MIRA RÁPIDAMENTE HACIA ATRÁS MIENTRAS CORRÍA.Observando al raptor salir de la casa a toda prisa.
Sollocé, permitiendo que todas las lágrimas retenidas salieran.
No tenía ni idea de dónde me encontraba, pero tampoco me importó, simplemente empecé a doblar las calles en un intento de perderle de vista.
— ¡Justin!
Mis gritos resonaban por todas las calles, y deseaba que alguien tuviera el buen corazón de abrir las puertas de su casa.
Por mi mente paso picar en alguna casa y esperar a que me abrieran, pero la descarté rápidamente.
Si es que me llegaba a dar tiempo a que alguien me abriera, debería de tener mucha suerte para que me dejaran entrar, y si después venía el raptor, la otra persona debería no darme a él, y aquello sería muy complicado viendo como va el mundo.
Mis piernas empezaban a flaquear, y el dolor recorría todo mi cuerpo.
Sentía las gotas de sangre de mi brazo deslizarse hasta la punta de mis dedos, mezclándose con la sudor que expulsaba mi cuerpo debido a correr tan rápido de golpe.
Las luces de la camioneta desaparecieron de mi vista, por lo que mi pecho empezó a rebosar de felicidad.
Aquella sensación aumentó al visualizar no muy lejos una cabina telefónica.
Jadeé de alegría, alegría que solo aumentó al recordar el dinero que adornaba mi bolsillo.
Al llegar no tardé en meterlo, cogiendo el teléfono y empezando a marcar el número de casa.
Giré la rueda para empezar a marcar con prisa los números.
— Joder. -susurré al ver como me equivocaba.
Volví a empezar a marcar los números, casi chillando de la emoción cuando me quedaba solo uno.
Mi corazón palpitaba demasiado rápido, y sentía las gotas del sudor frío acariciando mi espalda. Mi garganta ardía más que nunca y sentía mis ojos demacrados de no haber dormido durante algunos días.
Ahogué un chillido al notar una mano agarrar mi nuca, y me empujó hacia el suelo, alejándome del teléfono.
Giré mi cabeza, para observar al adulto frente a mí, con una pistola en mano y con su típica máscara.
Sollocé, empezando a negar con la cabeza rápidamente y a balbucear palabras sueltas.
El contrario se agachó, hasta quedar con su máscara enganchada a mi cara. Sentí el tacto frío de la pistola apretando contra mejilla, empujando aquella zona y aprisionando mi cuello contra el suelo.
El peso de su cuerpo hizo que todo aire retenido escapara, y fuera imposible de regresar a mi cuerpo, ahogándome en mi desesperación.
Ni si quiera me permití sollozar, simplemente tenia mis ojos abiertos de par en par, sintiéndome asqueada por tanto contacto con él.
Las luces de una casa se encendieron, y mi atención se dirigió hacia este lugar, mientras que el raptor parecía estar demasiado interesado en mí.
Una pizca de esperanza empezó a crecer en mi pecho, ¿aunque a que precio tendría aquella tan esperada libertad?
Los segundos en los que la luz de la casa estuvo encendida parecieron eternos, pero solo quedaron en eso, segundos.
Todo atisbe de alegría o posibilidad de escapar se fueron cuando la luz desapareció, y mi vista volvió hacia el raptor.
— Nunca te dejaré escapar. -susurró, apretando aún más el agarre en mi cuello.
La realidad me golpeaba una y otra vez, y las lágrimas no tardaron en dejar de abordar mis ojos para resbalas con brusquedad por mis mejillas.
— Yo-yo no, no quería...por favor... -sollocé, cerrando los ojos con fuerza.
— No te dejaré ir de mi lado. -negó.- Estarás toda tu vida atada a mí, Maddison.
Sentí como su mano abandonaba mi cuello, bajando poco a poco para empezar a tantear sobre mi ropa.
Intenté alejarme, moverme, evitarlo, pero su cuerpo me aplastaba y la pistola seguía parecer estar dentro de mi piel.
Este fue dejada en el suelo, mientras me giraba y apretaba mi cabeza contra este.
Quise chillar, pero sus dedos adentrándose en mi boca me lo impidieron, por lo que simplemente lloré.
Lloré y lloré como nunca antes lo había hecho, sintiéndome desnuda y vacía completamente.
Aquella parte privada de mi me fue arrebatada, aquella que cualquier chica necesitaba y quería por correspondencia.
Me sentía sucia, sucia y abusada.
Las lágrimas empaparon mi rostro, y mi corazón de rompía poco a poco, más de lo que estaba.
Me sentía desfallecer, con mi cuerpo temblando y congelado por el frío de la noche. Mi pecho ardía con dolor.
Mi alma salía de mi cuerpo y volvía entrar en cada movimiento, y sentía como caía a un pozo sin fin, apenas pidiendo respirar y teniendo asfixia.
Todo el dolor me recorría, tanto, que terminé quedándome inconsciente en medio de la calle, cerrando por fin mis ojos.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Vale esto ha sido demasiado
doloroso de escribir,
pero espero que hayáis podido
entenderlo todo, al igual
que el dolor que sufre Maddison.Se que es un tema demasiado
sensible para muchas personas,
y le voy a dar la importancia que
se merece a este tema.Espero que no os haya incomodado
leerlo, si ha sido así pido disculpas.
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DISCONNECTED | The Black Phone
FanfictionThese voices in my head screaming, "Run now", I'm praying that they're human Please understand that I'm trying my hardest My head's a mess but I'm trying regardless • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Maddison Lohan tenia la...