Capítulo 17. La mentira mata.

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El tiempo transcurre y las ganas de engatusar a Fanny, con una barriga se han incrementado, ¡mierda!, dos meses y nada de embarazo. Tan solo resta este último semestre para evitar que ella culmine sus estudios.

Mientras que su esposa, Alicia, está cada vez más distraída en asuntos foráneos que no le interesan, él está enfocado en lograr frenar a Fanny. Hoy, según su cuenta, se inicia su ciclo de ovulación, desde esta noche dispone de seis días para que su esperma encuentre un óvulo listo para albergar una nueva vida o dos, ríe al imaginar esa locura.

Matteo está sexualmente ansioso cuando estaciona el vehículo en el garaje, pero lamentablemente la casa está llena de invitados, para suerte de Fanny son sus padres y la familia de Karla; ese que intenta continuamente llevarlo a experimentar con él en la cama. A pesar de que no le agradan las visitas, sabe que estas personas son importantes para su secund family así que se muerde la lengua antes de despotricar.

Mira las horas pasar, aumentando sus ganas de gritarle a la inoportuna visita que se marche, pero él se ha vuelto más sensible, compasivo o condescendiente con las necesidades de ella luego de aquella noche donde las velas cambiaron su relación. Semanas, muchas semanas, y grandes concesiones de su parte fueron necesarias para que ella llegue a una aproximación cercana de lo que es darle un perdón. El más grande fue la compra de una casa cómoda de cuatro habitaciones, doble garaje y jardín trasero, claro, él no estuvo dispuesto a perder en un cien por ciento, así que luego de muchas horas, días y noches de negociaciones la pusieron bajo el nombre de la pequeña Liz Durán.

El reloj marca pasada la medianoche, y por fin, están despidiendo a los invitados, como siempre el Carlos, Karla según Matteo, se despide con un sonoro beso en la comisura de los labios de este haciendo que la sangre le hierva y al estómago se le antoje vomitar. «Mariquita de mierda, espero que alguna vez pruebes un buen coño, para que se te quite la ridiculez», piensa en silencio, mientras le entrega una de sus tantas miradas asesinas llenas de odio.

Un mes después está Fanny aferrada al inodoro, ¡Dios mío!, nunca se había sentido tan débil y desvalida como ahora, intenta pararse, pero sus piernas parecen no poder sostenerla, siente la mano protectora de Carlos pasar lentamente por su sudada espalda. Lleva un par de semanas sintiéndose extraña; como cuando para bien o para mal se embarazó de su hermosa Liz. Un prolongado abrazo la reconforta y le da la energía suficiente para ir nuevamente al salón de clase, hoy deben defender otra cátedra, de obtener el resultado esperado, ya solamente, le faltarían cuatro entregas más para culminar académicamente sus estudios.

Una felicitación, un largo y tranquilizador abrazo unido a un corto beso en los labios por parte de Carlos son los primeros premios por lograr la mayor calificación. Sin embargo, su palidez es motivo también para preocuparse, así que saliendo de la univ ambos se dirigen a la clínica más cercana. Una hora después está ella con la mirada fija sobre un pequeño trozo de papel que le confirma sobre su nueva gestación, un hijo, otro embarazo, ¿cómo diablos va a explicarle a Matteo?, cuando él mismo le mandó a poner un aparato intrauterino.

De lo que sí está segura es que esa información la ocultará el mayor tiempo posible, al menos hasta culminar con sus estudios, total, no sería la primera vez que intente esconder un embarazo, es por ello que es Carlos quien se lleva los resultados y no ella.


Otro fin de semana que Miguel espera con entusiasmo, la sola idea de pasar dos días con su esposa lo llena de un abanico de emociones, hoy es especial pues, a pesar de que ella no lo espera, él, logró negociar con su jefe intercambiar el fin de semana, ya que mañana es su aniversario. Feliz, emocionado y presto a hacerle el amor una y otra vez lo hacen querer conducir a más velocidad, sin embargo, la prudencia es una de sus características, así que se controla. Los tenues rayos del sol le anuncian que está a poco de llegar a su hogar, dulce y amoroso hogar, como todo un caballero se desvía para comprar un delicado collar que sabe bien que a ella le gustará.

Bajo tu infidelidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora