Chapter 8: Maddison, wake up

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MADDISON DESPERTÓ, Y REFREGÓ RÁPIDAMENTE SUS OJOS AL NO VER NADA.

Pero aquello no hizo completamente nada, causando que se desesperara y empezara a sollozar, recordando los eventos de hacia unas horas.

El raptor se acercó de forma sigilosa a la chica, dejando la botella de agua que había traído en la mesa y alargando su mano para acariciar con cariño su pelo.

— Tranquila, no pretendo hacerte daño. -musitó, haciendo que la chica se estremeciera rápidamente.- Tus ojos se pondrán bien. Ahora bebe un poco de agua.

El hombre llevó la boquilla a la boca de la chica, tirando de la barbilla de esta para que alzara su cara y bebiera.

Maddison termino de tragar en agua, rápidamente secando el líquido que le goteaba y sintiendo com su miedo parecía relajarse al escuchar los pasos del contrario alejarse.

— ¿Por qué le haces esto a los niños? -me atreví a preguntar, con demasiada curiosidad.

— Yo nunca he hecho nada que ellos no...quieran. ¿Sabes? Nunca había estado aquí una niña, eres especial.

La chica negó con la cabeza, alejándose hasta que su espalda chocó contra la pared y abrazándose las piernas.— Eres mala persona.

— Yo no soy malo. -musitó el contrario, sintiendo su pecho arder con rabia.- ¡Yo no soy malo! -exclamó, y Maddison no tardó en escuchar sus pasadas, al igual que una puerta cerrándose bruscamente.

[...]

ROBIN LLAMÓ POR CUARTA VEZ A LA CASA DE LOS LOHAN.

Había pasado ya una hora desde que Maddison había abandonado su casa y aún nadie había llamado, y aquella presión en su pecho solo crecía cada vez más.

Cuando alguien de la otra línea descolgó el teléfono no tardó en aliviarse, pero al escuchar la voz de su hermano volvió a ponerse nervioso.

— ¿Diga?

— Justin, soy yo, Robin.

Al otro lado el mayor suspiró con alivio, llevándose una mano a su pecho.

— Oh, dios Rob, gracias a Dios. ¿Maddison está contigo?

El moreno simplemente quedó en silencio, confirmando el mayor de sus terrores.

Justin jadeó, empezando a sentir como si una gran sacudida arrebataba con todo su cuerpo.

— ¿Hace cuánto salió de tu casa, Robin?

Robin tembló, agarrando con fuerzas el teléfono inalámbrico y sintiendo las lágrimas amenazar con deslizarse y abordar sus ojos.

— ...Una hora.

El mayor golpeó la pared con su puño, notando su estómago revolverse ante todo aquello.

Robin saltó por aquel ruido, y no tardó en notar como sus lágrimas empezaban a humedecer sus mejillas.

— ¡Joder! -gritó furioso Justin.- ...Robin, llamaré a la policía. Mañana os pasaré a buscar a ti y a Finney y Gwen, no iréis solos por la calle.

El moreno asintió con la cabeza, aunque el contrario no le pudiera ver.

Tras aquello el adulto colgó, y no tardó en marcar el número de la policía.

[...]

NO SABÍA CUANTO TIEMPO HABÍA PASADO, TAL VEZ MINUTOS, HORAS, SOLO DIOS LO SABÍA.

No había podido dormir, el miedo de que el raptor entrara por la puerta y me hiciera algo estaba allí presente, en mi pecho, y no iba a irse de allí hasta que muriera, o lograra escapar.

DISCONNECTED | The Black PhoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora