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Ellery Guzmán y Marco Castro


Había pasado una semanas desde que Ellery había llegado a tierras Sinaloenses, para ella el tiempo había pasado volando. Al siguiente día de haber regresado, se dirigió a jardines del humaya, acompañada de sus escoltas y su fiel amigo Chiquete.

Ambos se quedaron en el mausoleo de Emilia Ferrer por un rato, acompañados de los cinco escoltas de la jóven.

Dejaron las flores y los dulces favoritos de la española para después regresar a Culiacán e ir al panteón Villa Jesús María para estar en el mausoleo de Édgar Guzmán, su hermano mayor, a diferencia de su madre, a él le dejaron un poco de dulces, Whisky y flores.


Marco Castro —Barrancos, Sinaloa.

La luz del día entraba por la ventana de Marco, dándole completamente en el rostro, parpadeó un par de veces, antes de abrir sus ojos con pesadez, estiró su mano hacia el pequeño mueble que estaba junto a su cama y tomó su teléfono, miró que este marcaba las 9:30, entró a Instagram para navegar unos minutos y contestar algunos mensajes de sus seguidores, pero sus pensamientos cambiaron al ver el perfil de una chica en el apartado de Sugerencias para ti.

La foto de perfil llamó su atención y entró a verlo, siguió y siguió hasta que llegó a la primera fotografía que ella había publicado, se regresó a uno de sus últimos posts, donde aparecía con un perro, se quedó mirando la foto por quién sabe cuánto tiempo, esa mirada avellana lo había atrapado al instantes sin saberlo, esa mirada que sería su debilidad.

No lo pensó dos veces y la comenzó a seguir.

Total ¿Qué puede pasar?. Pensó.

Y ese sería el comienzo de sus desvelos...

Ellery Guzmán —Culiacán, Sinaloa.

11:00 a.m.

Ellery se quiso levantar de su cama, pero había un bulto sobre sus piernas que le impedía su acción, llevó su vista hacia ahí, encontrándose con Ralph.

—Buenos días amor —le murmuró al oído y besó su cabeza.

Se levantó y se dirigió al baño con pesadez para tomar una ducha, al arreglarse, tomó su celular y bajó a tomar el almuerzo, encontrándose con Paolo, quien ya se veía que tenía rato despierto.

—Buenos días Pao —saludó ella y besó su mejilla.

—Buenos días mocosa, ¿Te sirvo? —preguntó apuntando el huevo con jamón que había en un sartén.

—Por favor —respondió.

Se acercó al bote del alimento de Ralph, tomó su plato y le puso dos tazas de comida, para ponerla en el suelo con otro plato el cual contenía agua, puso ambos junto a su asiento y sobó la cabeza del can que ya comenzaba a comer, tomó asiento frente a la isla, agarró su celular y entró a su Instagram.

markitostoys comenzó a seguirte.

Leyó en la barra de notificaciones pero no le tomó mucha importancia, entró a su galería y escogió una fotografía para publicarla.

Al terminar la publicación, apagó su teléfono mientras el hombre ponía el plato de comida y un vaso de jugo frente a ella.

—Gracias

Qᴜɪᴇʀᴏ ᴜɴ ғᴜᴛᴜʀᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs... 𝑀𝑇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora