Qᴜɪᴇʀᴏ ᴜɴ ғᴜᴛᴜʀᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs... 𝑀𝑇

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Septiembre 6, 2021.

ELLERY GUZMÁN

Conducía por las calles de Culiacán, en dirección a la casa de Ana, el día de ayer me invitó a comer a su casa, bueno, para eso y una cosa más, que no me dijo.

Mi teléfono se enciende y veo un mensaje de Marcos, preguntando que a qué hora regresaba, aún cuando apenas tenía poco tiempo de haber salido de la casa. Aunque el remordimiento entra en mi conciencia.

Últimamente, Markitos se la había pasado como garrapata conmigo, siguiéndome a todos lados, a todas horas, sin dejar pasar; que había estado teniendo mareos y vómito. Había intentado llevarlo al médico, pero se reusó utilizando la excusa de que algo le había caído mal, que no había de qué preocuparse.

Regresé a la realidad cuando ví que me acercaba a la casa de Ana. Me estacioné y la llamé, avisándole que me encontraba ahí, pasa que saliera.

No pasó mucho cuando salió y me recibió con los brazos abiertos.

—Creí que ya no vendrías. —dijo mientras me abrazaba.

—Soy mujer de palabra —respondí terminando con el abrazo.

Ella rió e ingresamos a su casa.

Conforme nos acercamos, la voz de una mujer se hacía escuchar cada vez más, hasta que entramos a la sala y observé a una mujer chaparrita, de complexión media y cabello negro.

Ana carraspeó, llamando su atención.

—¡Tú eres la hija de el Chapo Guzmán y novia de Markitos! —gritó con una sonrisa.

—¡Karlita! —reprendió.

Sólo me limité a reír.

La reacción de Karla había sido graciosa, porque de estar sentada, pasó a estar parada en solamente dos segundos, en cuanto me vió.

—Mi nombre es Ellery —me presenté con una sonrisa.

—Sí, lo siento. El mío es Karla. —se presentó. Algo apenada.

Asentí y ambas miramos a nuestra amiga, quien se notaba nerviosa.

—Ellery, estás en tu casa.

—Gracias, Ana.

Me acerqué al sofá y me senté junto a Karlita.

—Ahora. Tengo que hablar con ustedes —avisó.

Se acercó a su bolso y comenzó a buscar algo, a los pocos segundos sacó una cajita blanca. La pelinegra y yo nos miramos, después a ella.

—¿Eso es una prueba de embarazo? —cuestionamos a la vez.

Ella asiente con lentitud.

—Sí, tengo un retraso de casi tres meses y...

—Estás embarazada. —interrumpió la mujer a mi lado.

—Aún no lo sé.

—Pero dices que tu última regla fue hace casi tres meses  —fue mi turno de hablar.

—Es que… no lo sé.

Ambas conversamos con Ana, dándole ánimos. Que todo saldría bien y que se hiciera esa prueba para que pudiera desmentirse y tal vez desengañar ese retraso.

Aunque ya sabemos cuál será el resultado.

Las tres éramos un mar de nervios y… ¿Emoción?.

Si algo sabíamos, era que el o la bebé, sería muy querido por todos, pues sería el primero, tanto en la familia Gastelum, como en la Castro. Y ambas familias deseaban a un bebé pronto.