlos de alguna forma.
Estuve dándole vueltas a la cabeza, quería participar pero sabía que Eddie impediría que fuese otra vez al otro lado, había que enfrentarse a aquellos murciélagos para poder entrar a la casa de los Creel, matar a Vecna, salvar a Max y que todo salga bien, era algo muy complicado.
-Yo me quedaré en Hawkins, podríamos crear un tanque de privación sensorial más grande, donde podría actuar desde aquí, Once actuará igual y yo la acompañaré, dudo que Vecna pueda matarnos de esa manera y gracias a ese tanque, puedo incrementar mis poderes aún más siendo más fuerte, es todo ventajas, ¿no? -miré a mis compañeros esperando a que alguno hablase y me diese el visto bueno, pude comprobar que Eddie quedaba mucho más tranquilo al saber que yo podría quedarme aquí en tierra sin necesidad de pasar al otro lado.
-Vale, la idea pinta bien pero no sabemos el patrón que siguen los asesinatos de Vecna. - agregó Robin. -No sabemos cuándo volverá a atacar, ni a quien atacará.
-Sí que lo sabemos. -interrumpió Max. -Yo aún lo siento, sigo marcada. Si dejo Kate Bush volverá a por mí.
Lucas y yo la miramos preocupados, era una buena idea pero el hecho de que se usase como cebo para Vecna no me animaba del todo, aunque no teníamos otra manera de hacerlo.
-Solo tengo que entretenerlo lo suficiente para que lleguéis al ático y luego podéis decapitarlo, apuñalarlo o reventarlo con algún invento de Dustin. Me da igual como os carguéis a ese cabrón pero, sea lo que sea, hagáis lo que hagáis, procurad no fallar.
Eddie se levantó de su asiento y se fue al revistero, parecía buscar algo desesperadamente pero no lo lograba encontrar, miró por todas partes pero no entendía qué estaba rebuscando, todos nos quedamos observando sus movimientos en espera de que nos informase de su hazaña.
-Oye friki, ¿qué estás buscando? -interrogó Erica, como siempre muy amable.
-Estoy buscando el libro de Páginas amarillas, pero no lo encuentro. -recordé que ese libro lo tiré la semana pasada a la basura, así que fui corriendo a la papelera a su rescate, lo limpié un poco y se lo di, dándome las gracias.
Abrió el libro por el final y buscó letra por letra mientras repetía constantemente la W. Su lengua se acomodó otra vez en su labio superior y pasaba rápidamente las hojas con el dedo, se veía bastante gracioso haciendo ese gesto.
-¡Lo encontré! "War zone". -señaló aquel dibujo publicitario de un hombre con un fuerte parecido a Rambo cargando un arma. -He ido aquí, es enorme. Tienen todo lo necesario para, bueno, matar cosas.
Lo miré dudosa, no parecía un sitio lo bastante de fiar para hacer la compra del mes, pero nos servía.
-¿Todo esto es legal? -pregunté.
-Por suerte para nosotros, sí. Esta tienda queda situado a las afueras de Hawkins, iremos por carreteras secundarias para evitar a los polis y a los paletos cabreados. -dijo Eddie mientras asentía por sus palabras.
-Para evitar a los paletos cabreados es mejor no ir a ese tipo de sitios. -Erica estaba en lo cierto, pero no teníamos otro modo.
-Te daría la razón, pero necesitamos armas, correremos ese riesgo. -artículo Nancy mientras se inclinaba a mirar mejor el catálogo de aquella tienda. Dustin cruzó sus brazos y frunció el ceño mientras seguía dándole vueltas al asunto.
-Nos llevará todo el día ir y volver en bici, no podemos hacerlo a no ser que alguien tenga un vehículo. -su contestación me hizo pensar en aquella caravana que estaba solo a unos metros de la mía, era de unos vecinos bastante molestos que me incordiaban con sus gritos cuando iba a salir a leer. Me paré de ahí y salí a la puerta para divisar que no hubiese nadie. -_____, ¿qué se supone que estás haciendo?
-Tengo una idea. -me fui a mi cuarto en busca de una camiseta, la usaría para taparle la cara a Eddie. Regresé al salón y se la tiré cogiéndola al vuelo. -Hay una caravana que se puede usar de vehículo y está solo a unos metros de aquí, podríamos ir en silencio y usarla para ir a la tienda. Eddie, eso úsalo para taparte la cara, así no te reconocerán.
Los chicos recogieron sus cosas y Eddie se ató la camiseta a su rostro dejando la parte del cuello en los ojos para poder ver, salimos de mi casa y fui liderando el grupo, intentábamos escondernos en cualquier sitio posible y yo tanteaba el terreno, pues al parecer aquella pareja estaba sentada en el porche. Pude ver que en la parte de atrás de la caravana había una ventana a la que se podía acceder sin que ellos nos viesen, corrimos lo más silencioso posible y pude abrir desde la distancia aquel ventanal para poder colarnos desde ahí, primero entró Eddie y cerró la puerta con seguro para que no pudiesen entrar, nos hizo una señal y ayudé a los demás empujándolos para pasar. Nos fuimos escondiendo en algunas zonas de la caravana y Eddie fue directo a la zona del piloto acompañándole a hurtadillas.
-Necesito unos alicates. -susurró Eddie. Busqué por la zona y encontré unos cerca de la encimera de la cocina, se los acerqué susurrándome un gracias.
Siguió jugueteando con los cables sin tener ni idea de lo que estaba haciendo, Steve se acercó para averiguar qué hacía aunque él tampoco lo sabía, me miró y le respondí encogiéndome de hombros.
-¿Qué se supone que estás haciendo? -preguntó dudoso Steve.
-Arrancando el motor de la caravana sin necesidad de unas llaves. -apartó la vista de los cables y miró a Steve con una media sonrisa divertida. -Algunos padres enseñan a sus hijos a pescar o a jugar a la pelota. El mío me enseñó a hacer esto.
Eddie empezó a cortar los cables y a entrelazarlos entre sí, Steve y yo lo veíamos muy hipnotizados por sus movimientos y simplemente seguimos escuchando su relato.
-Me juré que no acabaría como él, pero ahora me buscan por asesinato y pronto -Eddie cogió un cable de cada extremo y los acercó pero no se tocaban. -, por robar un vehículo.
Iba a juntarlos, lo que daba a entender que solo faltaban que se tocasen para que el motor funcionase, pero Robin vino corriendo desde los asientos hasta la espalda de Steve, inclinándose un poco hacia Eddie para advertidle de algo.
-Eddie, no me entusiasma la idea de que tú conduzcas.
-Ah, yo solo la arranco, pero conduce Harrington. ¿A que sí, grandote? -respondió Eddie acercándose muy seductor a Steve regalándole una sonrisa, algo que me causó mucha gracia por su parte riéndome todavía más al ver la reacción de Steve.
Eddie por fin juntó los dos trozos de cable y el motor hizo un rugido, haciendo que la caravana vibrase y haciendo saltar las alarmas a los vecinos. Me levanté rápido y fui directamente a los asientos de atrás junto con Lucas y Erica, Eddie le cedió el asiento a Steve y él pisó el acelerador haciendo que rugiese todavía más mientras Robin y Eddie corrieron hacia nosotros acomodándose en los únicos asientos que quedaban libres.
-¡ARRANCA STEVE! -gritaba a lo lejos Dustin.
Harrington dio un golpe al acelerador y salimos escopeteados de allí, me asomé a la ventana trasera y vi como aquella pareja corría detrás de nosotros, dentro de mí me daban un poco de lástima pero esto les serviría como escarmiento por joderme varias veces mis momentos de paz. Aceleró un poco más e íbamos a toda velocidad, veía a mis vecinos más pequeños y dejábamos atrás Forest hill. Nos incorporamos a la carretera pudiendo movernos con más tranquilidad por la caravana, enderecé la espalda y pude relajar mi cuerpo un poco más, después de todo aquello estaba un poco tensa por los nervios. Erica se fue junto a Dustin y Lucas se sentó al lado de Max mientras miraban los dos la autopista quedándome sola. Eddie caminó hacia mí y se sentó justo a mi lado, haciendo que me acercase un poco más hacia él y relajando mis piernas en su regazo, apoyó su mano en mi espalda sujetándome ligeramente y yo me apoyé en su hombro. Pude ver como Nancy se sentaba en el asiento del copiloto junto a Steve y miré a Robin que estaba al otro lado regalándonos miradas cómplices por la escena que nos daba aquella parejita. Seguía en la misma posición que antes, estar así me hacía dormirme cada vez más, bostezaba y mis ojos empezaban a pesar, me acomodé un poco y fui cerrando los ojos a medida que escuchaba la respiración de Eddie, haciendo que, inconscientemente, fuésemos a la par.

Desperté después de sentir que nos habíamos parado, abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la claridad y me fui incorporando a mi asiento poco a poco, tenía las piernas dormidas y parece ser que Eddie las tenía igual. Steve y Nancy se desabrocharon el cinturón de seguridad y quitaron el seguro de la puerta.
-Erica y Robin, os venís conmigo, ustedes os quedáis aquí. -ordenó Steve mientras esperaba a las dos chicas desde las escaleras de la caravana.
-¡Oye! Yo quiero ir contigo. -Dustin se levantó de su sitio y fue a la puerta junto con Steve, haciendo que éste lo parase dándole un leve golpe en el pecho. -Os puedo servir de ayuda.
