Farid Leister
Estoy frustrado, impaciente y molesto.
Las puertas del elevador se abren y salgo disparado hacia el estacionamiento. Brandon trata de detenerme, y de un manotazo me suelto cuando me percato de ello. Quisiera matarlo en estos momentos, porque ahora confirmo que esto ha sido obra suya, imbécil no soy.
—Ya se largó. —Dice cuando llego al estacionamiento.
—¡¿Qué mierda le has dicho?! —espeto.
—Yo no dije nada, ella intuyó todo sin dejarte que le dieras una explicación.
—¡Tú sabías que subía! —Le grito tomándolo del cuello de su camiseta.
—Cómo te digo, no ha sido mi culpa. Allá ella y su mente culposa.
Camina hasta su coche, dejo que se vaya y vuelvo a subir al departamento yendo directamente por el móvil para llamarla. Cuando las puertas se abren veo a Ivana aún con la toalla puesta sobre su cuerpo. Ésta me ve esbozando una sonrisa malévola, sabe lo que ha hecho.
—Lárgate —espeto caminando hasta la habitación.
—Vamos Farid, ni siquiera hicimos nada, fue una broma y ella cayó...
—¡¿Una broma?! —exclamo volviéndome hacia ella, tomándola de los hombros evitando que se me acerque.
—Sólo fue una broma Farid, no es para que te pongas en ese modo. Antes follábamos como conejos y ahora ni siquiera te acercas.
—¡Porqué estoy con ella! ¿Qué no entiendes? ¿Por qué ahora vienes a joder? Si tu y yo sabemos que no eres ese tipo de mujer.
Guarda silencio, en cambio yo camino hasta la cama dándole la ropa que se ha quitado después de habernos mojado los tres en la maldita lluvia. Estiro el brazo dándole la ropa a la mujer que ahora mismo odio, no le digo nada, simplemente tomo el móvil y salgo caminando hasta la estancia.
—Conoces la salida, cuando te cambies quiero que te largues y te esfumes de mi vista.
—¿Por qué eres así? ¡Fue una puta broma!
—Y ya no estamos para ellas, deja atrás esa estupidez si piensas que seré como era antes porque eso no sucederá, que te quede claro. —Respondo tajante y camino hasta el elevador mandandolo a llamar —. Y lárgate de mi departamento, que no te quiero volver a ver aquí.
Doy un paso adelante subiendo al elevador, espero a que cierre las puertas y cuando llego a la recepción vuelvo a caminar hasta el estacionamiento llamándole a Charlotte quien no me responde. Insisto de nuevo, vez tras vez hasta que su móvil me manda a buzón de voz. Comienzo a impacientarme, manejando inconscientemente hasta su edificio. Aparco el coche y bajo tan pronto como puedo hasta llegar a la recepción.
—Señor Leister, buenas noches.
—Buenas noches, voy al apartamento de...
—¿De la señorita Charlotte? —asiento cuando me interrumpe —. Me temo que no ha llegado señor, salió hace unas horas y no ha vuelto.
Empuño las palmas de mi mano viendo mis nudillos volverse blancos.
—Bien, la esperaré.
Respondo, y camino hasta un sofá de cuero que se encuentra a unos cuantos pasos de la recepción. Saco el móvil volviendo a marcar su número, éste me manda a buzón y pongo todo de mi autocontrol para no aventar el mío al suelo. Acostumbro a ser una persona carismática y tranquila, pero cuando sobrepaso los límites de buena conducta soy totalmente diferente.
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PERVERSOS 2° Obsesión
Romance[ COMPLETA ✓] De los errores se aprende, y Charlotte deberá afrontarlos y vivir con ellos. Se ha dado cuenta que no todo matrimonio es perfecto. El de ella no lo fue. Ha dejado a su marido, y se encuentra mucho más que decidida a comenzar de nuevo...