La fiesta de Liz es todo un éxito, nunca jamás la había visto tan decidida, tan segura de sí misma, tan simplemente niña, y sobre todo tan feliz, bueno para ser sincera, sí, en una ocasión; allá en el mar Caribe. Verla soplar, ilusionada, las velas ubicadas estratégicamente sobre ese hermoso y esponjoso pastel de princesa hecho por su abuelita materna y decorado con dedicación por la madre de Carlos la tenía más que extasiada, la tarde entera la disfruta entre juegos y momentos de diversión dentro y fuera de la piscina en la compañía de José y varias primas de este quienes la han asumido como una primita más.
Fanny mira una y otra vez el reloj en la pantalla del celular, sabía que él, carajo, no se presentaría, así que decidida a afrontar otro castigo apaga el celular. Pasada las once treinta de la noche, los niños están más que entregados en los brazos de Hipnos, mientras que los adultos ya cansados están disfrutando de un par de copas antes de irse a acostar.
Como se ha vuelto costumbre Carlos tuvo que interpretar a "Doña flor y sus dos maridos", en la obra teatral de humor negro que levanta el telón cada fin de semana hace más de seis meses en el teatro Nacional. Para su llegada a casa todos están dormidos, así que entra en su cuarto para presenciar el espectáculo más hermoso y excitante jamás visto sobre su cama, allí entre sus sábanas de seda negra, arrugadas, está la mujer que ama más que a su propia existencia, Fanny, la mujer que le mueve el piso y hace vibrar su alma, pero que se mantiene fiel al padre de su hija. Sin ánimos de perder segundo alguno se retira toda la ropa exponiéndose en bóxer, su calor corporal aumenta vertiginosamente al permitir que ambos cuerpos hagan contacto piel contra tela, reposa sus hambrientos labios sobre la tersa mejilla entregando un silencioso beso deseándole buenas noches tal cual lo haría un amoroso esposo, no sin antes tomar varias selfies.
Ya cuando el sol está bien en lo alto, el momento justo cuando la cocina huele a almuerzo en lugar de desayuno, la puerta del cuarto de Carlos, "Karla" según Matteo, se abre de par en par para dejar pasar a un Durán que se debate entre reír o sonrojarse cuando ve a su Fanny abrazar a ese casi hombre en bóxer con las uñas pintadas de fucsia y el maquillaje corrido como si de una mujerzuela se tratase.
Carlos no es idiota, sabe muy bien que él está parado bajo el marco de la puerta, ese hombre que ve a Fanny solamente como su pedazo de carne o un hueco que follar, así que se prepara mentalmente para jugar con él.
Las pisadas firmes de Matteo se aproximan al borde de la cama, así que Carlos aprovecha para aferrarse más al cuerpo de la mujer que ama, mientras que deja que su pene crezca hasta más no poder.
Justo cuando Matteo está por tocar el hombro de una Fanny dormida, Carlos se gira para demostrar su tensa y erecta virilidad.
—Hola guapo, ¿quieres cambiar de lugar? —bufa con picardía, solo para provocarlo.
—No gracias, vengo por la madre de mi hija —reniega sintiéndose seguro de su masculinidad.
—Tranquilo, hombre, una probadita no te hará daño— sugiere Carlos con ojos de gatito meloso —ven aquí y prueba lo que un chico afeminado te puede hacer sentir— Lo reta mientras hace deslizar las pintadas uñas postizas sobre la tensa mano de Matteo antes que llegue al cuerpo de Fanny.
—Fanny, despierta —La fuerte y demandante voz rompe la calma dentro de esas cuatro paredes.
Luego de disfrutar de un almuerzo que se extiende hasta casi entrada la noche, están despidiéndose de la familia de Carlos. Perfecto ya que el gran Durán está ansioso de simplemente alejarse de la insistente Karla.
Al otro extremo de la ciudad, una acalorada discusión está provocando que Anabel y Miguel pasen de las lógicas palabras a los gritos sin sentidos.
—Amor, por favor, no me pidas un bebé ahora, no ahora, cuando debo mudarme por al menos diez meses a cinco horas de aquí —suplica Miguel ante la repentina exigencia de Anabel de ser madre, según ella su reloj biológico le está indicando que es el momento ideal. Pero Miguel se mantiene firme en su decisión de esperar a su regreso sabiendo que ese proyecto les dejará solvencia económica por mucho tiempo.
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Bajo tu infidelidad
RomanceDos matrimonios unidos por un lazo de sangre se verán envueltos en las dolorosas vivencias de las infidelidades, pero las consecuencias de sus decisiones los alcanzarán. Matteo Duran se proclama dueño y señor de la vida, del alma, y porqué no; del...