-No Dustin, es mejor que te quedes aquí, puede ser peligroso. -Henderson negó con la cabeza y volvió a su lugar otra vez. -Eddie es mejor que te quedes detrás del asiento del piloto para que no te vean, intenta esconderte.
Con esta última frase, los cuatro se marcharon dejándonos al cuidado de la caravana. Eddie se acomodó en la parte de atrás del asiento de Steve y se tapó con una manta que habíamos cogido del mueble echándoselo por encima, me levanté de mi asiento y me senté junto a él para que no estuviese solo, cediéndome parte de su sitio para estar los dos.
-¿Has visto a los dos tortolitos? -no sabía a quien se refería ya que ahora mismo en mi campo de visión solo veía a Max y a Lucas a lo lejos muy juntos.
-¿Lucas y Max? Sí, se ven bien juntos. -dije pensando que se podría referir a ellos dos.
-No, aunque pegan bastante. -soltó una risa nasal mientras se asomaba para mirarlos mejor. -Hablaba de Steve y Nancy, no sé qué pasó entre ellos dos pero ojalá Harrington siga luchando por ella, es una tipa dura.
-Nancy tiene pareja desde hace tiempo, además está bastante enamorada de él, no creo que ellos dos acaben juntos. -negué ante sus palabras y encogí levemente mis hombros.
-Te quedaste dormida en la mejor parte, por lo que veo. -dijo mientras giraba su cabeza para mirarme mejor. -Le dijo que siempre había soñado con tener una familia numerosa y todos los veranos, recorrer el país con su ejército de "Harringtons".
-¿Y a dónde quieres llegar? -pregunté aún confusa.
-Él la miró después de soltar eso, y aunque los hombres seamos muy patosos en el ámbito romántico, pude sentir que todo eso se lo decía a Nancy porque en ese sueño se encontraba ella. -miré a Eddie bastante sorprendida por su gran descubrimiento, articulando una expresión de sorpresa en mis labios haciendo que él asintiese orgulloso.
-Vaya, eres todo un detective. -reímos ante mi frase y nos acomodamos los dos en aquel rincón. -Y tú ¿tienes alguno?
Munson me miró y soltó su inconfundible sonrisa mientras desviaba sus ojos a la manta que nos cubría a los dos, se quedó unos momentos en silencio y miró de nuevo al frente.
-Creo que mi sueño sería tocar en una banda, recorrer el mundo entero y poder salir de Hawkins alguna vez, tendría una casa en el campo o en un lugar parecido a Forest Hill, no se está mal vivir fuera de la ciudad. -podía ver cómo los destellos de sus ojos al contarme aquello, bajó la mirada avergonzado y sacó su lengua apoyándola en sus labios. -Y creo que no habría que decir que me encantaría vivir todo eso contigo.
Podía sentir como mi corazón salía de mi pecho de lo rápido que iba, rió avergonzado y le seguí, verlo así de tímido me hacía enamorarme más de él, su lado cursi siempre se escondía en un rincón y cuando salía a la luz era el ser más hermoso que podía haber visto nunca. Me acerqué hasta descansar mi cabeza en su cuello, busqué sus manos de debajo de la manta y jugueteé con sus anillos, sintiendo el frío del metal en la yema de mis dedos.
-¿Y el tuyo? ¿Cuál sería? -resoplé y busqué dentro de mi mente la respuesta, aunque siempre lo tuve claro desde el primer momento.
-Creo que una casita en el campo, con animales, plantitas, nuestro huerto, saliendo al atardecer al porche de nuestra casa mientras yo leo algún libro y tú me tarareas alguna canción, creo que ese sería mi sueño. -miré a Eddie nuevamente y juntamos nuestras narices mientras la movíamos de lado a lado. -Realmente no tengo uno en concreto, pero sé que quiero estar contigo y vivir toda una vida a tu lado, no quiero que ese sea mi sueño, quiero que sea mi realidad a partir de ahora...
Eddie agarró mi cara con ambas manos acercándome a la suya plantándome un beso en los labios, sentía como a nuestro alrededor saltaban pequeñas chispas entre nosotros. El beso terminó por culpa de la falta de aire, separándonos y apoyando nuestras frentes, juraría que ese momento para mí solo duró segundos, pero parecían años.
Nuestra tranquilidad se esfumó al entrar Steve dando un portazo entrando con varias bolsas en sus manos, siguiéndolo por detrás Nancy, Robin y Erica.
-Tus amiguitos están aquí. -habló con una respiración agitada, dejando las bolsas en el pasillo. Eddie y yo nos recostamos en el suelo aún más, tapándonos hasta arriba con la manta. Salimos de ahí lo más rápido posible para poder irnos a un lugar seguro y poder seguir con nuestro plan.

Enchanted - Eddie Munson y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora