"Quien fue tu amante"
Charlotte Harrison
El viaje de regreso ha sido cansado, la escala que hicimos se retrasó, y en lugar de hacer diez horas, hicimos tres más.
Me despido de mis amigos y subo a mi coche aparcado en el estacionamiento del aeropuerto. Después de mi fin de semana, mi aventura con Leister, y tres días más en las playas de Cuba, ahora mismo me encuentro exhausta.
No he dejado de pensar en ese hombre, en las dos veces que me hizo correr. Admito que he soñado y fantaseado con él. « ¿Acaso eso es normal?» No lo sé, tal vez. Su cuerpo sudoroso sobre el mío, sus ojos azul cielo y su pelo negro, me siguen pareciendo de lo más sensual cuando lo veo hasta en mis pensamientos.
Es atractivo, para que negarlo.
Conduzco hasta el edifico de mi apartamento. Izan y yo llegamos al mismo tiempo, éste aparca su coche a lado del mío y ambos bajamos por igual. Tomo la maleta y mi bolso, espero a Izan y juntos caminamos hasta el elevador. Al adentrarnos, caigo en cuenta que hemos regresado a la realidad.
—Me hubiese gustado quedarme más días —le hago saber a mi amigo.
—Lástima por ustedes, aún les quedan dos días de trabajo, en cambio a mi... —suspira, con una sonrisa dibujada en los labios —, serán cuatro más de descanso.
—Te odio —le digo.
—Ódiame perra.
Suelto una carcajada. Después salimos al pasillo de nuestro piso, caminamos hasta nuestras puertas, entrando cada quien a su apartamento. Me despido de él otra vez con un beso en la mejilla, y cierro la puerta de mi casa.
Enciendo el televisor en cualquier canal donde me diga la hora, y noto que ya pasa de media noche. Ni siquiera tengo mi móvil, Leister se lo ha quedado y sé perfectamente que, tanto para él, como para mí, es la excusa perfecta para volver a vernos.
Nada más de pensarlo me palpita la entrepierna.
Dejo el televisor encendido, camino hasta la habitación dejando mi equipaje a un lado de la cama. En otro momento lo acomodo, pienso. Camino hasta la ducha, me quito la ropa y tomo un baño con agua tibia. El frío aun abunda por acá, así que no está de más bañarse con agua tibia.
Para cuando termino, ya pasa de la una de la madrugada. Camino al sofá envuelta en una manta, me recuesto en éste, quedándome dormida en menos de lo que canta un gallo...
(***)
Me encuentro abierta de piernas, con las muñecas atadas en los barrotes de mi cama y con Leister mirándome en la orilla de ésta. Me muerdo el labio inferior, entonces Leister se acerca a mí con detenimiento a mi entrepierna y...
Escucho el golpeteo de la puerta a lo lejos. Los ojos me pesan. También escucho la voz de la mujer que da las noticias por la mañana en el televisor. La luz de la mañana me encandila en las pupilas al darme cuenta que me quedé dormida en el sofá con las cortinas abiertas.
Vuelvo a escuchar el golpeteo de la puerta, miro el reloj en la televisión el cual marca las seis de la mañana. «¿Quién mierda toca a ésta hora?». Me pregunto. Me levanto a duras penas del sofá con la manda envuelta en mi cuerpo, observando por la mirilla de la puerta.
Izan.
Abro la puerta dejando que mi amigo entre.
—¿A que debo el honor de tu visita? —le digo, regresando a recostarme en el sofá.
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PERVERSOS 2° Obsesión
Romansa[ COMPLETA ✓] De los errores se aprende, y Charlotte deberá afrontarlos y vivir con ellos. Se ha dado cuenta que no todo matrimonio es perfecto. El de ella no lo fue. Ha dejado a su marido, y se encuentra mucho más que decidida a comenzar de nuevo...